martes, 5 de junio de 2012

Casi centenaria


Este texto de hoy, no es mío sino la traducción de una canción de Lynda Lemay. "La centenaire"
No me gusta mucho traducir ciertos textos: es tan delicado; te encuentras tan expuesto/a a no saber transmitir el sentido exacto, el ritmo del pensamiento, la dulzura del texto original y a traicionar, por torpeza, la palabra de su autor.

Pero me decidí a traducirla por... para darle voz a quien ya casi no la tiene.

Desde la bruma silenciosa de sus ojos y sus oídos de
98 años, ella, normalmente tan dulce y paciente,
dijo con enfado:
 "Pero ¿qué hago aquí todavía?"
No sé exactamente a qué se refería con esta pregunta pero me vinó a la mente esta canción:





"  Llevo cien largos inviernos
  gastando el mismo cuerpo.
  He cumplido cien años ayer
  Pero ¿a qué espera la muerte?
  Todavía tengo toda mi cabeza
  está llena de recuerdos
  de la gente a quien he visto nacer
  y después he visto morir.
  He llevado tantos lutos
  que tengo ideas negras
  Y estoy aquí, preparándome,
  eligiendo mi ataúd.
  Pero el médico me repite,
  visita tras visita,
  que tengo una salud perfecta
  Y va y me felicita

  He visto la Primera Guerra,
  el primer teléfono
  Héme aquí . centenaria
  pero bueno.. a mí ¿de qué me sirve?
  Los grandes aviones rugen
  Hay una raya en el cielo
  Es como si el Eterno
  me hubiese tachado de su lista

  Llevo cien largos inviernos
  gastando el mismo cuerpo
  He cumplido cien años ayer
  Pero ¿a qué espera la muerte?
  ¿qué es lo que no he terminado
   que tendría que terminar?
  ¿perder un último amigo?
  ¿enterrar a mis nietos?

   He cumplido cien años ayer.
   Mi sitio ya no es éste.
   Está en el cementerio
   está en el paraíso.
   Si merecía el infierno
   pues está logrado
   porque soy centenaria
   y sigo con vida todavía.

  Yo he nacido con las velas,
  He crecido con el carbón.
  Por supuesto que me acuerdo
  del primerísimo fluorescente.
  He conocido la Gran Crisis:
  iba yo a cumplir treinta años.
  He conocido las iglesias
  con gente dentro.
 Yo he conocido los caballos
  y las tablas de lavar,
  y un río tan hermoso
  que podíamos bañarnos.
  Yo he conocido el sol
  antes de que fuera peligroso.
  ¡¡ pero qué vieja soy!!
  ¡ven a buscarme, por Dios!

  He cumplido cien años ayer
  y no es por falta de rezos
  pero parece que
  Dios se ha olvidado de mí.

  Entonces tengo cuidadoras,
  sólo nuevos rostros,
  unas amigas de paso,
  pagadas por semana.
  Hablan un idioma
  que jamás será el mío
  Y me da pena
  tener cinco veces su edad
  y mil veces su cansancio,
  inmóvil en mi ventana
  mientras ellas navegan
  tranquilas por Internet.

  Es cierto que espero la muerte
  pero no es por ser mórbida,
  es que tengo cien años en el cuerpo
  y porque todavía estoy lúcida
  Es que estoy hambrienta
  pero ya no hay nada que morder,
  Es que mi pasado se desborda
  y mi porvenir está vacío.
  Enseñan en la tele
  cohetes que despegan
  ¿me explicará alguien
  lo que me retiene en el suelo?

  Soy de otra época,
  pertenezco a la Historia,
  he tenido mis años locos,
  he tenido mis horas gloriosas,
  He tenido un buen marido
  y cuatro hermosos hijos
  pero todos se fueron
  a dormir en el firmamento
  Y yo soy la única que sigue despierta
  la única que vive y sigue viviendo.

  Me caigo de sueño
. Pero ¿a qué espera la muerte?"


.Para ti,
        esta pompita-abrazo que no leerás ni oirás nunca...
... perdida en la bruma de tus 98 años.

.

14 comentarios:

  1. Si se desea la muerte y ésta no llega, siempre nos queda la opción de buscarla nosotros mismos.

    Un abrazo.

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  2. Incluso a mi, bastante más joven, a veces, la vida se me hace larga.

