Las pompas de jabón... infancia, belleza de las cosas efímeras que sin embargo no olvidamos, sentimientos, cosas impalpables sin las cuales no seriamos nadie.
martes, 12 de noviembre de 2013
Mantenimiento
Después de pasarse meses sin reparar en ella por culpa de la playa y sus atractivos, cuando empezaron a caer las hojas se acordó de que tendría que averiguar lo que le pasaba: como todos los años, la iba a necesitar para trasladar árboles pesados de un sitio a otro.
Una primavera florida y un verano frutal se gestan en un otoño de mimos a la tierra y sus cosas. Cualquier buen jardinero lo sabe y más si pretende disfrutar a tope de su vivero particular.
Cuando la compró, muy barata por cierto, funcionaba de maravilla con sólo engrasarla de vez en cuando. La rueda giraba alegre y dócil al más mínimo empujoncito. Cargaba sin rechistar con los tiestos de flores, los ladrillos, el estiércol o lo que le echara. Las empuñaduras eran suaves al tacto. Su pintura nueva alegraba el rincón de la parcela... una ganga de carretilla que le había llamado la atención desde el escaparate.
Y durante un tiempo, vió justificado su impulso al comprarla y deshacerse de la anterior.
Pero ella llevaba rebelde desde la primavera: cuando no era el eje torcido, era un pinchazo y cuando no, el óxido producto de las noches olvidada a la intemperie o las abolladuras debidas a la sobrecarga de arena, de piedras o de leña.
¡Qué dura es la vida de la carretilla en ciertas tierras!
A final de primavera, él creyó que con una manita de pintura y unas gotas de aceite, solucionaría el problema... pero la pintura resultó ser de mala calidad y por no se sabía qué razón, hasta las gotas de aceite chirriaban entre ellas y se le soltaban tornillos que ni sabía para qué servían.
Como no se resignaba a tirarla al contenedor, la seguía utilizando aunque echaba pestes de ella a menudo a la vez que sentía a ratos mala conciencia por el poco cuidado que había tenido con ella.
Desde la estantería del invernadero, la estatuilla china protectora de las cosechas que le habían regalado cuando la compra, esperaba, callada y enigmática, preguntándose con qué moneda había pagado la carretilla en el macro vivero de las afueras...
Pompita desde el almacén de bricolaje y jardinería
buscando pintura, aceite y más cosas.
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Yo tengo una carretilla igual, también fue amarilla lustrosa. Hoy renquea, chirría, se desequilibra. Pero no la voy a cambiar. Ocurre que le tengo cariño, se está haciendo vieja, sin más, como la persona renqueante, chirriosa y desequilibrada que la empuja.
ResponderEliminarYo tampoco la voy a cambiar: lo de la rueda fue definitivo: ahora es "impinchable".
EliminarSigue renqueante, chirriosa y se desequilibra, como yo también. Pero me gusta su musiquilla.
Eso sí: necesita una buena mano de pintura... naranja minio, bien sûr ;)
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarJaja...Te cito:
ResponderEliminar"¡Qué dura es la vida de la carretilla en ciertas tierras!"
Añado que tienes razón...;))
Cuando compramos la casita había en el cuartito de herramientas una carretilla. Te cuento que hecha trizas y bastante oxidada. Un vecino, ya mayor, nos dijo que no la tirásemos, que él la restauraba...¡¡Como nueva!!...Aunque chirría algo cuando la llevas -¡¡O la lleva!!...jaja- por terreno llano. Me da que es la carretilla oficial de la casita...jaja.
B7s...;)))
PD: Me da que ando dormida...¡¡Disculpa el error del comentario anterior!!...:(
Sí, vida dura ha tenido la nuestra, pero mira... sigue y sigue... y lo que le queda.
Eliminar¡¡Bien por este vecino vuestro!! Le ha dado una nueva oportunidad con un poco de ingenio y mimo.
B7ssss s
Ps ¿¿Todavía sigues con sueño?? Si sigues así, terminarás durmiendo hasta en ... la carretilla jaja
jajajaja, ummmm, sí, Cristóbal (Tafol para los vecinos y amigos). Hizo un trabajo estupendo, incluso restañó unos agujeros que tenía el artefacto rodante por lo viejo que es. Y lo pintó también, por cierto, la rueda sigue tal cual debió ser en un principio y sí, aunque le tire venga al 3 en 1 chirría cosa mala. Pero bueno, hace su función (lo último, venga a trasladar tierra para UN TERRAPLÉN EN CIERTO JARDÍN, jajajajajaja)
ResponderEliminarPor cierto, naranja??, píntala de verde, mujer que si no suena al butano, jajajajaja...
