martes, 3 de enero de 2012

Recordar...



Me gusta hacer regalos y sobre todo regalar libros; estamos en época de regalos y ya tengo comprados los libros pensados para cada una de las personas que seguro me regalarán libros también.

Como cada día tengo menos memoria, tengo escrita una lista de títulos tanto para los míos como para mí misma...
Memoria... recordar... libros...

Hace poco leí dos libros que hablan mucho de la memoria, de los recuerdos.
 Y me puse a buscar más definiciones de este verbo "recordar" y encontré esto:

Ortega nos proporciona una hermosa explicación 
El yo pasado, lo que ayer sentimos y pensamos vivo, perdura en una existencia subterránea del espíritu. Basta con que nos desentendamos de la urgente actualidad para que ascienda a flor de alma todo ese pasado nuestro y se ponga de nuevo a resonar. Con una palabra de bellos contornos etimológicos decimos que lo recordamos —esto es, que lo volvemos a pasar por el estuario de nuestro corazón—. 

Y ahora, por la etimología, entiendo aún más la expresión "apprendre par coeur" de la que hablaba hace algun tiempo, porque estos libros tienen frases, párrafos enteros que se me han quedado grabados en la cabeza porque primero me han pasado por el corazón.

Uno de estos libros es
"El libro de los abrazos" de Eduardo Galeano
donde viene una definición de "recordar". " del latín re-cordis ... volver a pasar por el corazón"...
Y recuerdo perfectamente porque leí este libro: un hada buena del idioma, llamada Gloria, dejó un extracto sobre la mesa del desayuno y la confianza que tengo en su buen juicio y el cariño que le tengo, me animó a leerlo. Primer paso por el corazón.

 "Silba el viento dentro de mí.
Estoy desnudo. Dueño de nada, dueño de nadie, ni siquiera dueño de mis certezas, soy mi cara en el viento, a contraviento, y soy el viento que me golpea la cara."

El segundo, lo leí sin haber oído hablar de él, solamente con esta frase :"Te va a gustar", enganchada la mirada por un título original con reminisciencia de bolero
"Si tú me dices ven lo dejo todo... pero dime ven" de Albert Espinosa
y sin investigar más, me lo leí. Un arrebato del corazón del cual no me arrepiento.
Luego, despues de leerlo, más bien devorarlo, me enteré de su exito. Sé que muchas veces se hace al revés pero me gusta también lo imprevisto y quien me lo recomendó me conoce bien.
Y lo volví a leer, ya más pausadamente... para saborearlo.
Y es otro de los libros que recordaré haber leído en el 2011

Empieza así:

"Recuerdo como si fuera hoy cuando ella me dijo:"¿No deseas poder ser feliz en todos los aspectos de tu vida...? ¿No tener que aceptar nada que no te agrade...? ¿Sentir que la vida es controlada por ti en lugar de ir a rebufo de ella en el vagón 23...?"

Y algunas páginas más tarde...

"Me fascina cuando el cerebro ordena inconscientemente a la mano y repite los pensamientos que el corazón expresa pero que no han sido dichos en voz alta."

 Recordar libros... y por muchas razones:  regalos inesperados, de impulso, compras sin planificar, por flechazo, préstamos, relecturas...

Recordar momentos de disfrute... o no.

¿Cuántos libros no recordamos porque no consiguieron eco en nosotros?
¿Cuántos empezamos y dejamos a la mitad (en el mejor de los casos) porque nos aburren o bien por su estilo o bien por notar que no sale de las "tripas" del autor o bien porque nos parece que se repite para complacer a sus lectores ?
¿Qué hace que algunos nos marcan de por vida?
Realmente ¿siempre buscamos cosas nuevas al elegir un libro? o ¿lo eligimos porque buscamos la confirmación de lo que ya tenemos "pasado por el corazón"?...
¿Qué hace que los elijamos para regalarlos a la gente que queremos y con la cual queremos compartir?

Siempre es una gran aventura de amor la vida del lector, llena de satisfacciones, de desengaños y de preguntas, de muchas preguntas ... y seguro que aún más grande la del escritor, y más dura, aún más llena de preguntas, intentando darnos (darse) respuestas e inspirarnos aún más preguntas.

Intercambio sin fín... Regalos... Libros.

Un recuerdo para mis escritores preferidos, conocidos o anónimos, en forma de pompita de envidia sana...

16 comentarios:

  1. Con Galeano empecé leyendo "las venas abiertas de América latina", seguí por el que tu mencionas, me enredé en "las palabras andantes" y sigo con
    él siempre al lado.
    También esa definición de "recordar" la encontré en otro libro (cuyo nombre no recuerdo y que he regalado, que eso también lo compartimos)que, sin ser un diccionario, hablaba del alma interna de las palabras y me fascinó.
    Que los reyes magos (los reales , que abdiquen) te traigan muchos libros.

