martes, 3 de diciembre de 2013

¡Pajaritos! ¡A comer!


Hace unos cuantos años, mi padre -a quien le gustaba mucho el bricolaje-  hizo un comedero para pajaritos para nuestra casa nueva.
Un comedero de los clásicos, sin lujo, pero fuerte, práctico, sobrio.
Y gustó. Y recibió muchas visitas invernales de pequeñitos y grandes, proporcionándome buenos ratos de observación y momentos de fotografía (con resultados dispares, todo hay que decirlo).

También hay que decir que en este restaurante, se cambiaba el menú a diario con el fin de atraer más clientela.
Y corrió la voz en el barrio y aparecieron los rabilargos.
Guapos y numerosos pero chillones, sin los buenos modales que se podrían esperar de unos comensales tan elegantes y sobre todo...
iguales de voraces y peleones que sus primas las urracas.
Y lo que se veía venir ocurrió: lo tiraron al suelo a ver quién se llevaba lo que quedaba dentro y el pobre comedero tenía muchos años como para aguantar eso... unos veinte años más o menos; lo que en la vida de un comedero es mucho... y más con este trajín.

Muy ocupada en otros menesteres y estando el comedero bastante estropiciado, lo guardé para el hipotético momento (que no llegó) de ver cómo arreglarlo; y para que mis amiguitos alados no se quedaran sin sustento, me puse a buscar algo en Internet y encontré una idea...
... cutre pero de realización inmediata:


Vale... lo sé... Muy cutre.
Pero pensé:
"¿Qué importa la forma del plato mientras haya comida dentro?"...

Ya... pero mis invitados, muy listos ellos (gourmets campestres no acostumbrados a la comida bajo plástico) opinaron de forma distinta porque lo único que comieron fue... la manzana del postre.
Primero pensé que se irían acostumbrando... Pero no. Habían sido muchos años de comedero familiar.
Pasaban los días y hacía frío; necesitaban el complemento habitual pero no se acostumbraron.
Se acercaban, desconcertados, dudaban, venían, miraban, se lo pensaban pero no se decidían.
Ni siquiera los gorriones, normalmente tan atrevidos.
Me faltó ponerles un cartel con una flecha que les explicara cómo picotear para hacer caer la reserva de la botella en la cuchara...
Total... ellos no sacaban la comida y yo, lo único que saqué en claro del artilugio ése es que:
"No porque lo veas en Internet, sirve." (aplicable también a otros temas)

Bueno... en realidad, mi comedero cutre sirvió...¡Vaya si sirvió!
Sirvió de inspiración a un guasón de ésos que no dejan escapar oportunidad de reírse malvadamente de mis inventos de aficionada. Soy una incomprendida.
(Os pondría el enlace porque el texto era divertido y los comentarios también pero... no los encuentro...)


 En este país, la investigación recibe poco apoyo y con esto ha quedado patente una vez más... bueno, quizá "patente" no sea la palabra adecuada precisamente...

Tuve que darle la razón al pajarólogo burlón: nadie venía a comer.
Pero nadie, nadie... Y eso que era invierno.
Y como no podía dejarles la comida en el suelo, al pie del "árbol de los pájaros", teniendo cazador peludo y experimentado rodando cerca (entiéndase: gato) y como no quería que se quedaran mis pajaritos en los huesos ni yo quedarme sin el placer de observarlos pues... en busca de inspiración, me fui a una macro-tienda de los chinos (donde se encuentra absolutamente de todo, hasta cosas que, a pesar de tener imaginación, te dejan perpleja pensando en "para qué" podrán servir ya que "cuánto tiempo" servirán... lo intuyes)
y encontré esto:


Más mono y más práctico para rellenarlo... y vaciarlo.
Gustó. Y mucho.
Y sigue gustando a todos, regalándome momentos fotográficos muy gratificantes como éste de un herrerillo capuchino. (en esta foto, ojeando el menú antes de lanzarse a comer compulsivamente: es increíble el apetito de estos pequeñajos)
Y mirlos, petirrojos, carboneros, curriquitas, gorriones y otros muchos cuyos nombres desconozco y que no siempre posan complacientes.

Pero, vista la creciente afluencia alada y no descartando ampliar el negocio, pensé que ya que tenían un restaurante chino, podría ponerles también uno de cocina francesa para que tuvieran una dieta variada.
Y aprovechando un viaje a París, saqué unas fotos para inspirarme:


No sé si serán prácticos pero son monos ¿verdad? (la relación precio-calidad no era mala pero seguía yo con la idea del bricolaje casero y no me veía en el avión con esto en la mano... Me gustan mucho los pájaros y mimarlos y verlos volar pero... cuando se trata de volar yo... bastante tengo con ocuparme de mí misma y de las necesidades de mimo de mis neuronas alteradas.)