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  3. El peso del tiempo se ha apoderado de mis pupilas, retraídas en cada párrafo florido de las mil edades que se multiplican albergando suspiros.
    El tiempo mismo se ha ido por un largo trecho, asimilando que las cenizas del pensamiento siempre regresan a la tierra.

    Por otro lado, me gusto mucho la foto del gato en la imagen de perfil.
    Saludos.

    http://youtu.be/E206ROAYSEE
    +
    http://fuecasialcomenzar.blogspot.com/
    +
    Viaje [x] la colgadera
    =
    Tripp completo.

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  4. Triste el texto de "tu" Lynda Lemay. A mí que no me busquen vivo el día de mi centenario: no pienso llegar sino trasformado en savia de romero murciano.

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  5. Ignacio, nunca he oido hablar de un(a) suicida centenario(a)... Hasta para acabar voluntariamente hace falta tener fuerza en el cuerpo...

    MariaJesus, pero con tus múltiples actividades, se te harán cortas las horas... Yo, pienso que se hace larga la vida si no tienes nada que hacer, ningun proyecto, ni fuerza en el cuerpo para más descubrimiento...
    Hablando de descubrimiento: ¡por fin ha llegado a mí, este librito tan especial! :)Bonito detalle tuvieron contigo y bonito detalle tuviste tú. Beso.

    peyote, bonitas palabras...ahora mismo te hago una visita.

    Diego, sí, triste esta canción, por realista.
    Ya sabes cómo es "mi" Lynda, sin tapujos :D
    Sí, te imagino perfectamente en savia de romero murciano o en gotica de estalagtita en tu cueva. ;)

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  6. Bonita letra, aunque un tanto triste.
    Me ha recordado a mi abuela, pues parece su biografia. Murio a los 103 años.
    Un abrazo.

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  7. Framboise, los "suicidas" no tienen edad. Y hay formas de poner fin a tu vida que requieren un esfuerzo tan infimo que cualquiera podría hacerlo.
    Beso.

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  8. tetealca, sí... triste pero tan real en muchos casos
    103 años... supongo que años llenos de salud y cariño
    Un abrazo.

    Ignacio, efectivamente no hay edad para sentirse tan desesperado que la única salida parezca el suicidio pero por estadística, en esta franja de edad, se da mucho menos.
    Supongo con que este "suicidas" entrecomillado, te refieres a ayuda para terminar cuando no se puede hacer por uno mismo ¿no?
    Beso y nos "vemos".

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  9. No, simplemente lo entrecomillé para citar textualmente tu palabra, pero tambien valdría en el caso que dices.
    Beso

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  10. Tema denso...rico,riquísimo,da para largas charlas con unas copas en la mano pero...la vida tiene tantos matices!!!vale la pena vivirla!!!

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  11. Aunque sea ya tan largo el recorrido. Tanto que desde esas brumas de la mente queden confusos los tiempos, también imprecisas las fronteras de las ausencias, cuando ya en la lucidez solo hiere el cansancio… Pero siempre queda, porque aunque sea con la fuerza de una “pavesica” casi apagada permanecen las respuestas a los conceptos básicos de cariño, del amor en la intensidad de un abrazo.

    Me hubiera gustado conocer su nombre, siempre me gusta conocer los nombres. Sabes Fram que hasta alguna vez he perdido por ahí el mío, ojala nunca llegue a olvidarlo.

    Besos.

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  12. :) Mabel, espero disfrutar de estos matices con unas copas en la mano y largas charlas... en breve ;)
    Abrazote.

    ¿Preguntas por su nombre, Mercedes?... Ella tiene nombre pero puede ser el que sea, el tuyo, el mío, el de cualquiera...
    Y ¿los nombres, qué son? Algo que nos dan, algo que pone el Hombre en su afán de etiquetar para no perderse.
    No sé... a mí no me hacen tanta falta. (salvo los de los pájaros :D))
    Tranquila... si pierdes tu nombre, lo olvidarás (tu nombre y el haberlo perdido :) ) pero los que te dan abrazos, no lo olvidarán. Seguro.

    Un cariñoso abrazo (alado).

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  13. Dicen que recorre el espinazo con la suavidad de una pluma negra; que corta de raíz los sueños de los más jóvenes y es el bálsamo de paz para quienes han navegado su vida con larga singladura. Yo no lo sé, aunque algo he oído, ese ángel que dice "ven, duerme; duerme y despierta, despierta y vive por siempre"

    Precioso.

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  14. ... Y vive por siempre en el recuerdo de los que te quieren.

    Gracias por tu visita, Valaf.

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