Un bEsazO!!!
"aunque le tire venga al 3 en 1 chirría cosa mala."
EliminarNo pasa nada. Escucha:
http://www.youtube.com/watch?v=-UnseDAE_08
Su música acompaña al trabajador infatigable que traslada tierra para el terraplen japonés. ;)
Tendrá que ser naranja de minio por tres razones: naranja es mi color preferido, el minio protege mejor que las pinturas modernas de "todo en uno" y la localizaré mejor que en verde sin dar la vuelta entera al jardín. ;)
Besossss
Que no es que tu compres mal es que hasta la maquina más simple viene con la obsolescencia esa de fábrica y no aguantan nada. Y si fuera que tu le has dado mala vida y le has hecho trabajar por encima de sus posibilidades... entonces merece la jubilación. Siempre puedes reciclarla y darle otro cometido más tranquilo, seguro que se te ocurre alguna idea brillante.
ResponderEliminarBesos
No, no, no. Nada de jubilarla. Tendrá que seguir mientras yo siga. Jara, piensa que si yo puedo, ella también (es más joven). Más mimo es lo que necesita.
EliminarBesos y sonrisas
Igualita que las mías. Solamente te envidio la rueda...
ResponderEliminar¡Ay! mariajesús, si fue importante el invento de la rueda, el de la rueda que no se pincha nunca ha sido todo un hito en la vida del huerto.
EliminarNo recuerdo exactamente donde se compró pero si estás desesperada, puedo buscar ;)
Besos
Se parece tanto a la que tenemos en casa :) Nos acompaña desde que tengo memoria, las carretillas son tan bonitas, tan simples y útiles, todos los instrumentos del campo son entrañables. Ya no tengo tiempo de ayudar a mis padres (o no puedo tenerlo) pero antes esos ratos de tierra y verde me daban paz. Había ya ganas de leerte desde las Calabazas ;) Un abrazo enorme!
ResponderEliminarTienes razón: los ratos de tierra y verde dan mucha paz... pero si te acompaña tu carretilla en forma :) Por eso, la voy a mimar un poco; pobrecita... se lo merece.
EliminarSalvo cosa de fuerza mayor, estoy aquí cada martes Patricia ;) e incluso a veces otros días.
Gracias por echarme de menos.
Abrazote y sonrisa :)
Pues yo no tengo carretilla ¿pa qué, si no tengo huerto? así que un problema que me ahorro. Me temo que se os ha puesto en huelga. Yo optaría por mandarla unos dias a un balneario a que la mimen un poquito y vuelva rejuvenecida.
ResponderEliminarSuerte!
Besitos renqueantes
¡¡Clara!! No me puedo creer que, aun sin huerto, no tengas carretilla... Seguro que alguna hay (en tamaño normal o reducido) que espera a que tus manos ingeniosas la rescaten de este sitio que tú sabes ;) y le den un nuevo destino...
EliminarMi carretilla en ¿¿un balneario?? ¿Será que tiene los mismos gustos que yo? :D:D
Besotes: una carretilla enterita.
El minio es tetróxido de plomo y aunque es muy práctico, es muy tóxico. Además debes recubrirlo con otra pintura para que no se te vaya rápido, quedando expuesta nuevamente a su oxidación. El "3 ó 6 en 1" es práctico como reparador urgente.
ResponderEliminarLo ideal es acoplarle una barrita de zinc y embadurnar el eje con grasa consistente a prueba de agua. Guardarla resguardada de la lluvia, con algo galvanizado encima y rodeado de paja seca... es lo que me faltaba decir ((como enterado) ideal) para vos.
Bixen... :( me das mala conciencia... sí, sé que el minio es tóxico pero después de pintar varias veces una puerta con pintura "moderna" que no aguantó ná pues... ya no me fío. Y por supuesto que irá con una mano o dos de pintura, pero insisto: de pintura naranja ;)... lo mismo le añado una hilera de árbolitos verdes... pero no soy artista como Clara... ya veré ;)
EliminarTomo nota de todos tus buenos consejos pero no sé dónde leerte más... no te encuentro :(
¡Vade retro! No dudo de que se ve muy mona y la debes de tener mucho cariño. Pobre. Ella no es mala por naturaleza... ¡Pero, junto al pico y a la pala, es el terror de los lumbagos y las cervicales!
ResponderEliminarRepito: ¡Vade retro!
Lo siento, Fram... ¡Un besazo!
