martes, 31 de octubre de 2017

Mi cita de octubre

Llevaba algunos días pensando en qué canción os iba a traer hoy como recuerdo-homenaje a Brassens siguiendo mi costumbre de cada año.
Pensativa estaba, sí... por muchos motivos... No porque no encontrase nada sino todo lo contrario.
Y ya tenía casi casi elegida una de las muchas suyas tan críticas y que se podría aplicar perfectamente a los aires que soplan últimamente...
pero no.

Toda la obra de Brassens es para mí como una piedra preciosa que según qué faceta miras te manda brillos de según qué color...
Y hoy no me apetecía traer el brillo de su ironía ácida sino el de su sonrisa divertida y pícara, y llena de poesía y ternura.

Y la canción de hoy es esto: poesía (mucho antes de cantar, Brassens empezó escribiendo poemas, empapado de la lectura de los grandes como Ronsard por ejemplo)
Y esta canción es también la ingenuidad (a veces sólo aparente) inspirada en las canciones llamadas "tradicionales" por su arraigo popular; en este caso un clásico algo triste y melancólico,
"À la claire fontaine"
Canción en la que una moza (o un mozo en ciertas versiones) llora el amor perdido por rechazar un ramo de flores; canción a la cual Brassens dio una melodía parecida con otra letra más en su estilo y con final optimista y guiño sonriente.

               Espero que os guste.

En el agua del claro manantial

En el agua del claro manantial,
Ella se bañaba desnudita.
Un remolino de viento repentino
Tiró sus ropas a las nubes.

Apurada me hizo entender
Para vestirla de ir a buscar
Brazadas de hojas de parra,
Flores de lirios o de azahar.

Con pétalos de rosas
Un pequeño corpiño le hice.
La hermosa niña no abultaba mucho:
Una sola rosa fue suficiente.

Con pámpanos 
Un a modo de faldita le hice
Pero la hermosa niña era tan pequeña
Que una sola hoja fue suficiente.

Me tendió sus brazos, sus labios
Como para agradecérmelo.
Los agarré tan febrilmente
Que se encontró de nuevo desvestida.

El juego le debió de gustar a la ingenua
Pues al manantial a menudo 
Se fue a bañar desnudita,
Rogando al Señor que soplara aire,
Que soplara aire...



                                                   https://www.youtube.com/watch?v=kHeP_DrlXPI

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Pompita brassensiana.
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8 comentarios:

  1. En el mundo pues no hay mayor pecado
    que el de no seguir al abanderado.
    Y a la gente no le gusta que
    no tenga su propia fe.

    Besos.

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    1. jajaja Pues no, Juan, mi canción descartada no era ésa. Pero podía haberlo sido también ;)

      Besos.

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  2. Esta canción me ha recordado a la que escribió sobre Margot, la joven pastora que encontró un gato y lo cobijaba en su pecho ("le couche contre son sein"). Brassens, poeta ácrata, anti-patrias, libre, crítico. Lo admiro por muchas cosas, pero sobre todo por su pasión por la mujer y por su forma de cantarla.

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    1. ¡Ay! con el brassensiano... Sí, sé que lo admiras. Y yo. Y por todo.
      "Tout est bon chez lui, il n´y a rien à jeter
      Sur l´île déserte, il faut tout emporter."
      En este orden de cosas de su inspirarse en las canciones tradicionales y darles la vuelta a su manera ¿conoces "Les sabots d´Hélène"? Muy buena también ;)
      La descartada peliaguda, ya la conoces... Y sé que te gusta también.

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  3. Brassens sabe mandar brillos de muchos colores...
    Lo he conocido a través de tí Fram.
    Buen miércoles con buñuelos 😋 y castañas asaditas.
    Besos.

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    1. Jaja Volvemos a coincidir en el horario, Laura. ;)
      Me alegra que este blog mío te haya hecho descubrir a Brassens porque es de lo mejorcito de Francia. (pasión mía aparte jeje)
      ¡¡Golosa!! :DD Aquí todavía no hemos hecho castañas: nos gustan en la chimenea y con estas temperaturas ¿quién la enciende? :(
      La semana que viene creo que sí podremos hacerlo.
      Besos y buenos buñuelos :))

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  4. Me encanta Brassens, aquí tan deliciosamente pícaro con esa "niña" que vestida de pétalos y pámpanos se queda desnuda ante un beso febril, y empieza el juego de la seducción...

    ...y todos quieren jugar los días que sopla el aire con la niña del manantial.

    Me llevo una gran sonrisa y un buen momento lleno de pompitas ligeras y alegres.

    Un beso,

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    1. A mí, ya no es que me encanta: es mucho más...
      Forma parte de mi banda sonora más profunda, de mis raíces y... de vez en cuando, vuelvo a él. A menudo.
      Aunque aquí, me contengo porque como lo he dicho muchas veces, me puedo poner pesadísima cuando hablo de él. :DD
      En la siguiente , repito :DDD
      Me alegra ver que compartimos también el poeta pícaro. :))
      ¿Sabes que él también, igual que nosotras, era gato-adicto?... ;)
      Un beso para ti, sonriente Tesa.
      Y otro. :)

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