Las pompas de jabón... infancia, belleza de las cosas efímeras que sin embargo no olvidamos, sentimientos, cosas impalpables sin las cuales no seriamos nadie.
martes, 21 de enero de 2014
Las mantitas de lana
Cuando el ambiente está desapacible, cuando el frío nos echa dentro de casa, cuando el cuerpo y el alma necesitan calma y calor,
es cuando aparecen: ellas, las mantitas de lana.
Las hay para todos los gustos y de todos los colores, nuevecitas o raídas de tanto uso, de la tienda o caseras, pequeñas o grandecitas.
Sea como sea, creo que todos tenemos una mantita de lana
que nos arropa y a la cual tenemos apego.
Hubo una etapa de mi vida en la cual tejía mucho:
principalmente jersecitos que iban creciendo de año en año
a la vez que mis hijos.
Cambiaba el color según sus gustos, lisos o de fantasía complicada.
Y cambiaban los puntos empleados según el ritmo de mi aprendizaje: punto de musgo, de arroz, de trigo, de garbanzo, ochos o trenzas,
del derecho, del revés, calado o irlandés.
Los niños crecen, sus gustos, necesidades y aficiones cambian,
los míos también.
Muchos de esos jerseys se regalan y otros duermen,
olvidados entre naftalina, hojas de laurel y bolsitas de lavanda.
Hasta que un día de limpieza de armarios, reaparecen los ovillos, ahora redonditos de reciclaje y sin su pulsera de identificación de recién salidos de la mercería.
Y reaparecen también los juegos de agujas de todos los números de la esfera y el monólogo interior que reanuda su baile al compás alegre
de la musiquita metálica.
Y de allí salen las mantitas de las siestas de sofá,
arropando con el calor de sus vivencias pasadas.
Y la modorra acaricia el arcoiris... esta lana verde manzana que fue jersey, la rosa suavecita de una chaquetita, la azul marino de una bufanda, la amarilla, la gris, la roja... Todas, recuerdos enlazados.
Y en el duermevela, justo antes de zozobrar entre las hebras multicolor, mis labios se abren en una gran sonrisa, eco de las risas de ayer.
Pompita de punto bobo.
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Bellas palabras, amiga, plenas de ternura...
ResponderEliminarSaludos
Gracias Antiqva de las bellas imágenes :)
EliminarMe gustó mucho esa estrella de la naturaleza.
Saludos y sonrisa.
Esa mantita es especial. En ella guardas el cariño y el abrigo de lo que antes fueron prendas para tus hijos. No te separes nunca de ella. Que idea más bonita has tenido.
ResponderEliminarBss.
Sí, Mar, son muy cálidas y les tengo mucho cariño.
EliminarBss
La ternura hecha cañamazo de un tiempo que se escapa.
ResponderEliminarAhora las venden de esas que dan calambrazos cuando tocas algo metálico.
Tus pompitas son siempre aleccionadoras y están muy bien escritas.
Un abrazo.
¿Calambrazos?? ¿Serán mantas eléctricas? o de fibra artificial...
EliminarSí, el tiempo se escapa... pero desde el mismo momento de nacer ¿no? ;)
Lo cierto es que los "niños" crecen muuuuy de prisa ;)
Un abrazo, Juan. :)
Qué siestas me echo yo con una mantita (bueno, no tan mantita...) de lana... Lo mejor del invierno, sin duda... ;) Me parece muy bien que reciban el homenaje de tus palabras, Fram. Me sumo a él.
ResponderEliminar¡Besazo!
:D ¡Ay! con el siesta-adicto :D
EliminarMira, yo con lo poco que duermo por la noche, rara vez me echo la siesta pero si es en invierno, necesito la mantita (muy grandota ;).
Besote grandote, LuísMi.
Preciosas y cálidas. Mi hermana MªJose me tejió una preciosa.
ResponderEliminarY seguro que aparte de preciosa es calentita y le tienes cariño ¿verdad?
EliminarLas mantas (o las tartas) de fabricación casera es lo que tienen: endulzan la vida.
