miércoles, 17 de abril de 2013

Libros de segunda mano


 

Faltaba la primera página de ese libro de segunda mano que acababa de adquirir en una pequeña librería de su barrio: el porqué de la recopilación de esos cuentos, la introducción que no recordaba de su anterior pero lejana lectura.
Le disgustó el hecho de no haberse dado cuenta antes de la existencia de los pequeños dientes de papel que le habían mordisqueado la nariz al olisquearlo. Le encantaba el olor de los libros, viejos o nuevos, y era un ritual que siempre repetía al empezar su lectura.

Pero llevaba mucho tiempo deseando leerlo de nuevo y se zambullió directamente en las diferentes historias que desde la primera la volvieron a cautivar.
Y se pasó toda la noche leyendo. Y otra. Y otra...
Cuando cerró el libro, acarició la cubierta y volvió a pensar que le gustaría recordar lo que estaba escrito en la página arrancada...
Decidió ir a la librería a reclamar.

El dependiente sonrió, feliz :"Hoy es usted la primera que se interesa por esta parte del libro." Y le dio la hoja que estaba en espera en una pila de hojas iguales puestas entre la impresora y la trituradora de documentos, entre dos estanterías que no contenían más que este título:  todos libros de segunda o tercera mano, de diferentes editoriales y épocas; unas estanterías fruto de una monomanía obsesiva con años de investigación a sus espaldas.
Le entregó también un formulario para completarlo con sus datos y depositarlo en el buzón. Y añadió un marcapáginas con el logo de la librería.
Y una palabra amable: "¡Suerte!"
El dependiente siempre arrancaba esta parte del libro para así comprobar visualmente quién sería la afortunada (o el afortunado) del regalo promocional de la temporada.

Cuando, sentada en un banco del parque cercano, ella leyó esa página, se quedó pensativa.
Era el resumen de unas vidas cercanas y a la vez lejanas, conocidas y sin embargo ignoradas.
Investigó al final de su ejemplar y volvió a leer el último cuento para comprobar si el desenlace se correspondía con la realidad que ella intuía.
Volvió al principio del libro, buscó un nombre, una fecha, una dedicatoria... No había más que una frase, corta y algo impersonal, con caligrafía algo torcida. Sin firma. Nada.
Tanteó con la punta de los dedos en busca de un mensaje escondido. Hasta levantó una esquina de la hoja de papel jaspeado pegada a la cubierta interna, intentando ver si escondía algo que le daría una pista.
No había más pista que varias manchas de diferentes tonos y tamaños. Casi todas negras y casi redondas como notas musicales, algunas llenas de ganchos alegres, bailando fuera de los senderos.
Se secó los ojos con una risa nerviosa, algo avergonzada, llamándose tonta y fantasiosa.
Y murmuró:  "Aunque sea un libro de segunda, tercera o quinta mano,
                     no encontrarás respuesta aquí tampoco."
 ............................

Pompita para una amiga-lectora olfateadora de papel y pentagramas, hoy desaparecida.
     Y para los amantes de los libros de segunda mano.
                           ¿Lo sois vosotros?...

 
"La sombra del viento" Carlos Ruiz Zafón

                           
Y para seguir disfrutando de las mil y una historias... música.
                      
                                  
                                    

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16 comentarios:

  1. Rediez, lujo mañanero, eh? Empezando por la música que escucho mientras te escribo.

    Y estoy muy de acuerdo con la cita que pones al final: hay algo en los libros antiguos que te produce vértigo, y no me refiero sólo al olorcillo a tinta y tal vez moho que desprenden sus páginas, sino a la gente que ha viajado sobre la cresta de sus letras.

    Tenemos unos cuantos de este tipo y son verdaderos tesoros, no por nada, sino por lo que cuentas en el post. Por cierto, rematas con esto: "Aunque sea un libro de segunda, tercera o quinta mano, no encontrarás respuesta aquí tampoco." Y rematas de cabeza y encima metes gol.

