domingo, 28 de julio de 2013

Los cuatro puntos cardinales.


                                                                                                                                                   de la red
Trata esta historia de cuatro amigos,
                               compañeros, compinches, cómplices.
Los cuatro puntos cardinales. Y la música de los 32 vientos, nunca mudos.

Me gustan las veletas: las hay bien bonitas o curiosas... con sus cuatro puntos cardinales y su eje. Y me recuerdan algo...
Hay palabras que evocan con mucha intensidad. Y con la palabra "albaricoque" (una de mis frutas favoritas: color cálido, piel suave, sabor fino), me pasa siempre lo mismo: me vuelvo niña recordando un juego familiar de la infancia: después del festín que tenía lugar en el mismo árbol, elegíamos un hueso y, con paciencia y arte, desgastábamos sus dos extremos hasta el punto de obtener dos agujeros.
¿Por qué? ¿Para qué? para obtener una suerte de instrumento musical que nosotros llamábamos flauta (en realidad sonaba más bien como un silbato.)
Al cabo de algún tiempo, la almendra-semilla vibrando en el interior del hueso produce un sonido que según la habilidad (o torpeza) según la fuerza (o falta de) o según la dulzura (o impaciencia) con la que se sopla, evoca el canto de un ruiseñor de primavera o las preguntas de un búho o el chirrido de una veleta oxidada o ... el casi silencio con leve eco de caverna en el peor de los casos.


                                                                                                                           
Trata esta historia de cuatro amigos,
                               compañeros, compinches, cómplices.
Los cuatro puntos cardinales. Y la música de los 32 vientos, nunca mudos.

Viven escondidos, al abrigo del hueso de los albaricoques; y cantan.
A veces cantan de dos en dos, o sólo uno, o tres...
Pero cuando cantan los cuatro a la vez es...
un vendaval, un tornado, un huracán...
El viento es siempre loco, sea suave o potente, juguetón o furioso.

Los vientos tienen nombres bien bonitos y evocadores...
En todos los idiomas:
      vientos de aquí: "siroco, lebeche, cierzo, galerna..."
      o de allí:  "zéphir, autan, mistral, levant, tramontane..."
      vientos bretones... "sterenn, mervent, kornaoueg, gwalarn..."
     o vientos provenzales..." narbounés, aguieloun, eissero, ventureso..."
     ... Corazón, piel, mente, alma...

Y cómo suenen dependerá del hueso de la fruta elegida. No es lo mismo un albaricoque que un melocotón o una ciruela por ejemplo.
La música depende de tantas cosas ¿verdad? Toda música...

Y creo que cada música es cosa de genios.
Compositores-interpretes, cantautores sabedores de las reglas del arte, con oído fino e imaginación infinita.
Y de la intensidad con que soplan los cuatro amigos,
juntos o por separado.

La Rosa de los 32 Vientos,
con sus perfumes marítimos o terrestres
y con sus espinas también,
guía a los que viajan.


                                                                                                                                                                                                    de la red

Pompita soplada desde mi tejado.

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26 comentarios:

  1. Yo también hice flautas con huesos de albaricoque. A veces cantaban, otras veces silbaban, y otras tantas conseguían vaciar mis pulmones sin regalarme ninguna nota.
    Gracias por tu visita que ha hecho que llegue hasta tu maravilloso mundo de Pompas.
    Un besito coloreado

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    1. ¡No me lo puedo creer! Alguien más hace flautas de hueso de albaricoque :)) Alguien con arte para la madera ;)
      Me atrajo tu costurero y... "de fil en aiguille" descubrí más cosas bonitas. Yo también tengo costurero, batiburrillo de hilos, botones y más cosas y al cual di vida con lija, cera y caricias (enérgicas) de borreguillo.
      Y recuerdos de la infancia con otro, el de mi madre. Y una lectura reciente de uno maravilloso: "Le coeur cousu" de Carole Martinez.
      Así que entré y disfruté. Y ya te tengo "cosida" aquí para que no te me escapes :D
      Un beso con sonrisa

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  2. Nunca he hecho una flauta de huesos de fruta, aunque sí de pajas de centeno.