    ResponderEliminar
  2. Todo lo que tiene que ver con los libros me gusta: su peso, su tacto, su olor, comparlos, leerlos, guardarlos, releerlos, acariciarlos.
    Está claro que todos tenemos nuestros libros de cabecera, al igual que nuestra música favorita,y a los que de vez en cuando tenemos que volver, como una auténtica necesidad vital.
    Para mí en algunos casos es casi un ritual bajar a la biblioteca y tomar uno de los volúmenes (algunos los releo en las mismas fechas cada año); repetir el rito de escoger un señalador, volver a abrirlo, a olerlo; tratar de no buscar rápidamente mis fragmentos favoritos, y releerlo desde la primera página hasta la última.
    Aunque sé qué párrafo viene a continuación, me regodeo en la lectura de todo, y llego poco a poco a mis fragmentos "especiales", que me hacen sentir como si alguien muy querido me estuviese hablando.
    ¿No os ha pasado, al terminar de releer ese libro tan especial, que no podeis evitar, antes de colocarlo otra vez en su estante, darle un beso?
    A mí sí...

    ResponderEliminar
  3. Gracias MaríaJesús por traerme más títulos. Hablar de libros con gente lectora es como si pasasen los reyes en cualquier época del año. De Galeano, mi próxima meta (apuntada :) no me fío de mi memoria) es "Bocas del tiempo" por haber leído unos extractos.
    Me has puesto la miel en los labios con tus palabras "sin ser un diccionario, hablaba del alma interna de las palabras y me fascinó." Por favor,¡¡haz memoria!!...
    ¿Abdicar?... pufff no lo veo tan claro... en el trono también debe de haber pegamento ;)
    Muchos libros para ti también... para hacerle compañía a uno muy bonito que tienes ya, según me ha contado un pajarito ;)

    ResponderEliminar
  4. Ay! Mariló... este ritual de la lectura que empieza por los olores y las caricias...y el saborear en la relectura cada ola de placer que te acerca a lo conocido con la sorpresa de lo que se redescubre, ese detallito, esa palabra que se nos había pasado, ese giro... muy sensual, sí... muy "auténtica necesidad vital", muy "como si alguien muy querido me estuviese hablando."... Paseo por el corazón antes de alcanzar la mente ;)
    Uppsss... me emocioné... Cualquiera diría que hablo de otra cosa.:D
    Pues, nada... ¡a disfrutar lector@s!
    Ps mi último descubrimiento "Si una noche de invierno un viajero" de Italo Calvino. Me encanta.
    Lo dejo como regalo para l@s que no lo conocen. :)

    ResponderEliminar
  5. "Recordar = volver a pasar por el corazón" No conocía esta definición, o esta raíz etimológica. Para mí, recordar es más bien volver a pasar por la mente, rememorar. Leer, y releer lo que ya has leído y has olvidado. Yo releo muy a menudo. Últimamente, La Regenta, a la que he sacado más partido ahora que la primera vez que leí. Y más últimamente, la Sombra del Viento, de Ruiz Zafón, que... he tenido que dejar en la página 100, no la soportaba más. El que nos guste una novela o no depende a menudo de nuestro estado de ánimo.

    ResponderEliminar
  6. Muy interesante, Diego lo de "Recordar= volver a pasar por la mente" y precisamente loa antiguos romanos situaban la sede de la mente no en el cerebro sino en el pecho, corazón, diafragma ;) de ahí el "re-cordis"...
    Releer porque has olvidado o porque no has entendido, sí ...o para volver a experimentar las sensaciones placenteras que te produjo la primera lectura...¿no crees?
    Y por eso nos gusta una novela o una poesía o una pieza musical o un paisaje o lo que sea, creo: porque nos evoca algo placentero... Y también pasa con algo desagradable... también lo recordamos porque son sentimientos, algo que ha hecho latir nuestro corazón, para bien o para mal, de una forma más acelerada que por mero movimiento físico... creo...
    También leí La Regenta... y confieso que no la recuerdo... ni tampoco muy claramente La Sombra del Viento.
    Y estoy de acuerdo contigo cuando dices que nos gusta o no, tal o tal novela, porque nuestro estado de ánimo lo propicia o no... por la asociación de ideas, por los sentimientos externos que acompañaron esa lectura ¿podría ser?... a mí, me pasa con El señor de los anillos, por mi contexto al empezar a leerla... y es más: cada vez que he vuelto a intentar terminarla, me he vuelto a encontrar en ese mismo contexto-estado anímico...
    Al llegar en este punto, creo que necesitamos la ayuda de un experto en la materia ;)

    ResponderEliminar
  7. Yo creo que son los libros los que nos eligen como sus lectores....Se confabulan con las circustancias para que los poseamos. Y a veces se equivocan; no somos su pareja pefecta.

    No creo que haya un buen o mal libro en términos genéricos, sino que no se han relacionado con el receptor correcto. El único fin de un libro es ser leído, entendido e interpretado.Y en ocasiones, esta relación cambia de sentido y es el propio lector quien añade a través de su lectura, su propia experiencia, su vivencia íntima y reformula el mensaje inicial.

    Yo no sé si recuerdo a través de la cabeza o del corazón...En cualquier caso tiene el mismo sentido y es solo una cuestión de dónde ubicaban los antiguos la mente. Creo que en realidad no recuerdo...Mientras leo solo existe lo que leo...y después lo que quede no sé dónde se esconde. Pero leer un libro y que haya buen entendimiento entre los dos es de los mejores lujos que me permito.