Abrazote :)
Que bonitas Fran y cuantos recuerdos guardan...La de punto que he hecho para "mis niños"...Aún guardo las alfomfras de lana que les hice para que se sentaran a jugar. Está esperando algún nieto :)
ResponderEliminarBuen martes.
Un beso
:) Laura, seguro que estas alfombras están también llenas de recuerdos bonitos.
EliminarY ansiosas de recibir juegos con nietos... antes de llevarles en la vespa ;)
Un beso calentito.
Escena hogareña, a fe que lo es. La mantita y afuera la lluvia y el frío, ¿eh?, a mi eso me encanta. Y ya luego en la cama, aunque me pongas una supermanta de esas que calientan mucho, a mi me gusta más tener muchas y sentir el peso de las mantas mientras haces el idem, jajajajajaja...
ResponderEliminarPor cierto, ¿también le das al ganchillo? Mi madre lo hacía, incluso dice que se pondrá de nuevo a ello, pero la vista ya no la tiene como antes. Nostalgia, amiga mía, nostalgia y las pequeñas cosas de la vida, las más importantes.
Un beeeeesazo!!!!
Valaf :) también le daba al ganchillo :D pero se me pasó: prefiero las dos agujas y tampoco mi vista da para mucho ya :(
EliminarNostalgia de las cosas pequeñas, recuerdos bonitos...
y una servidora que es friolera :D:D
Besoteee ee ee e e e :D:D
Y no te olvides de las mantas de la mili, más piedras que mantas, feas como un pecado pero eficaces a tope,una de las cuales yo conservo para proteger mis riegos de los fríos de la sierra madrileña.
ResponderEliminar:D Las mantas de la mili (hasta donde yo sé) no están hechas a dos agujas :D
EliminarVeo que has progresado poco en el tema del tejer (yno te pregunto sobre el tema "botones"...)
Pero esta "manta-abriga-cañerías-de-la-sierra" seguro que tendrá recuerdos también :D
Besico tejido en una aguja única y redonda, de plástico.
Mis habilidades tejedoras son muy limitadas y he estado años y años sin tener una labor entre las manos, pero me alcanzó para hacer mi mantita con la lana comprada para un jersey que deshice antes de acabar. Así que también tiene su historia. Es la favorita de casa y toca repartirla cuando coincimos dos en el sofá. Voy a tener que encontrar un ratito para hacer otra que aún tengo restos de lana rodando por casa y me gusta a mi ese diálogo interior al ritmo del cruce de las agujas. ¡Si es que necesito más tiempo para mis labores!
ResponderEliminarBesos
El tiempo... :(( siempre es el tiempo el que nos marca el ritmo del ocio...
EliminarEstas mantitas mías (cuatro en total; dos han cambiado de domicilio ;) son el fruto de mucho tiempo libre cuando el principio del declive de mi vida laboral :(
Me gusta esta historia de la tuya :) Me imagino el proyecto de jersey contento al saber que serviría no para abrigar a una sola persona sino para dos bien juntitas en el sofá :))
Besos y sonrisa, Jara.
Jerseys y chaquetas reciclables que buena idea. En mi casa hay tortas por la mantita de lana.
ResponderEliminarUn abrazo
:)) Será que es muy acogedora y demasiado pequeña ;)
EliminarSi te apuntas con diego a unas clases de tejer, os hago un precio de amigos y hasta os doy la primera hora gratis :D
Eso sí... en el recreo: un belmonte ;)
Abrazo calentito
Hola, una vez mas te encuentro por casualidad, no veo como hacerme seguidora tuya.
ResponderEliminarHe disfrutado con tu relax de tejedora. Cuanto gustan esas mantitas en los días invernales.
Besos y hasta la próxima.
Hola, Rafaela :) periódicamente tengo problemas con blogger (igual que tú, como acabo de ver: ¡lo que me ha costado encontrar "tu pueblo"! :D) por torpeza mía y he decidido no meter más los dedos en diseño o configuración pero me puedes encontrar reciclando o "divagando" cada martes si quieres :)
Eliminar¿Sigues reciclando vaqueros? ;) Sí, tejer es muy relajante y abrigoso. ¿verdad?
