sábado, 23 de diciembre de 2017

"¡Queremos turrón, turrón, turrón..." U otra cosa... 2ª parte

... He decidido volver por Navidad... no a la casa paterna-materna (que ya no puedo) sino a los recuerdos de mi infancia... (mi porcentaje nostálgico dulce)
Y he decidido también endulzaros este año el momento navideño con algo más facíl de consumir; (y menos peligroso para la dentadura también, dicho sea de paso.)

Y para ello, os voy a regalar una receta de las mías.
Bueno... era de mi madre; que la bordaba. Pero como la heredé yo, ya es mía; y no se me ocurre otra cosa más dulce para compartir con vosotros...
Pues ahí va:

Receta de carne (o crema) de membrillo
Necesitaremos ingredientes baratos (otra ventaja en estas fechas)
Membrillos, manzanas y limón.
 
Y si apetece, un chorrito de ron también. O cualquier licor dulce que se tenga a mano. Es opcional pero le da un puntito de más.
¡Se me olvidaba!... y azúcar; bastante azúcar...
Pero bueno... "Una vez al año no hace daño" ¿no?...

Modo de hacer
Se pela y trocea en daditos membrillos y manzanas; el limón sólo troceado con su piel.
Se echa la fruta a la cacerola con un pelín de agua (un dedito nada más para evitar que se agarre al principio de la cocción al fondo del recipiente hasta que la fruta suelte la suya propia)


Y se dan vueltas y vueltas y vueltas y más vueltas a fuego lento.
Mientras tanto, se saborea el aroma mágico que inunda toda la casa y se disfruta del color cada vez más cálido que adquieren la fruta... y los recuerdos asociados.
Vueltas y vueltas y más vueltas (eso sí... hay que tener paciencia, como para casi todo en la cocina...y en la vida)
Yo aprovecho también este prolongado  "estar al pie del fogón" para hacer ejercicios de estiramientos varios ya que durante las fiestas, mi señor Pilates se va de vacaciones y priva mi esqueleto de su ayuda tan necesaria (risas incluídas).
Cada uno es cada uno. Y sobre gustos, colores y necesidades...

Bien... A lo nuestro, cocinera, que otra vez te enrollas.

Modo de hacer (continuación)
Cuando ya tiene la mezcla un aspecto de puré grueso, se le pasa unos minutos de batidora hasta obtener un puré fino.
Se pesa el resultado y se añade el mismo peso de azúcar.
Y el chorrito de ron.
Y vueltas y vueltas y más vueltas hasta que la mezcla adquiera un color anaranjado claro.


Llegados a este punto, tenemos dos opciones:
-O bien seguir hasta que la pasta se haga más seca y oscura y una vez enfriada en un centímetro de grosor y sobre papel de horno, se pueda recortar al día siguiente en figuritas navideñas decorativas.
-O bien (lo que yo prefiero) parar la cocción para que conserve su cremosidad y se pueda untar facílmente en la tostada del desayuno o en el bocata con queso de cabra o mezclar con la cuajada o el yogur.
O también comérsela a cucharada limpia como hacen los golosos.
O incluso rebañando el recipiente con el dedo como hacen los muy golosos de mi casa.

Y aquí tenéis parte del resultado. Espero que os guste.


 

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Pompita de ¡¡FELICES FIESTAS!! para todos.
Que cada uno las viva según la mezcla fluctuante de sus porcentajes.
Y como todos tenemos cerca a algún espécimen de cada clase, a los míos cercanos les digo con todo cariño...
Los Hedonistas que sigan disfrutando a tope como cada año.
Los Familiares y sus Amigos también, con calor de hogar y sonrisas.
Los Nostálgicos... que no recuerden más que al niño ilusionado que fueron; pues la Navidad es esto en su esencia ¿no?...
Celebrar (con o sin matiz religioso) la Infancia y su promesa de tiempos mejores que sólo los niños saben imaginar y construir.
... Los Gruñones empedernidos...
 ¡Ay!... Estos... ya no sé qué hacer con ellos... Y tengo unos cuantos a mi alrededor...
...¡¡que se metan en la cama y, como los osos gruñones y malhumorados, hibernen hasta el día 7 de enero, escuchando en bucle cualquier versión de la ópera
"La marcha de los Reyes magos" de L´Arlésienne " de Bizet!!
Es muy alegre. Y la música amansa a las fieras...

                                   https://www.youtube.com/watch?v=M7p74wVffpI

... O si no les gusta la ópera, les sugiero esto también:

                                           https://www.youtube.com/watch?v=1dRqTKZQGTo

Que las Fiestas os sean dulces a todos.

