Las pompas de jabón... infancia, belleza de las cosas efímeras que sin embargo no olvidamos, sentimientos, cosas impalpables sin las cuales no seriamos nadie.
martes, 12 de junio de 2012
El número 62 de una calle cualquiera
Ya ha llegado al número 62 de esta calle empinada donde le ha tocado vivir.
Es una calle cualquiera, de nombre y aspecto sencillos... y no lo es: no pasan muchos coches veloces y ruidosos... tiene tramos sólo aptos para peatones, y con escalones desiguales y desgastados por el uso.
Algunos días, le falta el aliento; y apoyando la espalda en un árbol de tronco casi tan arrugado como su propia frente, se sienta un rato antes de entrar, recreándose en lo que abarca su mirada: la cuesta de todos los días que arranca en la parte baja y lejana de su ciudad natal, las puertas de colores distintos pero parecidas a la suya, algun pequeño jardín, unas tapias, y números que van subiendo por esta calle apartada del centro ruidoso.
Está empezando a caer el sol que se refleja en los ventanales de algunos antiguos edificios, puntos de referencia donde se enganchan los recuerdos de su vida.
Sonríe.
Y se levanta, ya recobradas las fuerzas: le esperan en casa.
Su mujer, con la pregunta habitual y reconfortante, cariñosa: "¿Qué tal tu día?"
Y sus dos hijos, con otras preguntas y el bullicio de sus proyectos que son suyos también.
Nº 62 de una calle diferente, entrañable.
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Esperemos que esa calle tenga más números y los podamos ver juntos, aunque también espero que no sea tan empinada como parece ahora. Un beso.
ResponderEliminarLa diferencia del número amado.
ResponderEliminarMe recuerda mi calle en el casco viejo de caravaca, al final de la cuesta de la Simona y al comienzo de la calle del hoyo. Me viene a la mente la imagen de vecinos ya mayores subiendo pausadamente y sin prisa esa calle empinada.
ResponderEliminarUn abrazo.
La vid sencilla, cotidiana que, muchos trnsitan.
ResponderEliminarTal vez el regreso a sentires amenos luego de un tedoso día.
La imagincion vuela detras de tus palabrs.
Gracias por tu visita y aromas que has dejado , veo por tu perfil sentires compartidos.
Cariños
¿Sólo 62? Sois dos chavales. Tetealca, ya sé dónde vives, en pleno barrio antiguo. Calle de la Simona, calle del Hoyo, bonitos nombres. Cualquier noche subo a darte la serenata :)
ResponderEliminarSonrisas (todas cariñosas) y besos (todos distintos ;) )para vosotros.
ResponderEliminarHasta la semana que viene. :)
Un relato entrañable en el que cualquier calle pasa a ser un hogar.
ResponderEliminarPrecioso
Besos
Mientrasleo, En cada calle, detrás de cada número y de cada puerta hay historias ;). Algunas, muy bonitas.
ResponderEliminarBesos... un poco extraviados entre tus montones de libros :D:D (lo mío con el "cacharrito" es cíclico jaja)
Hola.
ResponderEliminarCon tu permiso me he dado un garbeo por tu blog. Me gusta mucho, en especial la traducción que has hecho de Centenaire, que en mi modesta opinión, es perfecta, emociona.
Como no veo cómo puedo seguirte, si no tienes inconveniente, te enlazo en mi blog para mantenerme al día de tus novedades.
Ha sido un placer.
Bienvenida, elena.
ResponderEliminarNo hace falta permiso para entrar aquí: el placer es mío.
Y un paseíto también me voy a dar por tu "casa". :)
Como dices que no hace falta permiso... ¡Pues te hago una visita! Un descubrimiento tu entrada y tu blog. Y no me ha costado nada llegar hasta el número 62, tus palabras me han llevado en volandas.
ResponderEliminar¡Un besazo!
:D ¡qué calle mas transitada!
ResponderEliminarGracias por tu visita Román.
El día que vaya a casa de mis hijos, me acordaré de ti: veo que sois vecinos del mismo barrio ;)
Besos lectores.
Y hablando de visitas... tetealca ¡me apunto a la serenata con el otro "chavalote" el día que vaya a Caravaca! :D ¡Prepárate! puede que llueva en la sierra murciana :D
Besos a tod@s
Visitandote y dejandote cariños y desos de buena semana!!!
ResponderEliminarUna calle de tantas donde las familias intentan sobrevivir con sus penas y aegrías, aunque en los tiempos que corren haya pocos motivos para sonreir. Me ha gustado.
ResponderEliminarUn abrazo desde Jaén.
Gracias por tus buenos deseos, AbuelaCiber! te soplo los míos también.
ResponderEliminarBeso de sonrisa. Y otra vez gracias por las carcajadas.
En todas las calles y en todas las épocas de nuestra vida, si paseamos con una sonrisa, podemos encontrar otra que nos responde. A veces lejana y otras muy cercana. Y todas nos ayudan a subir las cuestas.
Y me voy a pasear por Jaén. ;)
Un abrazo para ti, ana.