Y había también casitas coquetonas, niditos de amor para todos los gustos. Y desde hace meses, me ronda la idea de hacerles uno (o dos... o tres incluso si me sale bien el primero) para la primavera...
Y tengo el material... y sé también donde encontrar un paso a paso...
Quizá me ponga a ello un día de esos... cuando termine con todo lo que tengo ahora entre manos...
Con lo cual... cualquier día os sigo contando (con todo lujo de detalles, cual cotorra) cosas de mis pajaritos.

Pompita pió, pió dedicada a todos los amantes de los pájaros:
a los que saben mucho y de los que aprendo tanto
y a los que, como yo, sólo intentan ayudarles a pasar
un invierno menos difícil..

.

23 comentarios:

  1. Sin duda me he enamorado del primero, no sé porqué, es fuerte y me da confianza, si yo fuera pajarito me sentiría segura con un comedero así. El tuyo de inspiración china no se queda atrás, dan ganas de compartir una buena comida en esa mesa ;) Qué original eres Framboise, no me extraña que las aves y lo que ellas representan acuda a ti ;)
    En mi casa (de mis padres) hay muchos nidos en los árboles, y ahora que están pelados por el otoño se les ve tan bien, qué maravillosa es la naturaleza.
    Un abrazo enorme de diciembre :)

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    1. Sí, el primer comedero era fuerte, bien hecho, con cariño:
      aguantó algo más de 20 años a la intemperie pero se estropeó tanto que no había por donde arreglarlo :(
      Mi próxima meta es conseguir que aniden no muy lejos y poder cotillear... a ver si lo consigo. :)
      Maravilloso es el espectáculo de la naturaleza, cierto.
      Un abrazo calentito de lechuza a otra ;)

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  2. Tu asignatura pendiente: un comedero para abejarucos o abubillas. Ahí tienes un reto :)

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    1. :D Esto supone dedicarme a la cría de lombrices para una y avispas y abejas para el otro ¿no? ... Es decir, alimentación exótica para poder inmortalizar a estos vistosos y coloridos: la esquiva abubilla y el abejaruco ausente en esta parte de la sierra... sí, todo un reto :) Se estudiará...

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  3. Emprendedora en hostelería ornitológica. Me entusiasma esa franciscana paciencia de amar a los pájaros, en contrapartida a esos energúmenos que no solo los matan, sino que además son capaces de comérselos.
    Un abrazo.

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    1. :D Juan, me has hecho reír con la "franciscana paciencia": de francisca tengo bastante pero de paciencia... poca :D Pero observar a los pájaros, la cultiva.
      Sin embargo, santidad aparte, algun día os pondré unas fotos ;)
      "hostelería ornitológica" porque todos tenemos nuestras preferencias a la hora de comer y los pajaritos... igual. :)
      Un abrazo con sonrisa :))

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  4. ;))) Framboise, me da que debemos tener comederos 'invisibles' en algún lugar cerca de la terraza...¡¡Está lleno de pajaritos!!...jaja -Como para hacer o comprarles 'mesas de lujo'...jaja.
    B7s...;)))

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    1. jajajajajaja, si, pero esos son por la manía de comer pipas, quicos y similar cerca del "proyecto de nipon garden", jajajajajaja...

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    2. :) Mari... a ver si vas a tener una plaga de insectos en las plantas de tus jardineras... aunque bien podría ser lo que dice Jordi ;) ... menú variado de pic-nic sin mantel ni varios tenedores jaja.
      B7s a los taberneros que les ponen tapitas ;)

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  5. Pues mira, cuando compramos la casita y en uno de los pinos que hay ya había un comedero de estos que dices, tiene pinta se ser viejo a saco, y digo pinta porque está tan alto que no hemos subido a ver...pero aquello SE LLENA, no te sé decir muy bien de qué especies, pues de pajarólogo tengo poco, pero se llena. Menos mal...QUE ESTÁ PELÍN LEJOS DE LA VIVIENDA, jajajajajaja...

    Y todo esto que dices me ha recordado un capítulo de Dr. en Alasca en el que Jolin (el propietario del Bar), sale a un safari fotográfico por aquellas montañas de Dios, ep, y con una música extraordinaria.

    Un beeeso (iba a hacer un acróstico con la frase: "¿Y que hay de las fotos de las cabras y el espejo"?, pero es demasiado largo, jajajajajaja...)

