¿Os acordáis de las hadas del otoño? *... Pues, lo que no os conté el año pasado es que van siempre rodeadas de duendes: muy activos, muy inquietos, muy trabajadores, y todos entregados y concienzudos ayudantes... bueno... casi todos porque... Escuchad:
Había una vez, hace mucho, mucho tiempo, en el fondo de un bosque apartado, negro de tan verde y tan escondido, un duende travieso.
- ¿Por qué "travieso"?
- Pues porque éste nunca hacía lo que de él se esperaba.
- ¿Y qué se espera de los duendes?
- En otoño se supone que los duendes del bosque tienen que ayudar a las castañas tímidas a salir de su refugio de púas de erizo.
También se espera de ellos que recorran cada rincón probando bayas y setas para luego pintarlas según el avisador código de colores.
Ya sabéis: rojo peligro por ejemplo o... color avellana de senda tranquila... o color de dulce caramelo tostado.
-Y ¿qué más?
- También tienen que ayudar a las hadas pelirrojas a almacenar granos y semillas, por ejemplo. Y también vigilar el cielo para anunciar el paso de las aves migratorias. Y más cosas.
-Y ¿qué hacía este duende travieso?
-Como era tan rebelde, hacía todo a su manera: esparcía las semillas en cualquier sitio, tiraba las castañas a la cabeza de los mortales para hacerles rabiar, limpiaba sus calcetines verdes de trovador en los musgos como si fueran felpudos, amontonaba arena, piedras y pedruscos en los riachuelos para desviar su curso e inundar los hormigueros...
Y mil cosas más...
Os aseguro que era un verdadero trasto. Un auténtico tormento.
- Y ¿qué le pasó?
- Nada.
-¿¿Nada??
- No. No le pasó nada porque era a ratos tan gracioso que todos, a pesar de regañarle, se reían a menudo con sus travesuras.
Pero sobre todo, las hadas se daban cuenta de que con su desorden y su alegría, crecían y florecían cosas raras y divertidas en los sitios más oscuros y recónditos del bosque:
Por ejemplo: las setas que debían ser rojas con lunares blancos como las esperaban los ratones gruñones, bajo la paleta de pintor inconformista de nuestro duende, se transformaban en paraguas de encaje azul con estrellas verdes de papelitos de caramelos (que no protegían nada del granizo pero eran originales y alegraban la vista.)
Y las castañas terminaban en la sartén de los humanos golosos que organizaban banquetes interminables.
Y las hormigas, obligadas a emigrar por culpa de las riadas y buscando donde recomponer su despensa, descubrían recovecos y rincones hasta ahora ignorados.
Y así les pasaba a todos los moradores del bosque y sus aledaños.
Y por esta razón, todos los animales se reunieron para deliberar porque, si bien la mayoría estaba a favor del duende, unos pocos estaban en contra de esa actitud jamás vista en ese bosque profundo.
Y en esa reunión variopinta, algunos tomaron la palabra:
El tímido erizo, impertérrito, siguió su camino: con él no iba la cosa; bastante tenía con librarse de sus propias pulgas. Y además, el duende no se metía con él... o poco.
http://paradeladecoles.blogspot.com.es/
Y lógicamente, un caracol corriendo...termina agotado por la falta de costumbre.
La lechuza, que desde siempre estaba a favor del duende que la ayudaba en su caza de ratones, lo ululó repetidas veces. Pero luego no votó, por despiste, muy ocupada ella en ensayar una nana para la luna llena.
Los ratones, como era de esperar,
fueron los únicos en protestar:
"¡Esto no es vida ratonil! ¡Esto no es vida ratonil!
Ya no sabemos bajo qué seta refugiarnos cuando pasea el gato negro.
Y los colores de las flores de primavera, ya no nos informan claramente del tráfico de los depredadores en los cruces de los claros del bosque.
Y circulan las culebras fuera de sus senderos y nos atropellan...
Y ya no sabemos donde esconden sus tesoros las ardillas...
Y... Y...
Y... ¿habeís pensado en el posible contagio de los demás duendes?...
Cundirá el mal ejemplo, ya lo vereís...
¡No podemos seguir así! ¡Esto no es vida ratonil!"
