martes, 3 de enero de 2017

Última y primera


Última alegría del 2016 y primera alegría del 2017:
Este petirrojo que retraté el día 31, pensativo estaba. (¿Me gustará o no me gustará lo que nos ha puesto hoy?...) Tímido, como siempre. (¿me atrevo o no me atrevo con el comedero nuevo?...)
O como casi siempre... recuerdo a uno que un día de hace años entró en el salón pitpiteando, reclamando su desayuno...

Y hoy (ayer), lo he vuelto a ver, esta vez disfrutando de un menú de fiesta, aprovechando que ni los rabilargos ni las urracas se habían percatado todavía del banquete que les había preparado: unos poquitos garbanzos que sobraron del último cocido del 2016, con su pan y su grasa de jamón y más cosas. Y hasta les puse de postre algunas uvitas de ésas chiquitinas que me sobraron también pues no quise hacer trampa y me tomé valientemente las más gordas. (Este año, para variar, muy sabrosas por cierto. Y terminé en los tiempos. Voy progresando. A ver si con mi empeño en masticar bien este año, se me cumplen los deseos. O por lo menos uno o dos, tampoco quiero ser abusona.)

Al rato aparecieron unos carboneros también, con su chaleco de mayordomo siempre listos para limpiar la mesa que les pongo a diario. Hacía tiempo que no los veía: el comedero nuevo, tipo jaula-despensa  (de los chinos, pues sí,  como el anterior ) ha molestado a más de uno, por ser exclusivo para peques hambrientos (los que más necesitan de nuestra ayuda con este frío serrano), comedero selectivo que deja comer sólo a los que pueden entrar y salir a su antojo entre los barrotes.
Sí, me puse firme hace poco: ¡Ya está bien de alimentar a los más grandes que arramblan con todo, me dejan la mesa y las sillas del porche hechas un asco y sobre todo, sobre todo dejan a los más necesitados sin nada!...
(... tema ampliable esto último, ahora que lo pienso... pero no. Ya lo sabéis: mis pompas quieren ser amables y no gruñonas. Sólo hechas de agua limpia y jabón oliendo a flores silvestres. Que para otras cosas... con las tertulias políticas-televisivas-gritonas o de cotilleo nos sobra... y nos sobra... y nos sobra.)

Pero no retraté ayer a ninguno de mis peques alados, tan embelesada estaba con admirarlos. Me pasa a menudo: no tengo reflejo paparazzi con la máquina siempre lista. (sin embargo, un día de ésos os traeré algunas cosillas de otros momentos mágicos...)

Ha empezado bien el Año 2017 en mi jardín. Que siga.

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Pompita con sonrisas de principio de año. :)))))))
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6 comentarios:

  1. Con el amor que le pones a su cuidado y vida, seguro que estará bien todo el año.
    Tus pompas son tan olorosas, tenues y delicadas que, obviamente no tienen cabida en ninguna televisión.
    Un beso.

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    1. Juan, en verano no me ocupo de ellos pues tienen de todo a su alcance pero en invierno si puedo los ayudo (mi madre me lo enseñó desde siempre y ella, hasta les llamaba silbando (cosa que no conseguí aprender :) Y ellos saben que algo encontrarán porque siempre vuelven y yo disfruto admirándolos: son una fuente de inspiración mucho más agradable que ver la tele ;)
      Un beso cosecha 2017 para ti.

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  2. ¡PIO, PIO!, jajajajajaja...¡MOLT BONA NIT, Fram! Me suena, me suena pero mucho el asunto de los pajaritos en cierta comedera que tenemos en un pino (bastante alto) en casita. Aunque no me pidas que los identifique porque nanai de la china, jajajajajaja...

    Aaaaaabrazote de nuestra parte bien grande!!!

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    1. Tranquilo, Valaf :D No te pido que los identifiques. Con que los ayudes de vez en cuando (creo recordar que a base de quicos y pipas :D) seguro que ellos están satisfechos y por eso os visitan.
      Abrazotes a repartir (sin olvidar a los pajaritos :)

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  3. Varias cosas me sugiere esta entrada.
    Primera: no sé cómo será el comedero que te has agenciado para tus pajaricos, pero dudo que tenga más personalidad que aquella "cosa" que nos mostraste una vez, hecha con una botella de litro de plástico a la que habías hecho varias incisiones y bujeros para poner cucharas de madera y no sé que otros artilugios que facilitasen el acceso de esos pajaricos al alpiste del interior.
    Segunda: pobreticos rabilargos y urracas, te sugiero que ingenies algún artilugio al que solo puedan acceder estos simpáticos córvidos, que también son criaturitas de dios.
    Tercera: si te sobran garbanzos, no dudes en meterlos en un tapper y enviármelos a casa, que uno también pasa hambre en invierno y no sabe cocinar.
    Cuarta: ¡pec!

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    1. :D ¡Ay! Pajarólogo :D ¡¡¿Todavía recuerdas mi comedero cutre?!! :D Fue un auténtico fracaso: no comían ni los peques ni los rabilargos ni las urracas. (pero bien que nos reímos gracias a ello :D)
      El actual es monísimo y les gusta a todos. Sí, a todos, porque tendrías que ver las acrobacias que hacen tus "criaturitas de dios" para robarles a los más pequeños lo que está a su alcance :D (después de vaciar el cuenco que les pongo a ellos en el "enebro de los pájaros" O ¿te creías que les tenía a dieta a los "sin modales" ? Pues no. Soy una blanda por mucho que proteste :D)
      :D ¿Sólo garbanzos? ¿O un cocidito completo?... me lo pensaré para nuestra próxima excursión ;)
      ... Otra pregunta: los garbanzos ¿los prefieres cocidos? O ¿de los de rezar de rodillas?... :D
      ¡Pec, Pec y Pec !

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