martes, 14 de febrero de 2012

Piedra, papel o tijera


 
                                                                 https://www.youtube.com/watch?v=lgogjHNLqk8

Érase una vez, hace mucho, mucho tiempo, una música solitaria y pobre.
Había encontrado una choza abandonada y aislada donde vivía a gusto, al abrigo de sus muros de piedra tosca y segura, de color ocre pálido.

Sentada al amor de la lumbre, tocaba el arpa y alimentaba el hogar con puñados de fantasías de papel que recortaba con unas tijeras de plata, regalo de las hadas del bosque.

En las paredes, un arcoiris de láminas pintadas con los colores que más abundaban a su alrededor:
verde de los árboles, azul del cielo, malva, rosa y anaranjado de las flores que crecían por doquier y blanco del alma de la casa.
 
Un día, al volver del bosque donde solía buscar alimento, vió sorprendida cómo un cristal de su ventana estaba algo roto en una esquina.

Al principio, el hecho la disgustó. Pero era primavera y por esa rendija, dejó que entraran el sol y los arpegios de los pájaros bulliciosos y el perfume de las nubes viajeras hinchadas de sueños.

Alguien había lanzado una piedra en uno de los cristalitos de su ventana; no era la primera vez pero lo sorprendente era que esa pequeña piedra venía envuelta en una hoja de papel arrugado: la alisó con una caricia de la mano y descubrió palabras sueltas, notas borrosas, medio difuminadas,  frases inacabadas sobre un pentagrama enmohecido ; y empezó a leerlas, intentando descifrar la música del texto... parecía un cuento, escrito en un idioma dificil de traducir; y empezaba bien, entre árboles y estrellas.
Y le recordaba relatos antiguos, leídos hacía años.
Guardó la hoja.



Pero cada día, al volver de su paseo, encontraba una nueva piedra algo más grande con su hoja arrugada y otro cristalito roto, dibujando mapas de islas desconocidas.
Y seguía guardando las hojas.

Y así transcurrió la primavera y llegó el verano con la ventana casi desnuda, casi sin cristal, quedando sólo el marco de madera astillada y algunos añicos de colores hirientes, aún unidos por el plomo.
Y entraba la risa alegre y burlona de un niño travieso; y ella, con piel tersa y pies alados, salía al amanecer para jugar con él al escondite en el bosque o miraban las estrellas cada noche, en silencio.
Peinaban sus rizos olorosos con la punta de los dedos, se salpicaban con el agua fresca y límpida de los riachuelos escondidos y comían cerezas y arándanos que teñían de rubor sus mejillas risueñas.
Y así pasó el verano, entre los juegos y las risas susurradas de los dos adolescentes.

Y llegó el otoño con sus torbellinos de hojas secas alternando con días de calor tibio, rachas de viento fresco y lluvia monótona.Y pasó el otoño.

Llegó el invierno...
Y el frío entrando por la ventana sin cristal.
Y el fajo de las hojas del cuento incomprensible cerca del hogar frío lleno de ceniza y hollín.
Y la humedad rezumando y diluyendo los colores de los recortables.
Y el peso de los cantos rodados del riachuelo que no se resignaba a lanzar contra el cielo maldiciendo a las estrellas.

En una noche sin luna, vió cómo todo su tesoro de piedra y papel se puso a bailar con las tijeras de plata; y en su desconcierto, los vió perseguirse, como fuegos fatuos extraviados, entre nubes disfrazadas de animales fantásticos que les gritaban burlones :"Piedra, papel o tijera"   "Piedra, papel o tijera"   "Piedra, papel o tijera"...


 .

15 comentarios:

  1. Me ha encantado este cuento, Fram, y la música que lo acompaña. Sensibilidad, fantasía, sentimiento... He recordado mi cabaña del monte, que alguien apedreó una vez, rompiendo los cristales de la puerta para llevarse... un camping gas que me regaló mi hijo. Las piedras utilizadas estaban en el interior de la cabaña, no envueltas en ningún papel. Lo sentí más porque era un regalo de mi hijo que por el camping gas y los cristales rotos. Después de leerte me cae mejor el ladronzuelo, igual era un poeta que no sabía escribir...

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  2. ... o alguien que necesitaba aprender a cocinar... o alguien cansado de comer frío, de bocatas... o de mascar chicles robados en otro sitio :)
    Te podía haber dejado una nota de agradecimiento por lo menos :( (
    Un beso. :)

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  3. El mundo tiene que ser redondo porque gira y gira, y nosotros con él; y en ese girar constante y continúo como un torbellino imparable perdemos y encontramos, olvidamos y descubrimos; y al hallar aparece la placidez y el recreo en lo encontrado.

