Desde mi jardín, éstas: unas amables...
Así estaban los bancales a principios de julio:
mía
Y ahora, empiezan los tomates.
mía
Y este año habrá un montón.
Las plantas están sanas y al no estar aquí durante una semana de julio, no quité las ramas segundarias.
Con lo cual, ahora esto parece una jungla.
mía
Estas flores...
mía
... se han transformado en berenjenas que pronto se transformarán en plato apetitoso.
mía
Igual que las hermanas de ésta se transformaron en hermosos calabacines que no me dio tiempo a retratar...
Los pepinos, como locos hace unas semanas, se lo toman ahora con más tranquilidad.
mía
Estas son las caras amables desde mi jardín.
Otra, por desgracia mucho menos amable...
Desde ayer por la tarde, el constante paso encima de nuestra casa de los helicópteros camino a Ávila.
Como todos los veranos, la cara triste de los incendios.
mía
.
Qué jardín más alegre tienes, Framboise, las semillas han dado sus frutos, y recogerás muchos tomates, pepinos, calabacines, etc, me alegra mucho, se nota que lo tienes muy cuidado, gracias por compartir la cara optimista del verano, aunque, como todo tiene su cara y cruz, ésta, que es la peor del verano, nos está arrasando los bosques, es una pena, que la mala tenge nos quede sin vegetación, y destruyan nuestra madre naturaleza.
ResponderEliminarUn beso.
Disculpa que escribí mal una palabra, la dejo aquí corregida: "gente".
EliminarOtro beso.
Qué maravilla de huerto amable.
ResponderEliminarCuánta desolación enel terrible incendio.
Yo lo habría titulado las dos caras del hombre. La de los que, como tú, aman, cuidan y disfrutan de la naturaleza, y la de los que, como los que queman el monte, la destruyen.
ResponderEliminarBesos.
Sí, Ignacio, tienes razón: las dos caras del hombre...
ResponderEliminarLa Tierra nos da la vida. Nos lo da todo.
Es una gozada meter las manos en la tierra y los cuidados que le das te son devueltos con creces. Nos da los árboles: la vida.
Y es un sufrimiento ver que no todo el mundo lo entiende.
No me entra en la cabeza...
María, MariaJesús, Ignacio :) Besos y abrazos a los tres.
Lo peor de los veranos son los incendios. Esta semana aquí han prendido una zona de marismas que ha quedado calcinada. No mucho, pero si pegado a la ciudad y ahora es un recuerdo constante de descerebrados que no tengo claro lo que pretenden...
ResponderEliminarMe encantan los tomates, a mordiscos como las manzanas
Besos
Esas imagenes, verano tras verano, de extensiones calcinadas, de paisajes muertos, son desoladoras. Te entra tristeza y rabia a la vez...
ResponderEliminar:) A mordisco ¡Sí! me encanta cogerlos de la mata, olerlos y...¡zas! :D
Se te llena la boca de verano... del bueno. :)
Besos
Tienes un huerto precioso a pesar de que el humo de los incendios lo oscurezca todo y amenace a su paso. Lástima por toda la destrucción y la desgracia que suponen los incendios que cada año en nuestros montes.
ResponderEliminarUn abrazo
Cada año, incendios, perdidas irreparables, algunas veces de vidas humanas.
EliminarCada año, ilusión por el huerto, por las manos en la tierra.
¿Has visto? Este año el huerto se está portando bien en general :)
Un abrazo
Yo también tengo un huerto en casa! Y no hay cosa mejor que consumir lo cosechado :)
ResponderEliminarUna pena lo de los incendios, yo soy del Sur de España y todo está tan seco que es irremediable :( :(
Un abrazo!
:) Pues sí, Patricia, comer lo cosechado es sano y muy gratificante.:)
EliminarLo más triste de los incendios es pensar que la mayoría de las veces son debidos al hombre, por la razón que sea (torpeza o mala intención)
Ahora mismo me voy a cotillear lo que cosechas ;)
Un abrazo y una sonrisa.