    Pero tu texto trae música viajera y perfecta. De lo mejor que te he leído hasta ahora (y en tu blog hay mucho y bueno).

    Es curioso, ayer habló María en su blog de rosas y yo le hice alusión a la rosa de los vientos...quizá el aire viajero que hoy nos duele.

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    1. Con huesos de albaricoque, paja de centeno y también con una hoja verde, recia y bien colocada entre los dos pulgares... menos trabajoso y sonido siempre igual pero rápido y sonoro para comunicarse entre los trigales ;) Una infancia en el campo da para mucho.
      Este texto llevaba mucho tiempo en estado larvario en los vericuetos de mi cabeza... unos 40 años ;)
      Remodelado varias veces ya salió a la luz. :)
      Me alegra que te guste; y me pongo colorada por tus palabras.
      ¿María? ¿blog de rosas? tengo que cotillear :))
      Un soplo de aire cálido para intentar atenuar el dolor de Galicia y de todos.

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  3. Pues verás, en relación al post sólo comentarte que es una preciosidad, y peloteo = 0. Lo has bordado. También me recuerda una veleta que tiene el campanario de Xodos, aunque es un gallo; veleta de esas antiguas y que en el atardecer del macizo del Penyagolosa se recorta sobre el cielo de una manera yo diría que bellísima. Es cierto que lo asocio más a los días de invierno, cuando a las 6 ya es de noche y las callejuelas de ese pueblecito huelen a chimenea cosa fina. Y la taberna "Casa Anna", prepara unos "cremaets" que agárrate y no te menees (el peligro: luego tienes que conducir hasta CS, unos 60 km, jajajaja...)

    A mi me encantan los días de Mestral, en esta zona del Mediterráneo es un viento del norte, seco, que deja el cielo limpio y transparente. Es un viento frío, pero a mi me encanta eso del frío y tirar de parca (Mari no tanto: ella es más friolera y se le hielan cosa mala los dedos de las manitas y la punta de la nariz, así que tira de guantes, gorro, bufanda y demás, aunque la carita de niña "toy congelá" no se la quita nadie, jajajajaja)

    La foto del final es la repera. Me recuerda la sintonía de "La rosa de los vientos", programa de Onda Cero que trata sobre asuntos misteriosos, historia y cosas por el estilo. Te dejo la canción, aunque el vídeo es la publi de ese programa así que puede obviarse, pero la canción es preciosa (es la bso de la peli "el inglés que subió una colina y bajó una montaña"

    http://www.youtube.com/watch?v=pRdeEsf3_ss

    Hale, que aquí ya huele a caldito de fideuà cosa mala, jajajajaja,

    un beeeesAZO!!!

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    1. Cuando te leí, me vino a la mente un cuento sobre el porqué de un gallo sobre muchas veletas antiguas en Francia. Creo recordar que un "algo" sobre su soberbia y un castigo... pero no lo encontré. PERO... buscando, buscando encontré esto:
      http://1001.girouettes.pagesperso-orange.fr/histgir.htm
      Muy interesante :)
      En Provenza dicen que el Mistral que baja del norte por el corredor del Ródano, sopla o bien 3 días, o 6, o 9. Pero es una leyenda: sopla cuando y cuanto le da la gana. Y sí... es frío, desecante, tremendo.

      Caldito de fideuà... ¿queda algo? me encanta :)))

      Besotes para ti y b7s para la cocinera. ;)... O ¿lo has hecho tú?...

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    2. Efectivamente, había leído no sé dónde y tampoco cuando que era por el asunto de..."De cierto te digo que esta noche, antes que el gallo cante, me negarás tres veces". Es curioso cómo las tradiciones milenarias están hasta en la forma de los platos que usamos para comer.