Pero como eran los únicos en estar disconformes y eran unos incordiosos en cualquier tema, el ciervo, cuya potente voz se hacía oír y respetar en todo rincón del bosque, zanjó el asunto declarando que durante un período de prueba de cien años y un día se dejase actuar al duende a su antojo pues según un informe exhaustivo de las hadas de cualquier estación, el bosque resultaba más atractivo con este feliz desorden que pintaba flores multicolores y frutos sabrosos en cualquier lugar.
Y luego, pasado el plazo acordado, ya se reunirían otra vez
en este mismo claro, si fuese necesario...
Y así fue como nuestro duende siguió sembrando sus burlas, recortando hojas de formas extrañas y derramando sabores dulces y perfumes exóticos en el bosque del otoño.
Y todos dejaron de contar los años...
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Pompita para duendes de otoño.
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¡Esperad! no había terminado:...
Y todos dejaron de contar los años... Y hasta los humanos grises se dejaron contagiar por la alegría del bosque y sus duendes y llenaron las tabernas de su música. ;)
Y si no me creeis, escuchad. :)
http://earendil-jordi.blogspot.com.es/
* El rumor .
Ohhhhhhhhhhh...no sabes a quien me has recordado con este cuento, Dios mío, si parece que lo esté escuchando, no exactamente igual pero muy muy parecido. Mil gracias por presentar este post-pintura-reportaje-cuento...y sacar ciertas joyas de la memoria de tus lectores. Es una gozada, Fram, y te lo digo muy en serio.
ResponderEliminarPor cierto, ¿he leído hadas pelirrojas? ummmmmm...mi prima Katy es pelirroja y encima asegura que es bruja (buena), estoy rodeado de brujitas buenas, jajajajaja, peeeroooo...¿será un hada fairy highlander?, jajajaja...
Y ahí va la música que estaba visualizando mientras te leía:
http://www.youtube.com/watch?v=Cm7SgPxEKWA
Y además, UN BESAZO !!!
¡Ay! con el duende Valaf :)))
EliminarGracias mil por la música. :))))))))))
Podría asustar a los animalitos del bosque y por esta razón, suena en el pueblo cercano. ;)
Estoy rodeada de duendes que me inspiran pero tengo que confesar que éste de mi cuento de hoy es una mezcla de varios pero me inspiro en particular un sobrino-nieto mío que es un auténtico trasto. Pero a mí me encantan los niños-trasto.
Si tu prima Katy es pelirroja, escocesa y además dice ser bruja...¡lo es! seguro. :D:D
Te tiro besotes pero no son castañas jaja sino pompitas de agua clara. :))
Conociendo a Pinchiño,¡pobre duende!, él sabe cuando sacar las púas y usaralas.
ResponderEliminar¡Qué preciosidad de cuento! también a mi me gustan los niños traviesos que siempre tienen alguna sorpresa.
Gracias, mariajesús, por prestarme el retrato de tu Pinchiño :) que supongo sacara sus púas para protegerse. Con tiempo y cariño, seguro que se deja acariciar.
EliminarTuve hace años en clase a unos gemelos-duendes-traviesos que eran famosos en toda la comarca educativa... tendrán ahora unos...¡cielos!... unos 45-46 años... ¿qué habrá sido de ellos?...
Usaralas, no, usarlas...
ResponderEliminar"me inspiro", no... me inspiró. ;)
EliminarEstos dedos veloces... Jajaja
Besos para ti y recuerdos a Pinchiño. :)
Democracia en el bosque. Espero les vaya mejor que a nosotros.
ResponderEliminarMenudo trabajo tienen los duendes!!!
En ese bosque, el ciervo tiene ideas claras y voz firme... y nadie le dice lo que tiene que hacer... salvo los duendes por supuesto ;)
EliminarAlegría verte de nuevo, tetealca.
Besicos otoñales y sonrisa. :)
;))) Te cuento que...¡¡Lo saco a bailar al salón de casa!!...jaja.
ResponderEliminarFramboise, me da que yo, muy aficionada a contar cuentos a mis niños, así como a escribirles algunos...¡¡Me quito la diadema!!
¡¡Exquisito!!...;))
Me recuerdan las castañas ese olorcito de otoño que invade algunas esquinas de la ciudad...¡¡Deliciosas!! -Sin embargo, me da que apetece comerlas con un poquitín más de frío...;))
B7s
Con esta música cualquiera se resiste, lady mari ;)
EliminarY vuelva a ponerse la diadema: le sienta muy bien ;)
:D ¿Te gustan las castañas? Pues... espera un poco jajaja (se están tostando despacito ;)
Aquí un otoño precioso. :)
B7ssss s
Tendrás que contarle este cuento a Mateo dentro de un añito. Ya sabes, me gustan los cuentos donde no triunfan los principitos, el dinero ni la belleza. Pocos hay...
