martes, 25 de octubre de 2011

Viernes

Todos soñamos (o ¿no?) con encontrar una isla desierta, lejos de todo y de todos, perdida, sin más fronteras que la línea del horizonte, sin más cercado que la espuma depositada por las olas en la orilla, con sus tesoros de conchas donde escuchar los cuentos submarinos.

La isla de Robinson Crusoe... las horas de lectura de un verano largo, donde, en el refugio-isla del fondo del jardín, desaparecía con delicia y de donde salía a duras penas al oír la campana avisadora de la cena ( recurso familiar para llamar a los niños desperdigados por el campo donde no alcanzaba la voz.)

No era la isla de "Naúfrago" con sus cajas repletas de cosas prácticas, ni la de "Perdidos" tan inquietante.
No. Era una isla de sueños, de soledad... pero poblada de héroes y sonora de las palabras de los innumerables libros que me llevaban lo mismo en compañía de Viernes que del capitán Nemo o de los Cinco, de Alicia o de Scheherazade.




Esta isla de ensueño, que no consta en ningun mapa, ni tiene su club de submarinismo, ni su poblado de falsas chozas, esta isla existe...
Existe cada vez que abro un libro y me zambullo entre sus páginas.

Pompita dedicada a mis amigos-libros de la infancia: Sophie, Aladino, Mamou, Colmillo-Blanco, las hermanas March, Viernes, Crin-Blanc y .... muchos más.


6 comentarios:

  1. No sé que hubiera sido de mí si en la infancia no hubiese tenido la compañía de "Los cinco". Para una niña como yo, tener la posibilidad de abrir un libro era como tener dos vidas, no sabría decirte cuál de ellas fue más real.
    Un abrazo.

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  2. La Isla

    Yo también he soñado y sueño con esa isla, aunque he conseguido poco a poco sacarla de los sueños, hacerla un poco mas real alojándola en el pensamiento, anclándola bien, y desde ahí prolongarla hasta formar un pequeño círculo a mi alrededor, ¿Sabes? tiene un gran inconveniente vivir en ”una isla” y compartirla con este mundo real: Frecuentemente se está en las nubes.


    Viento de Lebeche

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  3. Viento de Lebeche ¡que arrebatado estás!
    Mírate al espejo, respira, calma tus impulsos.

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  4. Lo mismo digo, Mercedes...y todavía no me he contestado: ¿cuál fue la más real?...tal fue la influencia de la una en la otra.
    El lector adulto se fragua, creo, en el lector de la niñez...que, en los casos más privilegiados, desemboca en el arte que tú manejas.
    Un abrazo.

    Anónimo 1
    Es fácil salir de la isla mía: cierras el libro y sigues la conversación con gente afín. ;) Todo se puede combinar. Y luego, vuelves a tus isla-libro que siempre te espera y nunca te defrauda.

    Anónimo 2... me recuerdas un libro...

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  5. Mi isla desierta, mi primera isla desierta en forma de libro fue Dumbo. Es la primera imagen que me cautivó, o la primera que recuerdo. Luego ha habido varias, pero Dumbo y su pequeña trompa siempre será la primera. Vaya usted a saber por qué...

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  6. Por mí, está claro... Dumbo volaba, como un pájaro ;)

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