      ¿Ves?, incluso has tirado de una frase que tiene un reflejo en el contexto del "gallo"..."El espíritu de Dios sopla cuando quiere y donde quiere", y entonces, ¿por qué no iba a hacerlo el Mestral? O aquello otro "Gandalf, llegas tarde!!", "No, un mago nunca llega pronto ni tarde, llega justo cuando se lo propone", y entonces, ¿por qué no tendría que hacerlo la Tramontana?, jajajaja...

      jeje, no, la hacía Mari, y no es por nada pues yo también sé hacerla, pero la mía comparada con la suya es como el alpista pa los canarios en relación al caviar, jajajaja

      Un besazo de nuestra parte STOP
      Pasa un agradable mes de agosto STOP
      Nos marchamos en unos días por Europa (a última hora hemos incluido un bellísimo paseo por el Volga, eso lo teníamos pendiente) STOP

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    3. :) Otro. STOP
      :) Lo mismo os digo. STOP
      :) Os espero aquí. STOP

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  4. Y un poco de la peli, que ya la puse en la taberna: si puedes verla y no lo has hecho ya, hazlo, os encantará.

    http://www.youtube.com/watch?v=Eb8agy9x1vE

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    1. :) Sí, la vimos y me apetece volverla a ver.
      Hugh Grant me encanta con esta carita de niño bueno :) Me encantó en "Love actually" ¡qué película más maja!
      Re-besotes y b7s

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  5. Al igual que Mª Jesús, no sabía de la posibilidad de hacer una especie de flauta o silbato con el albaricoque ni con otra fruta de verano. Se me ocurre que el sonido que se produce al vibrar el hueso de ciruela o de melocotón o el propio albaricoque debe ser de lo más divertido, sobre todo porque te traerá buenos recuerdos, en ese tiempo en el que que había que ocupar los largos días estivales, cuando en las siestas había que salir de casa para dejar dormir... jaja

    También me encantaron las relaciones entre las tres historias de este post que tan bien reflejan tus palabras.

    Un abrazo :))

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    1. Pues sí, Esilleviana, tengo la suerte de tener buenos recuerdos de la infancia y éste es uno de ellos. Era entretenido el hacerlo pero a veces frustrante el no conseguir ningún sonido... y llenarte los dedos de saliva :D y, como dice Clara, quedarte sin aliento. Pero de las frustraciones también se aprende, para mejorar ;)

      Un abrazo y dos sonrisas.

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  6. Qué post más bonito. cuando yo era pequeña había veletas en los pueblos y recuerdo que mi abuela cada vez que veíamos una me decía al oído "Norte, Sur, Este y Oeste" con un deje musical.
    Lástima que las ciudades van terminando con ellas
    Besos

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    1. Las abuelas conocen muchos trucos ;)
      A nosotros nos enseñaban una especie de cancioncita que decía: "Si miras el norte, tienes el sur a tu espalda, escribes con el este y te acuestas con el oeste." (los pobres zurdos no se aclaraban...)
      Las ciudades tienen sus ventajas pero es cierto que van terminando con muchas cosas de ésas :(
      Besos soplados hacia el norte.

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  7. Es curioso, parece como si las veletas hubieran desaparecido con el tiempo, me ha encantado encontrarme con una en tu blog, porque además, me ha traído recuerdos.

    Un beso.

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    1. Mientras exista viento, habrá alguna veleta (vegetal u obra humana) y si no la hay, con mojar un dedo y levantarlo hacia el cielo... ;)
      Espero que tus recuerdos sean de los bonitos, María. :)

      Un beso y una sonrisa.

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  8. Siempre se aprende algo. El próximo año voy a hacerme una flauta con el hueso de un albaricoque. Seguro que suena como el viento "travesso", situado entre el 9 y el 10 en el reloj de la rose des vents. Lo intuyo.