                                   Lo dicho: ¡¡Pasadlo bien!!  Muacssssss

Nos "veremos" en 2018. :) Supongo...

martes, 19 de diciembre de 2017

"¡Queremos turrón, turrón, turrón!"... 1ª parte

Pues sí... ya estamos otra vez en Navidad.
Y ya estamos otra vez bombardeados por los "clichés" publicitarios navideños... Están los anuncios varios en la tele con música insidiosa y letra común de "¡Compra, compra!"
O los comercios con la cacofonía de sus también machaconas musiquitas pegadizas (con letra añadida a la anterior de "¡Me lo pido!")
O los balances de fin de año con sus encuestas varias y porcentajes de toda clase...
Y hablando de porcentajes, un artículo sobre las Fiestas, leído recientemente, informaba de lo siguiente (aunque en esto de las encuestas siempre recelo... Nunca me han preguntado nada a mí.... Quizás porque intuyen que siempre me enrollo, matizando...)
Decían las encuestas que...
-El X por ciento de la población, pertenece al género Hedonista  (los que disfrutan de todos sus aspectos brillantes y alegres.)
-Para el X por ciento son fechas de estar más con la Familia y los Amigos.
-Otro X por ciento se inclina por la franja de los Gruñones (y su recurrente runrún de "obligación, falsedad y consumismo")
-Una X parte, según sus años vividos, está en el grupo de los Nostálgicos.
-Algunos reconocen fluctuar entre varios grupos...
O dicen esto de NS/ NC...
... Curiosamente no se mentaba al porcentaje de los que enfocan el tema como un período de contribuir a suavizar estos días la vida de los más desfavorecidos...
o bien porque se presupone que lo hacen todos los días del calendario sin pregonarlo...
o bien porque al articulista le dio vergüenza reconocer que muchos lo piensan y no hacen nada palpable...
o bien porque se acuerdan de los "sin estrella de ninguna clase" sólo entre besugo y turrón, acallando su mala conciencia con un par de palabras...hasta las próximas Fiestas o encuestas...

Sí, estamos en Fiestas y no hay forma de escapar... ¿O sí?... Depende...
Depende de las vivencias, circunstancias de la infancia o de la adultez de cada uno... y mucho de su forma de encarar los recuerdos también...
Yo, como pertenezco a varios de estos porcentajes, y con tal de no amargar a nadie, prefiero un año más decantarme por... lo dulce.
Así que...¡Al turrón!... 
O casi... porque, para mí, por mis vivencias pasadas, el turrón (o "le nougat" en mi tierra) no es una cita obligatoria de Navidad sino los dulces recuerdos gastronómicos traídos de veraneos en Provenza donde abundan los almendros. Y una delicia que siempre se comía sin fecha y con un pequeño martillo al lado acompañando a las copitas del vino dulce de allí ... ¡qué  recuerdos!...

Y como hace nada me reí de lo lindo con un texto que me mandaron sobre los avatares que conlleva empecinarse a tomar turrón rebelde en estas fechas (rebelde por empaquetado con este sistema llamado "abre fácil" de ahora; sistema que, punto a su favor, al dificultar nuestro acceso a la golosina, cuida de nuestra analítica post fiestas ("¡qué bien tienes siempre el azúcar!" me dicen mi doctora de cabecera y sus compinches de especialidades, cada vez que nos vemos.)
Y como mis doloridas manos ya bastante sufren a la hora de abrir "fácilmente" también los frascos de pastillajos varios que ella me manda (con cariño, porque de tanto rato como pasamos juntas es ya más amiga que simple vecina); hablo de estos frascos con "tapa a prueba de niños" (ya sabéis: este invento diabólico que hay que apretar fuerte y a la vez girar)...
Pues por todo este batiburrillo de consideraciones varias...
He decidido volver por Navidad... no a la casa paterna-materna (que ya no puedo) sino a los recuerdos de mi infancia... (mi porcentaje nostálgico dulce)
Y he decidido también intentar endulzaros este año los días navideños con algo más fácil de consumir; (y menos peligroso para la dentadura también, dicho sea de paso.)

Y para ello, os voy a regalar una receta de las mías.
Bueno... era de mi madre, que la bordaba...
Pero como la heredé yo, ya es mía. Y no se me ocurre otra cosa más dulce para compartir con vosotros...

Pero os haré esperar unos días... La espera fomenta la ilusión... ¿no?...
Y si no me creéis, mirad a los niños de nuestro privilegiado entorno cercano: ellos sí que saben disfrutar de la Navidad sin cálculo ni porcentaje, al cien por cien.
Con los ojos llenos de estrellitas de ilusión...

Hasta prontito...

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Pompita con anticipado sabor a Fiestas :))
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