    Un besazo

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  2. :) Sí, Valaf, un lujo de música :) para acompañar un libro muy querido. Creo que el primero que despertó mi gusto por lo fantástico y por oriente.
    Yo también tengo algunos de esos muy viejos, algunos heredados de familiares y otros comprados.
    También podríamos hablar de los subrayados o las notas en los márgenes que esos que los han leído antes que nosotros, han dejado como guiños por encima del tiempo.

    :D ¿Remato de cabeza? :D:D... de cabeza me trae mi invisibilidad parcial otra vez :(((( y a mí, me mete un gol otra vez blogger.
    En fín...veremos lo que pasa la semana que viene.

    Un besote y gracias por tu visita. :)

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    1. Oiga, SEÑORA!!, a saber qué ha tocado usted que sigo sin verla, jajajajaja...¿No se habrá pasado con una poción de algo? ¿¿Acaso le han caído un par de gotas en el trastito?? No me dirá usted que lo escribió desde el interior de cierto laberinto de setos...¿¿¿NO???, jajajaja.

      Mira a ver con esto: entras en el post como si lo fueras a editar, y lo guardas en borrador. Luego lo vuelves a publicar (se mantiene todo, fecha incluida y comentarios, no te preocupes)

      Un besazo

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    2. :D Lo escribí desde el interior de mi laberinto cerebral con lo cual peor aún jaja
      Tengo la manía de retocar ciertos textos hasta el último momento casi (tiquismiquis que es una) y puede que sea la razón de mi invisibilidad. No sé...
      Salí el martes a mi hora de siempre y al comprobar que no existía fuera de mis pompas, hice lo que me recomiendas. Salí otra vez el miércoles e igual resultado. No entiendo nada... esto formará parte de lo fantasmagórico del "cacharrito" :D
      Estaré el martes que viene ;)... espero :)
      Gracias y un besote. Y una sonrisa por supuesto :)

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  3. Me ha encantado tu relato de hoy. Decirte que adoro los libros es descubrirte poco,pero es así.Me da igual si son nuevos o usados,me importan sus letras. Hace tiempo leí un libro cuyo protagonista contaba sus aventuras desde que lo imprimen hasta que desaparece,pasando por muchas manos y diversas tiendas de segunda ,mano. Te parecerá tono... pero cambió mi forma de ver los libros de segunda mano.
    Besos

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  4. :D Silvia ¿que adoras los libros?... nunca lo hubiera sospechado :D
    Sí, nuevos o viejos, lo que más importa son sus letras pero con los viejos, yo creo que sueño más, imaginando a sus anteriores lectores.
    ¡Oye!... este libro del que hablas...¿no sería "Las aventuras de un libro vagabundo" de Desalmand ? No me parece nada tonta tu reacción ;)... a mí, me encantó. Mira:
    http://franpompasdejabon.blogspot.com.es/2011/04/la-invasion-silenciosa_19.html
    Besos lectores.

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    1. Sí!!! Justo ese libro es. Una preciosidad que ha pasado por el mundo librero sin pena ni gloria.
      Me pareció todo un hallazgo para una amante de los libros :-)
      Besos!

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  5. Caramba F. qué entrada tan bonita, y además con Scheherezade de fondo, hacía tiempo que no la escuchaba. He disfrutado.
    Me ha gustado todo lo que he leído de C. Ruiz Zafón, pero “La sombra del viento” especialmente, es un libro precioso.
    También me encantan los libros de segunda mano, tiene vida propia, historia y misterio, como le sucede al libro de tu entrada. Yo con algunos libros tengo una relación rara, para mí algunos son como tesoros, después de haberlos leído me cuesta desprenderme de ellos, incluso dejarlos me produce incomodidad, surge entre el libro y yo una relación de apego algo enfermiza una vez que ha sido manoseado, subrayado, o sea, “guarreado”, y con su lectura haber volcado sobre él un hilo invisible, que le hace insustituible, único, con vida propia, y no quiero ya ningún otro ejemplar, aunque sea exactamente igual, quiero el mío. Estoy volada, pero trato de vencer mi paranoia, a base de leer en el ibook y los alquilados en la biblioteca.
    Besos escapados de un libro viajero