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    1. Otra carcajada de desayuno :D
      Sí, un comedero en un pino trepa rápido... y pasados los años se transforma en nido: lo he visto en casa de mis padres.
      Besote.
      (lo del acróstico... ya hablaremos tú y yo :D )

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  6. Paradela está llena de pájaros, pero no porque yo los cuide, sino porque como siembro, siempre encuentran alimento. Y no les importan los gatos ni los perros: tienen recursos para todo.
    Yo les envidio tanto el vuelo...

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    1. Yo me empeño en cuidarlos porque no tienen las facilidades de los tuyos. Las rocas de la sierra son menos generosas que Paradela y les hacen más atrevidos y vulnerables a los gatos. (el único punto de discordia que tengo con el mío :( )
      Sí ¿verdad? sería bonito tener alas a veces...

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  7. Te iba a contar un secreto, pero mejor te comento que me gusta mucho más tu invento que esas cosas tan bonitas que ya nos venden prefabricadas. Aunque luego no funcione, se hacen con mucha más ilusión que ir a una tienda.
    :-)
    Besos

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    1. :D Digamos que mi "artilugio" (copiado aunque algo modificado ;) en teoría parecía práctico para asegurarles comida aunque no estuviese yo en casa pero... a pesar de mi ilusión en fabricarlo... no funcionó y no les iba a dejar hambrientos.
      ¡Oye! esto de decir "te iba a contar un secreto" y luego no hacerlo... no se hace: me dejas como yo dejé a mis bichitos alados: desconcertada y con hambre :(
      Besos y sonrisa. :))

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  8. Yo te animaría a que les hagas su propio comedero basándote en el modelo que construyó tu padre, que ha demostrado con creces su utilidad. Con tiempo y paciencia estoy segura de que acabará saliendo y luego podrás lucirlo orgullosa de tus mañas con el bricolage.
    En cuanto al intento sacado de internet, a mi me parece que tiene su mérito, oye, y que así avanza la ciencia a base de ensayo y error, que en medio tienes que aguantar alguna risita, bueno pues... lo compartes con nosotros y ¡a reirse todos juntos! pero con mucho cariño :))

    Besos

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    1. Comedero: de momento les sirve el de los chinos hasta que se estropee por los años ;)
      Pero tienes razón: cuando me lance a hacerles un nido, creo que haré una mezcla entre el comedero de mi padre y unas casitas de playa que vi por allí :) Su fabricante me aseguró que los colorines atraían a los insectos, con lo cual, tendrían hasta servicio de habitaciones :D
      Ensayo-error-risitas y ensayo-error-risitas y... vuelta a empezar. Y si encima nos reímos todos juntos mucho mejor. ;)
      Besos y :))

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  9. Caramba! Tienes a los pajaritos a cuerpo de rey, con el comedero (el de los chinos, que el de plastico da depresion verlo) tan mono y las casitas-niditos de amor....

    Bss.

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    1. jeje Sí, creo que los trato bien... por eso vienen ;)
      ¿Te da depresión el comedero-cutre? :D normalmente, da risa :D
      Besotes, Mar. :)

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  10. Vaya! contigo sí que estoy aprendiendo sobre estos seres tan curiosos jaja
    creo que en algún momento te he escrito que tengo un jazminero en el porche delantero, bien, pues desde hace varias semanas cada vez que salgo por esa puerta se mueven las ramas porque algún pajarillo está pasando estos días tan invernales entre su ramaje. Cuando consiga ver cómo es, te preguntaré de qué animal se trata...
    Preciosa idea y ocupación por tu parte. Seguro que tus casitas asistenciales serán muy bonitas y prácticas.

    un abrazo :))

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    1. Esilleviana, no soy ninguna experta ni mucho menos :D (confundo pato negros con cormoranes :D) Pero me gusta observarlos y si puedo ayudarles cuando encuentran poca cosa en invierno, lo hago. Me encantaría verles anidar :)
      Cuando puedas hacerle una foto a tu pajarito jazminero, moveré hilos y gente entendida para informarte ;)

      Un abrazo :))

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  11. Un escrito divertidísimo.
    Me ha gustado el primer comedero. Imagino a tu padre con su sonrisa en los labios, esmerándose en darle los últimos toques.
    Yo no tengo suerte con mis casitas nido ni con los comederos, me parece que los he colocado muy cerca de la casa, y los muy pillines van directamente a picotear la comida de mi perrita, que la comparte con ellos gustosamente.
    Besos

    Viento de lebeche


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    1. Creo que la solución a tu problema es llenarles el comedero con la misma comida que la de tu perrita ya que les gusta el menú. ;)
      Y mejor para tu "fiera" :D que sino se nos va a quedar transparente :D

      Besitos, Viento de lebeche. :))

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