martes, 28 de febrero de 2012

La amistad es un árbol



Un árbol fuerte de raíces profundas dando estabilidad. 
Un árbol siempre en el mismo lugar y creciendo.

Un árbol de tronco esbelto o ancho, potente, de corteza resistente, lisa o rugosa, llena de cicatrices que cuentan su historia.
De ramas extendidas, inclinadas hacia la tierra o erguidas hacia el cielo; ramas múltiples, de hojas que nos brindan toda una impensable riqueza de matices verdes, anaranjados o amarillos. 

Un árbol que da cobijo, protegiendo de los rigores del cielo amenazador o del sol excesivo pero cerca del cual se disfruta de lluvias refrescantes y haces de luz tamizada.
Un árbol que da alimento a una infinidad de seres grandes y visibles, pequeños e imperceptibles.
Que desafía con tesón a las heladas, sequías y plagas, al rayo, al incendio y a los leñadores desaprensivos .
Que sirve de punto de referencia desde lejos
Que cambia de color según el momento del día o según las estaciones.
Un árbol que da nombre a un tramo del camino, un cruce, un castillo apartado o un parque concurrido.
Que nos ofrece su madera de nave viajera de descubridores.
Que regala sus frutos en abundancia y sin esperar otra cosa que algo de agua nutritiva sin la cual le cuesta sobrevivir.
Un árbol que rebrota del tocón partido, que sigue vivo aún despues de muerto, ardiendo en la chimenea.

La amistad es un árbol que nos arropa desde la cuna de su nacimiento hasta la barca del último viaje.


Pompita para los que están siempre cerca
                                           aunque estén lejos.

 https://www.youtube.com/watch?v=1s9n4CSct4Y


9 comentarios:

  1. No hay que olvidar regarlo de vez en cuando...

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  2. ¡Qué bonito es ver la amistad con los mismos atributos de un arbol!
    Viento de lebeche

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  3. :) MariaJesús, sí... el problema es el riego: siempre temiendo pasarse o no llegar... Un abrazo

    Viento de lebeche, tú y yo, ya lo hemos hablado: hay quien ve la amistad como una cuestión de copas... y otros, la vemos como una cuestión de raíces. ;)
    Besos y nos vemos.

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  4. Yo también soy un "arbolifílico" empedernido. No en vano toda mi vida profesional ha estado relacionada con el árbol y los bosques. Pero hay una cosa en ellos que me descorazona: el hecho de que estén inmóviles, sin poder trasladarse por culpa de las raíces que los fusionan con la Tierra. Un árbol sin raíces, móvil, capaz de viajar sería mi "bicho" favorito. Nunca se sabe, igual un día aparece el árbol viajero, sin raíces estables.

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  5. :) Hombre... lo que tú buscas existe: en la sección de los bonsais: están en tiesto que se puede desplazar facilmente, son pequeñitos, necesitan poca agua... creo que lo único difícil es la poda pero un entendido en árboles como tú no tendrá problema :)
    A mí, no me gustan. Los prefiero al natural pero en esto de los gustos y los colores...
    :D :D ¿Sabes que los árboles viajeros existen? :D en mi carpeta de borradores: la pesadilla de la que hablaba con Mariló hace poco :D Ya lo verás...
    Besotes, ingeniero.

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  6. Si no te importa, me gustaría cobijarme en tu árbol, su copa es inmensa, hay sombra para el mundo, si quisiera.
    Hermoso este símil entre la amistad y el árbol y, como siempre, una redacción con alma.
    Un abrazo y hasta pronto.

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  7. :) Mercedes, este árbol ideal(¿-izado?) tiene una roca cercana desde donde observar, ramas flexibles para pajaritos de paso, horquillas donde hacer un nido y huecos para esconder avellanas.
    Elige tu sitio. ;)
    Un abrazo y nos "vemos"

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    Respuestas
    1. Pues a mí me gustan los árboles "normales" y los bonsais pero sobretodo me ha encantado tu relato.
      Maravilloso!!
      Muchas pompitas.........esperon que viajen y te lleguen.

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    2. Ya me llegaron tus pompitas: están en algún hueco de mi árbol ;) y te mando otras tantas.
      Sonrisas :)

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