martes, 29 de abril de 2014

Neblina azul


Vive en la ladera soleada de una montaña negra.
La envuelve a ratos una neblina azul grisácea deshilachada en jirones que se enganchan a veces en el recuerdo difuminado de una sonrisa lejana.
Se superponen los rostros enmarcados que velan sus sueños diluidos;
y tira del hilo que los une.
Y con ganchillo aplicado, teje, puntada a puntada, una toquilla de encaje.
Sus lecturas errantes se guiñan desde los destellos inciertos de los faros de una costa recortada; y ella recorta, perfilando con ilusión, risueños corazones de papel que brotan incansablemente de sus dedos inseguros.
Y viajan de la cajita al sobre, floreciendo su ingenuidad soleada con besos momentáneos y rodeados de la neblina azul luminosa, deshilachada, engarzada en las sonrisas titubeantes de unos recuerdos medio reinventados, medio imaginados, presos entre listones negros de noche y blancos de armiño.
En la ladera de la montaña soleada donde vive.

.

15 comentarios:

  1. ¿Una adivinanza?, me lanzo a la piscina, va: dicen que la oveja es de donde pace, no de donde nace. Pero, si hablamos de la tierra que lo ha visto nacer a uno, la máxima puede no ser cierta. Y lo digo porque mi abuela, que no nació aquí, siempre añoró aquellos verdes perpetuos que la vieron nacer.

    Un besazo!!!!

    ResponderEliminar
  2. Dudo que quiera ser adivinanza, aunque podría ser posible. Lo que es cierto es que un bello pasaje literario, pleno de bellas imágenes y sensaciones.
    Y eso es lo que cuenta.
    Un abrazo..

    ResponderEliminar
  3. Nos lo han dado todo, desde antes de nacer incluso. Tanto que hasta a veces se deshilachan en jirones. Pero les queda un recuerdo ausente y una sonrisa en los labios. Quiérela :)

    ResponderEliminar
  4. No se si será ese terruño que añoramos y visitamos no tan a menudo como nos gustaría...pero en la neblina la vemos no deshilachada, sino como la soñamos y la recordamos...
    Un beso.

    ResponderEliminar
  5. Triste y tierno. Me da miedo que un día me pierda en esa neblina azul grisacea, aunque cuando llegue ese momento no sabré que estoy perdida. Es importante contar con una mano y un rostro aunque estén diluidos que te acompañen :))

    Besos


    ResponderEliminar
  6. ¿Me dejas un mail para que te escriba, porfi? Era para una sugerencia... NOooo, no es nada malo, al contrariooooo, una buena sugerencia, de las bonitas, de las amables :))))

    Beso y cafelito.

    ResponderEliminar
  7. :(
    Framboise, me da que no sé qué añadir, salvo que es un texto lleno de amor...;)
    B7s

    ResponderEliminar
  8. No me digas el motivo, igual soy yo... pero me ha sonado tan triste como hermoso.
    Una preciosidad
    Besos

    ResponderEliminar
  9. Es un gran escrito, al mismo tiempo triste y bello, excelente texto, saludos.

    ResponderEliminar
  10. Son palabras encantadoras, entre las que me he sentido a gusto mientras me mecían y columpiaban.

    un abrazo

    ResponderEliminar
  11. Gracias a todos por pasar un rato por este rincón no siempre alegre.
    Efectivamente es un camino agridulce el intentar adivinar los vericuetos seguidos por una memoria inmediata cada día más frágil.
    Pero es un recorrido que se ve suavizado por las sonrisas que le brotan y nos brotan en cada logro de ella, mi madre, al conseguir relacionar pasado y presente.
    "Recordar" es volver a pasar por el corazón ¿verdad?
    Y en ello estamos todos.

    Un beso para cada uno de vosotros.

    ResponderEliminar
  12. Me gustaría que me mandaras un correo. El mío está en el blog ;)

    ResponderEliminar
  13. Recordar es volver a pasar por el corazón... No sé qué decir Fran, sólo con decirte que has retratado mi mayor fobia te lo digo todo. Le tengo pánico a eso que describes, es mi mayor miedo, tanto para mí como para cualquiera de los que me rodean. Lo has descrito con una ternura y unas palabras tan preciosas que hace que me duela aún más. Sólo puedo mandarte un abrazo enorme y suerte, fuerza, mucha fuerza, para ayudar a apartar la niebla de esa montaña.
    Supongo que hay cosas que hay que aceptar, por mucho pavor que les tengamos, y afrontarlas como se pueda. Dentro de mi tristeza, y de la tuya, me ha encantado cómo lo has escrito.
    :) :) :) besos y abrazos, de corazón.

    ResponderEliminar
  14. Viento de lebeche14 de mayo de 2014, 10:29

    La lectura de tu entrada ha corrido la pintura de mis ojos.
    Hace muchos años, pero aún recuerdo el cabello blanco, la piel tersa y sonrosada, los ojos con afán traductor y siempre el gesto amable con una sonrisa.
    Imagino la despedida llena de preguntas sin contestación, el adiós hasta cúando, la carga de la ausencia por la lejanía.
    Todo está dicho, además dicho de una manera bellísima.

    Besos comprensivos.

    ResponderEliminar
  15. Laura, Patricia, Vientecillo... gracias a las tres.
    Besos

    ResponderEliminar