    Viento de lebeche



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  6. Hace bastantes años leí La sombra del viento pero tus palabras y esta historia, en este momento, me ha emocionado más que el recuerdo y la sensación que guardo del libro de Ruiz Zafón. Me agrada la idea de compartir libros, de intercambiar y canjear libros entre amigos y, ahora entre conocidos virtuales. Matices, de este blog
    http://maticesdecolores.blogspot.com.es/2013/04/sant-jordi-bloguero-2013.html

    ha presentado una propuesta bloguera para celebrar San Jordi de un modo muy especial; me he enterado tarde pero tiene mucho que ver con tus permutas especiales.

    Un abrazo

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  7. :) Viento de lebeche, te entiendo y muy bien... me pasa lo mismo ;) Me gusta regalar libros pero soy reacia a prestarlos... Por cierto...¿no tendrás ninguno mío, verdad? :)))
    Besote grande.

    :) Esilleviana, acabo de mirar el enlace y me parece muy buena iniciativa pero... ya estamos casi en San Jordí :(
    Un abrazo.

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  8. ;)) ¡¡Me encanta el olor a tinta y el tacto rugoso de los textos antiguos!!
    La pieza que nos pones es sublime.

    PD: No te veía, pero ya me comentó Jordi el motivo...;))
    B7s

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  9. Hola, Mari. Sí, el olor a tinta o moho, el tacto del papel o la cubierta, las ilustraciones en color o negras, preliminares del texto, aperitivos del banquete del lector ;)
    Me encanta Rimsky-Korsakov :))

    Ya renuncio entender lo de mi visibilidad fluctuante...
    Sólo deciros que si no pasa nada raro, pienso estar aquí cada martes como siempre. :)

    B7sssss

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  10. Magnifica entrada, me encantan los libros sean de primera o segunda mano, pero los de segunda mano tienen las huellas de todos aquellos que lo leyeron e imaginaron otro final u otro principio. Los ya leídos huelen distinto y sus hojas manidas nos cuentas deseos de otros.

    Muchos besicos.

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  11. Sí, Ana: esto es exactamente para mí también: las huellas de las manos anteriores.
    Otros muchos con sonrisa y abrazo.

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  12. ¡Qué sorpresa! como en los supermercados, me llevo 2x1. Ya me había extrañado tu ausencia pero no pensé que fuera un problema técnico. Blogger a veces es de lo más caprichoso.

    Vamos con los libros, ¡Ahhhh! los libros, nuevos o viejos, ¡qué bien huelen! pero con los viejos apetece acariciar sus páginas e imaginar cuántas manos antes que las tuyas las acariciaron, cuantos sueños despertaron. Sí, me gusta que los libros pasen de mano en mano, una vida detrás de otra, de dueño en dueño. Con cada uno la aventura vuelve a empezar y siempre es nueva y distinta, porque el libro es el mismo pero la historia que lee cada uno es única.
    ¡Una entrada preciosa!

    Besos

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  13. :) Pues sí, Jara, por mucho que el libro sea el mismo, cada cual lee de forma distinta el texto y entre líneas también. Y si hay notas o subrayados de frases, parece que se establece un diálogo entre el autor y los muchos lectores: hace poco compré un libro de no-sé-cuantas-manos y tenía subrayados de diferentes colores que atraían mi atención en aspectos que en un principio no había enfocado. Es emocionante.
    Referente a mis "ausencias"... pues si no pasa nada, estoy aquí todos los martes ;)

    Besos, lectora :)

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