    Igual que el mundo, redondas, son las pompas de jabón. De trayectoria desconocida, con diferentes tamaños y colores que incansables y sorpresivas aparecen cada martes para regalarnos canciones, cuentos, ideas, poesías y mucho más.

    Este año el mundo me ha regalado el hallazgo de una Pompa de jabón.


    Viento de lebeche

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  4. Por supuesto que es redondo e infinito el mundo, Viento de lebeche.
    Lo contiene todo...hasta imperfecciones que de nosotros depende identificar, recortar y pintar de colores.
    Y gira sin parar, y por eso vuelven las primaveras y los veranos :)
    Las pompas de jabón son efímeras pero mientrás haya agua...

    Un abrazo grande para ti. :)

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  5. Solo de pensar que has alegrado a Diego, ya me voy de aquí feliz...

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  6. El mundo es redondo, MaríaJesús, y algo de tu felicidad volverá a mí, el día que nuestro amigo común, me dé este especial libro de cuentos, de ingredientes variados pero cocinado con cariño desde Galicia, que me ha prometido :)
    Gracias :)

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  7. Pues yo también me he quedado impresionada con la belleza y originalidad de tu cuento, Fram; una pura alegoría sobre lo fantástico, y el arpa de su "banda sonora", con esa música tan aparentemente sencilla, lo remata a la perfeccíón. La música es el idioma más universal, no podía faltar en un relato tan imaginativo.

    Gracias! :)

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  8. "La música es el idioma más universal" y el más sugerente: escuchas y te vienen imágenes a la mente... y a la punta de los dedos...¿verdad, pianista? :)

    Besotes, guapa. :)

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  9. El viento es impredecible. Pasa tiempo sin aparecer y de pronto vuelve y vuelve. El lebeche es el mas loco de todos.
    Vuelvo a tu cuento. Es precioso.

    Viento de lebeche

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  10. Sí, amiga ;) impredecible es el viento, sea siroco, lebeche o cierzo... son todos unos locos :D pero mientrás suene el arpa...

    Me gusta que te guste mi cuento medieval. Gracias.

    Un beso grande, grande y nos vemos ;)

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  11. Un cuento precioso, mágico, me ha encantado, sobre todo por tu especial manera de contarlo. Que no falte la música, ni el viento, ni los aromas...
    He venido a disfrutar y, como siempre, lo he hecho.
    Un abrazo y hasta pronto.

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  12. Muchas gracias por tus palabras, Mercedes.
    Disfruté yo mucho escribiéndolo y me alegro haber podido transmitiros el momento especial que me inspiró la música.
    Un abrazo y hasta cuando quieras.
    Ps Estoy esperando la continuación de lo tuyo ;) y he disfrutado yo también con tu clase de esta mañana. Gracias por repartir los apuntes.

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  13. Buenas madre ¡¡

    Un poco de info de la arpista, Carol Thompson: http://www.carolthompsonharp.com/

    Y ahora un fragmento de un poema de Yeats:

    Red Rose, proud Rose, sad Rose of all my days!
    Come near me, while I sing the ancient ways:
    Cuchulain battling with the bitter tide;
    The Druid, grey, wood-nurtured, quiet-eyed,
    Who cast round Fergus dreams, and ruin untold;

    Un besote madre ;)

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  14. "¡Rosa roja, rosa orgullosa, triste Rosa de todos mis días!
    Acércate a mí, mientras canto sobre los tiempos antiguos:
    Cuchulain luchando contra la amarga marea;
    Sobre el Druida, gris, nutrido por los bosques, con mirada tranquila,
    Que dio a Fergus sueños, y ruina indecible:"

    Y así sigue:
    "Y sobre tu propia tristeza, que las estrellas, envejecidas
    En su danza de sandalias plateadas sobre el mar,
    Cantan en su triste y solitaria melodía.
    Acércate, para que no cegado ya por el destino humano,
    Pueda yo encontrar bajo las ramas del amor y del odio,
    En todas las pobres cosas tontas que viven un día,
    La belleza eterna recorriendo su camino."

    Gracias, hijo. Es precioso.

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  15. elijo papel, para derramar las letras vivas y vivir dos veces o más.

    Besicos.

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