martes, 10 de diciembre de 2013

La sartén de las castañas


Me gustan las castañas cuando están en su abrigo de pinchos,
cuando se entreabren para enseñar coquetamente, como quien no quiere la cosa, su piel morena y brillante.


Me gusta acariciarlas, tan suaves.
Me gustan cuando después de contemplarlas las preparo
                                      para la sartén de las castañas.
Mi sartén es muy especial: parece un colador.


Una sartén con solera, viejuna, con historia familiar, heredada de mi abuela que la heredó de su madre... que ¿la heredaría de la suya?... no lo sé pero me la regaló mi madre cuando su última mudanza sabiendo que desde niña le tenía yo un cariño especial ...
Es que ella es especial... es "La Sartén de las castañas ", la que sale pocas veces del fondo del cajón de las sartenes, donde convive con otras más modernas; ella sale pocas veces al año, sólo en otoño....

Me gusta cuando la pongo encima de las brasas,
llena de castañas rajadas que empiezan a cantar, a silbar, a bailar al calor que se cuela por sus agujeritos ...



Y por sus poros salen efluvios olorosos.
                   Añoranzas... recuerdos...

Pompita al amor de la lumbre y asando castañas.
Y con su sabor,  me ha venido la niñez a la boca. *
                                 * de JL. Sampedro en "El río que nos lleva"

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23 comentarios:

  1. Pues como que no están buenas ni nada. Yo me acuerdo siempre de esos puestos de castañas que ocupaban (más bien antes) algunas esquinas de las calles céntricas; me acuerdo del olorcillo ese y de lo buenas que estaban envueltas con papel de periódico, jajajajaja (aligual la tinta les daba un plus).

    Y ya luego, de novios, empezó la tradición de pillarlas en la feria de todos los santos (feria de atracciones, caballitos, tren de la bruja, noria y todo eso), eso y una manzana con caramelo y su palito, jajajajaja...

    Un bEsaZo!!

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    1. :) Están deliciosas :) Yo también recuerdo las de la calle en su cucurucho de periódico (la tinta de esa época era distinta ;) Y su olor es sinónimo de... muchas cosas. :) como el de casa.
      Besotes para tod@s :)

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  2. Que antojo!Aquí no tengo fuego así que luego quizás baje a la calle a uno de esos puestos tan tiernos a comprar :D A mí las castañas siempre me traen el mismo recuerdo. En mi ciudad de origen, en el colegio, todos los años en Otoño por el día de nuestro patrón nos bajaban al bosquecillo de al lado a asar castañas, recuerdo con mucho cariño esas pequeñas excursiones de todos los niños juntos. Tu historia como siempre es bonita y nostálgica pero me provoca una sonrisa enorme,no pena ni añoranza. Y la sartén es una joya, cuídala mucho. Cuídate mucho tú también Framboise, un abrazo enorme al olor de las castañas!

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    1. Excursiones de ésas también tuve de pequeña :)) y luego, la clase de dibujo de las castañas y luego el momento más esperado: la merienda en el patio :D
      Y también con las castañas pilongas (las que no se comen) y cerillas de madera, clase de manualidades haciendo animales. :D
      La añoranza (dulce) es por las manos que usaron esta sartén... recuerdos bonitos. :))
      Besos, Patricia. :))

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  3. Yo tengo una como esa (en malo y sin solera) y otra, parecida, pero a lo bestia. Algún día pondré la foto.
    ¡Qué ricas las castañas! pero más que las de ahora, aquellas otras que costaba un cucurucho de diez una peseta...

