martes, 17 de abril de 2012

Vidriera con grisalla.

Una mañana se despertó más temprano que de costumbre
                                  y todo estaba gris.

Gris la sábana rosa.
Grís el cuerpo que la sábana ocultaba.

Gris la cortina blanca.
Gris el cristal de su ventana.
Gris la luna que por ella asomaba.



Se frotó los ojos cansados.
Se preguntó con incredulidad:
 "¿Dónde se han ido los colores? ¿El azul del cielo, el verde de los árboles, el amarillo del sol y el rojo de su música...?"

Se levantó sin ganas, gris.
Ducha fría de gotitas grises resbalando en el gris frío de las escamas de su piel de lagarto.
Agua gris, sabor a ceniza.
Y el gris indefinido en su cabeza de pelo enmarañado reflejado en el gris plata vieja de la luna de su espejo.
La luna de su espejo...
Se restregó todo el cuerpo con fuerza intentando borrar ese color sin color que le ahogaba. Marmóreo.
No se borraba. Cambiaba de matiz, diluyéndose y reagrupándose sus reflejos de mercurio tóxico. Gris.
Gris como frágil cuello de tórtola.
Gris como pegajosa tela de araña.
Gris perla, nácar de ostra.
Gris azulado, flor de romero.
Gris verdoso, tomillo seco.
Gris. Gris. Gris.

"¿Dónde se han ido los colores?" repitió en voz alta.
Se vistió. Pana gris. Camisa a cuadros azul grisáceo. Deportivas grises. Polvo del camino.
Buscó las llaves. Acero frío. Gris.
Gris la esfera metálica de su reloj implacable.
Coches grises. Plateados. Horizonte gris humo de ciudad.
Niebla. Grises las siluetas lejanas.

"¿Dónde se han ido los colores?" gritó, con angustia.
Un pájaro blanco chilló; levantó el vuelo, entre protestón y asustado. Se posó cerca, en una encina muerta, mirando hacia el este. Esperando. Esperando...

Detrás de las nubes grises, ponzoñosas, una estrella se apagó. Se diluyó su reflejo.

Se desperezó un nuevo día.
Asomó, indeciso, un rayo de sol pálido.
Por costumbre, por inercia, se puso las gafas para proteger sus ojos de cardenillo.
Para esconder su mirada gris.

... Y despacio, volvieron los colores, tiernamente. Todos los colores... una marea lenta y terca, de olas cálidas de colores brillantes que intentaban invadir su espacio y se deslizaban, buscando inseguros, un sitio. Su sitio.
Marea. Olas que van y vienen.
Meciendo los colores. Con ternura.
Azul del cielo luminoso,
verde frágil brote de primavera,
rosa nácar de la piel de las sábanas,
amarillo del sol, rojo de su música,
anaranjado oloroso del alhelí...
... reflejados en el cristal limpio de sus gafas. Reflejo... Espejismo...

                               

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8 comentarios:

  1. Es curiosa la vida que nos ofrece días en los que nos rodean todos los colores y sin embargo sólo vemos el gris.......y tenemos que hacer un esfuerzo para ir descubriendo que los demás colores están ahí.....tímidos.....pero están.
    Aunque como color me gusta el gris, sobretodo el gris oscuro espero que en los días de tod@s prevalezcan todos los colores .........Feliz semana. Bizous

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  2. Si sabemos esperar y usar las gafas, a los días grises los siguen otros, luminosos.
    Maravillosamente contado.

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  3. No sé si es decisión o simple cansancio de haber visto demasiados grises pero últimamente he conseguido ver el color que quiero...,elección consciente...todo está en usar nuestras retinas como simple instrumento...lo demás sale de dentro...será la madurez???

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  4. Sí, María, en realidad están los colores siempre... pero a veces son tan difíciles de ver... Un gros bizou pour toi et à bientôt.

    MariaJesús, me gustan tus gafas, tan bien graduadas ;)

    Mabel ¿cómo lo haces? ¿como el monigote del dibujo aquel? ¿madurez? Y esto ¿qué es? :D

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  5. Pues sí...el monigote,pero para ver colores siempre hay que haber visto negro...madurez???o camino andado??

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  6. ¡ojala por mucho camino andado, no llegue la madurez de los colores!... demasiado cerca de la "pochez". ;)

    Abrazotes para ti.

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  7. Los grises son necesarios, como dice Mabel. Y tienen su belleza antes de amanecer o después de anochecer. Y los daltónicos los aprecian, los matizan, los alaban como nosotros hacemos con nuestro mundo de color.

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  8. Sí, teneís razón: son necesarios los grises... para poner de relieve los demás colores si (cuando) los hay.
    ¿Sabes que según los científicos, los gatos perciben sólo verde y azul y que para ellos los demás colores son grises?... (y gris oscuro el rojo)
    Y sin embargo, son felices con lo que ven. Y ellos hasta ven cuando todo es negro. Ya sabes, los gatos... un ejemplo a seguir :)
    Abrazote.

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