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    1. :D Y la llamarás "flûte traversière d´abercoque"
      y con un poco-mucho de entrenamiento, podrás tocar la partitura del pajarito de "Pedro y el lobo"
      http://www.youtube.com/watch?v=dYCeYAwRjgQ
      Me pido el clarinete-gato por supuesto :))

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  9. Yo soy hijo del asfalto. Qué le vamos a hacer... Y mi juego con huesos era carnívoro: el de la taba. Habrá que recuperar el tiempo perdido, mejor dicho, pasado, y buscarse unos buenos huesos de albaricoque... Y en cuanto a las veletas... he conocido muchas en el mundo laboral... Pero las que a mí siempre me han gustado son las que nos cuentas, me fascinaban (y fascinan), aunque, como te he dicho, en la ciudad no se veían. Con tu entrada, he volado de viento en viento acompañado por la música de tus flautas fruteras... ¡Gracias, Fram!
    ¿Has visto La Rosa de los Vientos desde la Torre de Belém (Lisboa)? Muy cerquita del Monasterio manuelino de los Jerónimos y de la pastelería de Belém y sus pasteles... ¡Imprescindibles! Aunque el mapa que nos enseñas también me trae estupendos recuerdos.
    ¡Besazos!

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    1. Bueno... una cosa es que seas hijo del asfalto y otra que no hayas comido albaricoques ;) pero te entiendo: yo en mi infancia campestre nunca he jugado a la comba en la acera sino a los indios entre trigales. Otras vivencias.
      :)¡Las tabas! Te desafío cuando quieras: "en mis tiempos", era una campeona :D
      Veletas... pufff en el mundo laboral, político etc...
      Me gustan más las que cantan en los tejados... o en los huesos de albaricoques.
      Sí, he visto la Rosa de los Vientos de Lisboa pero en el suelo no desde la Torre. Pero no recuerdo la pastelería... tendré que volver: esta mención, viniendo de un goloso como tú, es digna de ser tomada en cuenta ;)
      Besotes soplados con sonrisas.

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    2. ¡Búscala ahora mismo en google! ¡No conoces la pastelería ni los pasteles! Imperdonable... Y lo de la Torre... ¡Autocapón! Que se ve desde el Monumento de los Descubrimientos... ;)

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    3. :D ¡que sííí! Conozco la Torre y el Monasterio y el Monumento de los Descubrimientos y el Acuario y la estatua de Pessoa y la Brasiliera (me encanta Lisboa)... pero no la pastelería :(
      Será que cuando fuí no sería tan golosa como ahora ;)
      Para dentro de algunos meses tenemos proyecto de volver y "juro solemnemente" subsanar esta carencia imperdonable :)))

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  10. Me ha gustado tu entrada Framboise; ya sabes, todo lo que tenga que ver con el tiempo... Y las veletas, y más aún las rosas de los vientos, me anomoran.
    Por cierto, la galerna no es un viento, sino un fenómeno meteorológico, bien conocido por mi tierra.

    Espero que estés pasando un buen verano. Besos.

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    1. :) Pues verás, Ignacio, referente a la galerna o "galerne" o "gwalarn" tuve mis dudas... todos estos movimientos del aire tienen nombres antiguos que no en todos los sitios son con base científica: en Bretaña por ejemplo, los de tierra varían su dirección o su nombre casi de pueblo en pueblo. Los del mar son más precisos (por su importancia para la navegación me imagino). Te tenía que haber consultado ;)
      Y esta Rosa de los Vientos particular que he querido traer aquí soplaba en otra dirección, más metafórica ;)
      Gracias por tus buenos deseos. Te soplo otros en la misma dirección y con sonrisas :)))

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  11. Me ha encantado, que fresco y tierno y bonito. Un amor de texto, sí señor. Me gusta tu blog, acabo de descubrirte, te voy leyendo. Un beso :)

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    1. :) Gracias Patricia por tu visita y tus palabras.
      Veo que te gustan las lechuzas. A mí también ;)
      Me voy a leerte :)
      Beso y sonrisa

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