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    1. Esta sartén ha estado siempre en casa de mi abuela y me pesa no haberle preguntado nunca sobre su historia anterior. Me la imagino como una pieza básica de los enseres del ajuar en aquella época de escasez.
      La tuya, seguro que contiene castañas para toda tu gente de buen comer reunida alrededor del mantel de los domingos pero... ¿os queda sitio despues de tus banquetes tan completitos? ;)
      Lo que daba de sí una peseta... y cómo calentaban las manos estas castañas. :)

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  4. Hacía siglos que no veía una sarten castañera con agujeros!
    Qué recuerdos!!!!
    Besos

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    1. :D Yo recuerdo la cara de sorpresa de mis hijos pequeños cuando me la regaló mi madre... ¡una sartén llena de agujeros! ¡ qué ideas más raras tiene la abuela! :D
      Besos con olores de infancia.

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  5. ¿Y quién limpia al final la chimenea de cenizas, hein, hein?

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    1. :D Buena pregunta :D
      Y te contesto: " Depende del día de la semana ;) "
      Pero de todas formas, ya sabes: "Sarna con gusto no pica" y las castañas están tan ricas que bien merece la pena. O ¿a ti, no te gustan?

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  7. Me has traído a la memoria a la castañera de Valdepeñas que me surtía de chico de tan apetitoso y energético alimento.
    Se llamaba, o la llamaban la Sabina, y asaba castañas y boniatos en un bidón preparado al efecto.
    Los cucuruchos de papel de estraza, eran pintiparados para calentar los sabañones de los dedos.
    Un abrazo.

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    1. ¡Ay! boniatos ¡qué ricos! :) ... hace muuucho que no como... Lo remediaré ;)
      Y los cucuruchos de papel para calentarse los dedos durante el paseo cuando no había para ir a refugiarse en una cafetería :)
      Abrazote con olor a castañas

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  8. Yo no tengo sartén para las castañas, las pongo directamente en la brasa y un par de vueltas y al plato.

    Bss.

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    1. ¿Y cómo les das la vuelta? ¿no te quemas? Lo que hace ser golosa :D
      Bss, Mar. :)

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  9. "La niñez a la boca" me vendría a mí también con unas castañas asadas porque creo que no he vuelto a comerlas desde niña. En mi casa no había sartén de agujeros pero es que tampoco había brasas sobre la que ponerla, se hacía en la cocina de gas sobre una plancha y también estaban deliciosas. ¡Tendré que probar que tal quedan sobre la vitro!

    Besos

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    1. ¡ Jara ! ¡date una vuelta por el centro y disfruta de la "niñez en la boca"!
      ... ¿no irás a ponerlas directamente sobre la vitro, no?...

      Besote y achuchón de osa ;)

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  10. Framboise, recuerdo el verso de un poema, dice así: "Vendiendo calor / en la fría noche de la castañada"...;))
    Jopé, no preparo castañas desde hace un mes. Me da que voy a atizar el fuego para tener buenas brasas y hacer algunas -Creo que me quedan algunas en la despensa...¡¡Apetece!!...;)))
    B7s

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    1. La chimenea, las castañas, unas mandarinas, una copita, un vals... :)
      El lado cálido de las frías noches de invierno :))
      B7s, Mari.

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  11. JO! qué manjar tan riquísimo! te aseguro que nunca había visto una sartén para castañas.
    Qué preciosidad, tanto de fotografías como de evocación.

    un fuerte abrazo :))

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    1. Creo que estas sartenes se usaban más antes (¿será por culpa de las vitros?...) pero últimamente las he visto en muchas tiendas... Supongo que será por el olor de las castañas tan evocador de un tiempo de placeres sencillos.
      Un abrazote calentito. :))

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  12. Lo que daría yo por tener una chimenea para hacer castañas con las brasas. En la cocina o el horno no es lo mismo. Ese sabor mezclado con efluvios de la leña es inigualable.
    Ainsss que envidia me da tu hogar con esas brasitas refulgentes.
    Un besote Framboise

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    1. Pues sí... en el horno no es igual, ni el sabor ni el olor ni lo que evocan... pero bueno... tiene una ventaja: se limpia más fácil el horno ;)
      Un besote de bienvuelta a tu hogar. :)) Acabo de ver tus (maravillosos) pasos en el Camino y ... envidia me dan a mí... tus pies en plena forma :D

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