Besos y hasta la próxima, si blogger lo permite :)
Oye qué envidia. yo soy incapaz de hacer punto, o ganchillo o lo que me gusta más el patchwork ese enrevesado pero que es una maravilla para la vista.
ResponderEliminarMantitas, la mía de ikea, una pena no poder tener una mía propia :-)
Besos
Me encanta el patchwork !! Los hay maravillosos y llenos de historias. Y me recuerdas una peli romanticona "Donde reside el amor" donde la colcha de patwork cuenta las historias de las mujeres que la hacen juntas. Me encanta :))
EliminarLas mantitas se llenan de historia con el uso y las de Ikea son calentitas ;)
Besos, Sil.
Sí!!! He visto esa película. Puf, de verdad que me encantan.
EliminarAh, mi manta de ikea y yo somos una, debe de tener restos de tinta por todos los libros que he leído parapetada con ella. Pero no es lo mismo.
Me hubiera gustado aprender a hacer estas cosas, pero bueno...
Besos
Querida Framboise, por fin tengo tiempo de pasarme, sabiendo como sabía que el martes habrías escrito, y yo estudiando (entre mantas), pero ya estoy aquí y una vez más, reconfortada. Está haciendo "bastante" frío por aquí por levante, y yo adoro las mantas. Aunque no tengamos oportunidad aquí de usarlas muchísimo, prefiero ponerme un pijama o ropa más ligerita y poder abrigarme con una buena manta :D
ResponderEliminarMi abuela suele tejerme bufandas, el año pasado me hizo una con forma de flor preciosa, me gustaría poder enseñártela!Te mando un abrazo floral, queda menos para la primavera y que se vaya este frío que tan poquito te gusta. Pero ¿ves? Otra cosa buena: se pueden usar mantitas :)
Un abrazo enorme!
Patricia, tienes razón: el frío tiene sus ventajas, las mantitas calentitas (aunque se compartan con los libros de estudio :D )
EliminarY estos días, las uso, las uso con este frío que tenemos aquí también. Brrrrr
Me gustaría verte con esta bufanda-flor: las abuelas están en todo.
También me gustaría verte en "tu casa"... :(... pero me dicen que esta dirección no existe :((
Te veo aquí pero ¿te habrás dormido debajo de la manta?...
¡ Estudia ! Y olvídate de entrar aquí: nos veremos con tiempo ;)
Besos grandes y suerte con los exámenes.
Anoche me dormí entre mantas por fin con tranquilidad, ¡ya he terminado los exámenes! :) muchas gracias, acabé ayer después de tres semanas de agonía, aunque aún me queda que estudiar. Pero pasarme por aquí y por otros blogs siempre es una desconexión que necesito y que me sienta genial :) :) :) Así que gracias por tus palabras siempre llenas de armonía, un enorme beso invernal :)
Eliminar(la dirección "casa" aún debe ser creada, si las alas lo permiten alguna vez) :)
Preciosas para mi nieta, jajaja, bonitas de verdad y cálidas.
ResponderEliminarMuchos besicos.
:D No me provoques, no me provoques... o te mando lana, abuelita ana :D
EliminarMuchos besicos para ti, la mamá y la peque. :))
Qué bonito Framboise. Solo el hecho de utilizar la misma lana que antes fue una chaquetita o un jersey o una bufanda aún hace más especial esa mantita que todas las tardes-noches te abriga del frío de este invierno. Es todo un encanto leerte.
ResponderEliminarun abrazo :))
Sí... creo que el hecho de estar hechas de esa lana llena de recuerdos, abriga más :)
EliminarPara mí, es un gusto muy grande que me leas y poder leerte. Vamos tejiendo también a traves de las ventanitas ¿verdad?
Un abrazote grande, Esil :))
;))) Te cuento que 'mi' mantita 'compartida en sofá' es una manta morellana, la compramos hace años, en Morella...¡¡Es un horno!!...;P
ResponderEliminarB7s
Manta morellana :) Bien bonitas que son, igualmente cálidas y coloridas aunque tejidas de otra forma (también practiqué con telar :D)
Eliminar"¡Ponga una manta en su vida ! " y sobre todo ¡Compártala! ;)
B7s cálidos. :))