"Terror de las lumbares"... pufff... si te contara... :(
EliminarUn besote, LuísMi. :)
Ps. ...y yo que pensaba invitarte a una "carretilla-party" :D ¡cachis! :D
Bueno... el pico para el hielo y la pala para la tarta :D
Nuestra carretilla tiene peor semblante que la tuya, chirria con un sonido que se escucha a cientos de metro de nuestra casa jaja, pero lo importante es que vuestra carretilla aún colabora con vosotros y no os abandonará como el desodorante jaja.
ResponderEliminarUn abrazo
Ya... pero ¿verdad que a pesar de todo le teneis cariño? jaja.
EliminarUnas tardes con una carretilla te convencen de que mejor que el desodorante, (que sí, te abandona) vale más una buena ducha... o unos días de balneario como dice Clara. :D
Un abrazo, graciosa. :)
Oye, y el cariñoq ue se le cogen a estas cosas, verdad? Y lo bien que vienen para la espalda!!!
ResponderEliminarBesos
Se les coge cariño, sí... no hay como el compartir gozos y sufrimientos para crear lazos indestructibles.
EliminarPero para la espalda... mejor la natación ;)
Besotes
¡Un reloj!
ResponderEliminarUna carretilla vacía, con práctica y equilibrio, se lleva derecha (recta) fácilmente con una mano. El que sabe llevarla cargada, no sufre de la espalda, sino de los hombros y de las piernas.
Tienes razón Bixen, en lo de espalda, hombros y piernas: un fisio me dió trucos hace años para esto y uno de ellos era... no pasarme en el peso. ;)
EliminarSi no hiciera tanto aire frío hoy, saldría ahora mismo a comprobar tu teoría del equilibrio con el reloj en la mano libre. :) (para no pasarme tampoco en el tiempo. ;)
Sonrisas
Aveces nos cuesta separarnos de las cosas, aunque sea una carretilla porque es de ocio, si le preguntamos a un albañil posiblemente le cueste menos.
ResponderEliminartetealca ¿por qué será que nos encariñamos tanto con los objetos?...
Eliminar:) Muy señor mío, aunque sea de ocio, una carretilla llenita pesa mucho pero "Sarna con gusto no pesa" o un poco menos. ;)
Y como hoy me he levantado respondona :D tampoco estoy de acuerdo con lo del albañil... eso sería antes... Ahora, seguro que a más de uno le gustaría poder disfrutar de la compañía de una carretilla llena de sacos de cemento... y eso sí que pesa...
Besicos
Hola Framboise, perdona que te contacte por aqui pero no he visto otro sitio en el blog por donde hacerlo, me llamo Ruth y trabajo en las librerías Topbooks. El viernes 22 de
ResponderEliminarnoviembre estamos organizando un coloquio con Julia Navarro y queremos
invitarte para que participes en la conversación como una de las
representantes de la blogsfera.
El punto de partida será el último libro de Julia «Dispara, yo ya estoy
muerto» y queremos que después de una presentación se dé una
conversación informal con todos los asistentes, por supuesto, pero en la
que los representantes de la blogsfera tengan un papel especial.
Tienes mi correo, escríbeme para darme tu respuestas y para cualquier
duda o pregunta que te surja.
Gracias y un saludo
Hola Ruth y gracias por tu visita.
EliminarComo tampoco sé dónde contestarte (no tengo tu correo y pinchando en tu nick me mandan a varios blogs bastante diferentes...) lo hago aquí.
Agradezco tu invitación pero por varios motivos siento no poder acudir a este coloquio.
Uno de estos motivos es que, si bien disfruté mucho con la lectura de "Dime quien soy" de J. Navarro, no he leído todavía "Dispara, yo ya estoy muerto" aunque por reseñas de gente mucho más entendidas que yo y de la que soy seguidora habitual (supongo que habrás llegado hasta aquí a traves de ellas), creo que puede ser interesante. No descarto leerlo, a pesar de su extensión. A mi marido le gustó.
Otro motivo es que pienso que no soy ni de lejos una representante relevante de la blogosfera en este ámbito lector sino una simple aficionadilla cuyas lecturas dependen más de recomendaciones amigas o/y enganches erráticos por un título o un autor ya viejo amigo y/o cualquier motivo fuera de modas o publicidad. Alguien que escribe sus "cositas" como quien sopla pompitas de jabón: para entretenerme y arrancar sonrisas amigas con mis desvarios. No creo dar el perfil.
No obstante aquí te dejo un correo (frareno@hotmail.com) donde seguir la conversación si te apetece puesto que esta entrada mía sobre mi relación con mi carretilla no se corresponde mucho con el tema que te trae a mi "casa" ;)
Un saludo y gracias por leerme.