ResponderEliminarSe lo contaré, se lo contaré... y otros que me inventaré para él. :)
EliminarLos cuentos, Diego, hay que saber leerlos; están llenos de personajitos que son príncipes por su alma bonita, el oro lo llevan dentro, escondido, y la belleza se ve en sus ojos... y esto siempre triunfa, aunque sea sin fanfarria.
Y hay muchos personajitos así: sólo hace falta intentar verlos.
Se lo contaré. Lo prometo. Y ya sabes que... ;)
Completamente a favor del duende travieso, bien por los inconformistas, por saltarse (de vez en cuando las reglas) y por la sabiduría del resto de los animales del bosque al valorar sus "travesuras".
ResponderEliminarMe ha encantado Framboise, me voy con una gran, gran sonrisa :)))))
Besos otoñales
Y a mí, me encanta haberte hecho recuperar hoy la sonrisa. :)
Eliminar7 besos otoñales. He dicho: 7. :D
Me gustan los duendes traviesos, tengo uno en casa que a veces me hace enfadar pero nunca aburre.
ResponderEliminarMaravilloso cuento donde hasta pinchiño tiene cabida.
Un besito Framboise, (griposo por cierto).
:))) Es cierto: con las hadas y los duendes traviesos no tienes nunca tiempo de aburrirte :) ni de aburrirte ni de nada. Y aunque crezcan... siguen siendo traviesos. ;)
Eliminar¿Griposa?... Vaya... :( ¡Cuidate mucho!
Besos en infusión con miel.
Me encanta tu cuento, y lo he contado y la opinión ha sido unánime. es genial
ResponderEliminarGracias por compartirlo
Besos
:D Espero que lo hayas contado poniendo vocecitas que sino los niños no se lo creen del todo ;)
EliminarGracias a ti por compartir tantas cosas conmigo... aunque me quedé yo como mis caracoles: exhausta :)
Besos y sonrisa.
No, si ahora voy a tener que desdecirme... ¡este duende de otoño me gusta más que las hadas del verano! Aunque no lleve helados de menta y chocolate en los bolsillos... ¿o sí los lleva? A ver si puedo escaparme este otoño a mi valle de los abedules (Bustar) para buscarlo por allí.
ResponderEliminar¡Que cuento más guapo! Me voy contento y feliz a la cama, Fram. ¡Muchas gracias! Soñaré con tu duende trasto.
Por cierto, ¿has leído Olvidado Rey Gudú de Ana María Matute? Reconozco que lo tengo a medias y estoy tardando mucho en leerlo (son muchas páginas y mi tiempo... ya sabes), pero lo acabaré. Si no lo has leído, te lo recomiendo y así conoces al trasgo del sur.
¡Besazos!
:) No hace falta que te desdigas, LuisMi: son perfectamente compatibles todos: ¿no continuan la tarea de las hadas del verano los duendes del otoño al sembrar lo por ellas madurado? ;)
EliminarReconozco que de A.M. Matute he leído poco (asignatura pendiente) y precisamente al Rey Gudú lo tengo, como tú, algo olvidado a la mitad más o menos: me debió de pillar en mal momento lector... Intentaré remediarlo pero la única solución para ello es (ya lo sabes)... recortar aún más las horas de sueño. :( Terminaré con ojos de lechuza total :(
Besotes con olor a enebros... aquí no hay abedules ;)
¿Quién dijo que el otoño era tristeza y monotonía? Abre la puerta a este duende, le pondrá alegría, divertimento, alguna burla y rebeldía. Ponga un duende como éste en su vida.
ResponderEliminarGracias Framboise por pasarte por mi blog.
:) Así debería de ser la vida de todos los duendecillos ¿verdad?...
Eliminar" ¿Quién dijo que el otoño era tristeza y monotonía? " :)) yo, no, desde luego: es mi estación favorita... bueno... una de mis cuatro estaciones favoritas ;)
Gracias a ti, por tu visita también. Hay que ver lo que lían unas tazas de café ¿verdad? :)
Un abrazo y una sonrisa.
Muy buen cuento madre!