    Siento llegar tarde a la cita... Una entrada preciosa Fran-Fram!!

    ResponderEliminar
  8. "leer un libro y que haya buen entendimiento entre los dos es de los mejores lujos que me permito." dices, Gloria...Y yo :)
    Y mis "reyes" lo saben... te contaré ;) Espero que te hayan cubierto de "lujo" los tuyos :)

    En esta casa nunca se llega tarde: todas las entradas están abiertas de par en par, para cuando a "una" le apetezca pasar para dejar un cacho de "desayuno nutritivo"... y la otra casa también :DDDD

    Un besote grande.

    ResponderEliminar
  9. "Si tú me dices ven lo dejo todo... pero dime ven"... suena muy bien, habrá que tenerlo en cuenta, me fío de ti.
    Me gusta la gente a la que le gusta regalar libros.
    Feliz 2012.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  10. Mercedes, a mi me suena bien pero en gustos y colores y música, cada uno es un mundo. ;)
    Feliz 2012 para ti también y a parte de "salud, dinero y amor"...¡muchos libros! :)
    Un abrazo

    ResponderEliminar
  11. Hola Framboise!!! Me ha gustado mucho tu entrada, ya tengo apuntados
    algunos de los títulos que comentas para leer próximamente... Ese
    fragmento del libro de los abrazos me ha encantado.
    Me voy a permitir hacer (con mucha discreción) mi pequeña aportación.
    Cuántos libros de Stefan Zweig me han encantado, empezando por "Novela
    de ajedrez", continuando con "Los ojos del hermano eterno", pasando
    por "Carta de una desconocida" y finalizando, por ejemplo, con "La
    impaciencia del corazón".
    Si alguno cae en tus manos no dudes en leerlos, creo que te gustarán.

    Besos!!!

    ResponderEliminar
  12. :) Pero bueno... ¿no eran sólo tres los Reyes Majos? :D... Gracias, Dani, por traernos más títulos.
    Leí hace años "La piedad peligrosa o la impaciencia del corazón" y recuerdo que me gustó aunque ahora sería incapaz de resumirla (¡maldita memoria! :( ) ...pues se me va a acumular el "trabajo" con tantos regalos que recibo con las manos abiertas... y el permiso concedido, tanto como te apetezca ;)
    (yo también te pediré permiso... ya hablaremos)
    Besos también para ti, majo!

    ResponderEliminar
  13. He disfrutado mucho leyendo no sólo el tema de Framboise sinó los comentarios al mismo. Qué bien escribís, qué manera más dulce de depositar palabras en un trozo de papel ( o en la pantalla del ordenador.....) se nota que os gusta leer y que los libros se vuelven amigos que nos transmiten tanto que algunos se quedan en el corazón , por eso los recordamos.
    bizous de schumbs.....

    ResponderEliminar
  14. Sí, María, los recordamos a ellos por lo que son y contienen y nos dan; y muchas veces también, sin que tengan fecha escrita ni dedicatoria, los asociamos a quienes nos los han regalado o nos los han recomendado.
    Por eso, para muchos, los libros son amigos.
    Y pasa a veces también con nuestras plantitas ¿verdad? ;)
    Bizoussssss

    ResponderEliminar
  15. Qué bien que regales libros!

    Algunas personas ven en el regalo de un libro el recurso fácil, rápido que no obliga a pensar en color ni en talla.

    El regalo de un libro implica mucho más. Regalar un libro es regalar historias, transmitir pensamientos, conocimientos, etc., para que su receptor pueda con su lectura recibir todo un caudal de experiencias posibles. Un libro es un medio para volar, para aprender, para soñar.

    Regalar un libro por nosotros mismos ya leído, es conocer al regalado, haber pensado en él queriendo hacerle partícipe del disfrute que tuvimos nosotros mismos con su lectura.

    En un libro, el simple papel sin más, cobra ese valor que tienen las aventuras por descubrir, los mundos por vivir.

    Los libros van aumentando su valor una vez que se han leído, que se han tocado, acariciado, subrayado y hasta algunas veces, ensuciado. Yo quiero a mis libros leídos como ejemplares únicos e insustituibles.

    Viento de lebeche.

    ResponderEliminar
  16. "Yo quiero a mis libros leídos como ejemplares únicos e insustituibles." Y yo ;)
    Y por eso soy tan ... egoista a la hora de prestar. No me enorgullezco de esta actitud pero hace años prestaba muchos y algunos no han vuelto y para mí, es cómo si me faltara alguien muy querido.
    Ya sé que se puede volver a comprar otro ejemplar a veces (que no siempre)y que lo importante es lo que contiene por gracia del autor pero... prefiero comprar este otro ejemplar para regalarlo. :)
    Así que ya lo sabes :D :D ¡cuidame los que te dejo!
    Es broma ;) sé que lo haces... sino, no te los prestaría :D:D
    Besote-bizou.

    ResponderEliminar