domingo, 29 de septiembre de 2013

Lluvia en el parque...

                                                                                                             de la red

Una niña con botas de agua está sentada en un columpio,
comiendo el bocadillo de crema de cacahuete envuelto en papel de plata.
Ha dejado la pequeña cartera en el banco cercano.
Espera.
Sola.
Espera.

Canturrea una canción que se inventa y cuyo ritmo crece
con el movimiento del columpio de madera.
Se da impulso, con fuerza,
hacia atrás y hacia delante estirando los brazos.
Canta.
Está aprendiendo a navegar sobre pentagramas.
Brota la risa muda de sus ojos hacia el sol.
Una mariposa blanca vuela y libera su pelo.
El pelo suelto, moreno y lacio le tapa la cara al ir hacia atrás.
Y se escapa por la espalda de su rebequita blanca al ir hacia delante.
Cierra los ojos sonriendo al aire que le acaricia la cara
y da un impulso mayor pisando el suelo:
Está aprendiendo a volar entre dos nubes.

Abre los ojos.
Grita.

En la arena gris que rodea el banco, una carterita roja.
En el césped, una bota de goma, roja.
Roja como las hojas muertas que salpican la hierba verde.
Anochece. Empieza a llover...
Los perros olisquean.
Entre los matorrales, se refleja la luz fría de una linterna sobre un trozo
de papel de plata manchado de barro.
El agua cae ahora con fuerza torrencial.

Se llamaba Asunta o María o...

.

12 comentarios:

  1. Hay temas sobre los que prefiero el silencio.
    Prefiero el dolor limpio, sin conjeturas, como tu lo expones.
    Y los juícios que los hagan los expertos sobre verdades, sin morbo ni especulaciones.

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  2. Descorazonador relato, para este día, hecho para la alegría y y el recuento de felicidades.
    Me has dejado un poso de tristeza, aunque reconozco la enorme calidad literaria de tu escrito.
    Un abrazo.

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  3. uffffff, no sé qué decir sobre esa terrible noticia, bueno, quizá que hay especímenes que caminan a dos pies que merecen la muerte más cruel. Me quedo sin saber muy bien qué poner, lo siento.

    El escrito, eso sí y como dice Juan, posee un toque poético magnífico.

    Un beso

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  4. Triste, impresionante pero magistral historia la que nos has relatado, Framboise, pero con ella, nos haces reflexionar de la triste realidad de los hechos de ésta sociedad que hay gente cruel que no creo esté en sus cabales para romper y hacer daño a los niños, ya que los adultos deberíamos regalarles siempre, amor, paz, felicidad, bienestar, pero lamentablemente, hay mentes perturbadas y enfermas que son capaces de todo.

    La verdad es que me ha encantado tu entrada.

    Te deseo un feliz domingo, hoy por aquí muy otoñal.

    Un beso.

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  5. Siento haberos entristecido.
    Ya sabéis que me gusta intentar arrancaros siempre sonrisas porque es lo que más necesitamos todos pero no siempre está el agua de mis pompas como me gustaría.
    Y a veces este agua podrida me ahoga y tiene que salir.

    Abrazos a todos.

    PS El martes que viene, el agua estará muy limpia.

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  6. Sueños rotos....
    Un abrazo Framboise

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  7. Tan hermoso como terrible. No creo que haya mucho que decir sobre esto
    Besos

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  8. No sé verdaderamente qué decir. Que escribes de miedo, lo sabes. Que esta sociedad da miedo, también. Me retiro a intentar poner la mente en blanco y huir del poso que me ha dejado tu escrito, necesario pero tan injusto, frío, que frío que hace ahora. Un abrazo enorme.

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  9. Sí, es terrible ver sueños rotos y esta sociedad asusta.
    De todos los males que aquejan a esta sociedad (y son muchos, muchísimos) el que más me asusta es el de la pérdida de valores en general y más concretamente el perder el respeto a los niños, a sus sueños, a la Infancia.

    Y estas frases no fueron una historia, un ejercicio literario, ni me entretuve en ellas como hago con otras cosas que escribo para vosotros: fueron un grito. Y me pesa haberlo publicado.

    Clara, Silvia, Patricia,
    y todos los que me habéis leído, un gran abrazo.
    Mañana, os llevaré por el lado bonito de la infancia.

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  10. Es terrible lo fina que es la línea que separa la felicidad más pura de la tragedia más irracional, sobre todo cuando se trata de niños. Me has dejado con el corazón encogido.

    Un abrazo fuerte.

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  11. Me ha emocionado tu grito tan sentido bajo la lluvia.
    Como puede haber seres que pueden hacer daño a una niña llena de vida.

    PD. Te encuentro de nuevo desde el blog de Jara.

    Un abrazo.

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  12. Jara, Rafaela, un abrazo grande para vosotras también.

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