ResponderEliminarNo sé si es fruto de la casualidad o fue intencionado por tu parte, pero el hecho de que un ciervo juegue el papel de mandamás del bosque tiene un fundamento importante en la mitología celta.
El dios y señor de los bosques para los celtas se denominaba Cernunnos
Y vaya, dado que este verano vi por primera vez un jabalí a plena luz del día desde que vivo en la sierra, creo que el jabalí tendría que haber tomado cartas en el asunto también.
Un besote de otoño!!
:) Gracias por tu aporte, duende de las bibliotecas y los grimorios! :))
EliminarTienes toda la razón del mundo (no siempre la va a tener tu madre jejeje) y eres una fuente en esto de los celtas.
Y otra vez tienes razón hijo: podía haber añadido al jabalí (sin foto todavía), a la salamanquesa, a las arañas y otros muchos bichos de los cuales disfrutamos aquí pero... ¿te imaginas cada uno con su turno, la réplica, la contra réplica?...
¡horror! más que un cuento se habría parecido a otra cosa...
Deja que los niños sean niños un ratito más. ;) Ya tendrán tiempo de leer otras cosas...
7 besazos de casi cumple... y otro montón. :)
Qué bonito tu cuento de otoño y que duende más mono, me ha encantado de veras. Yo quiero uno así que ponga mi vida patas arriba y lo llene todo de color, aunque pronto tendré una duendecilla que hará todo eso y más. Te felicito por esa imaginación tan genial que tienes.
ResponderEliminarBesicos
:)) Ya llegará tu duendecilla, ana :)))))
EliminarY cuando te revolucione demasiado la casa, pues le cuentas mis cuentos (eso sí, con vocecitas que sino no vale jaja) y más adelante, ya le darás otras armas para que llene el mundo de color.
Besicos con perfume de violetas ;) vuelan hasta las cuatro generaciones, sobre las alas de una cigüeña. :)))
Yo también voy a dejar de contar los años y en vez de eso a contar cuentos, a contar los cuentos que leo tan preciosos como el tuyo! :) adoro el otoño y adoro tu delicadeza, un beso de una lechuza que, por despiste, muy ocupada ella en ensayar una nana para la luna llena, casi olvida dar las gracias y las buenas noches ;)
ResponderEliminar:)) Así que en este bosque ¿también hay peña de lechuzas-seguidoras del otoño?... ¿Ensayando nanas o... mirando un partido? :D
EliminarBesotes de otoño y sonrisas ;)
Corrígeme si me equivoco... pero tal vez, tu hijo? Franc tenga las mismas cualidades artísticas que su madre. También me gustó este cuento totalmente didáctico sobre el otoño. Me lo podría llevar y contarlo? si me das permiso, así lo haré porque descubre muchos detalles a tener en cuenta, además de ser imaginativo y muy ilusionante jaja
ResponderEliminarPreciosa canción y me alegro de que los ratones no se salieran con la suya...
un abrazo
;) Sí, se trata de mi hijo (31 añitos hoy ;) )
EliminarY esta música tan alegre es regalo de Valaf-Jordi: otro "duende" que festeja también su cumple :) Es que los Libra... son así. :) Y si no me crees... ¡preguntáselo a Mari. ;)
Todo lo aquí publicado está a tu disposición, Esil, si juzgas que te puede servir. Pero repito: si lo cuentas a los niños, es imperativo contarlo con las voces de los animales, si no, no hay trato. :D
Pero yo sé que hay duendes de muchos signos del zodiaco en los bosques mágicos y también duendes malignos.
Así que... ¡cuidadín, cuidadín con ellos! ;)
Besotes de otoño soleado.
;)))
ResponderEliminarDuendes juguetones,
con una luz en sus ojos que hechiza
una sonrisa de niño que canta
como el agua de las fuentes más claras,
Tu derrota cuando te has provisto de alguna cacerola
o escoba
por alguna gamberradita tan propia de los duendecillos del otoño
porque te mira, sonríe
y caes rendida.
B7s...;)))
La cacerola... me da que tendrá que ir llena de fideuà jajaja
EliminarY caes rendida... claro ;)
B7ssss s
¡¡Qué despistada!!...:(
ResponderEliminar¡¡Felicidades para tu chico, Framboise!!
B7s...;)))
:D:D Y para el tuyo también, Mari. :)))
EliminarB...................... 7 por supuesto ;)