martes, 30 de octubre de 2018

Canciones de amor

A raíz de la reciente muerte de Aznavour, mucha gente me ha comentado lo maravilloso de sus canciones de amor y... Si bien siempre he admirado su manera de cantar, su vitalidad, su presencia en escena, su voz incluso, pues... no. Salvo un par de ellas, a mí, las canciones suyas no me emocionan como otras.
 Cuestión de gustos....
Y no, mi preferida entre las canciones de amor en lengua francesa tampoco es 
"Ne me quitte pas" de Brel... Aunque reconozco que esta canción y sobre todo verlo a él cantarla, siempre me ha encogido el alma y me ha puesto los pelos de punta...

No. Lo siento... Para mí, la mejor canción de amor es de Brassens... evidentemente. 
(lo sé, no tengo remedio. Él será siempre el mejor para mí. Sea cual sea el tema que toque...) 
Y no por su música, ni por su voz, sino por su letra. 

Y fiel a mi costumbre en estas fechas, aquí tenéis mi traducción de esta canción que siempre me ha parecido la más bonita declaración de amor:

La no-pedida de mano             de Georges Brassens

Amada mía, te lo ruego
No clavemos en la garganta de Cupido
su propia flecha.
Tantos enamorados lo han intentado
que con su felicidad han pagado
este sacrilegio.

Tengo el honor de no pedirte tu mano.
No grabemos nuestros nombres,
abajo, en un pergamino

Dejemos el campo libre al pájaro:
seremos los dos prisioneros 
de nuestra palabra.
¡Al diablo con las jefas de cocina
que atan los corazones
al mango de 
las cacerolas!

Tengo el honor de no pedirte tu mano.
No grabemos nuestros nombres,
abajo, en un pergamino

Venus envejece a menudo
 y pierde su latín delante de 
la placa del horno.
A ningún precio quiero yo
deshojar en el cocido
la margarita 

Tengo el honor de no pedirte tu mano.
No grabemos nuestros nombres,
abajo, en un pergamino

Se les quita muchos encantos
al desvelar demasiado los secretos 
de Melusine.
La tinta de los mensajitos de amor
se deslavaza pronto
entre las hojas de los libros
de cocina.

Tengo el honor de no pedirte tu mano.
No grabemos nuestros nombres,
abajo, en un pergamino

Puede parecer muy previsor
guardar a la sombra,
al fondo de un tarro 
de mermelada
la bonita manzana prohibida.
Pero está cocida: ha perdido
su sabor natural.

Tengo el honor de no pedirte tu mano.
No grabemos nuestros nombres,
abajo, en un pergamino

Sirvienta no necesito
y de la limpieza y sus cuidados
te eximo.
¡Ojala como en eterna novia
en la dama de mis pensamientos
pueda pensar siempre!

Tengo el honor de no pedirte tu mano.
No grabemos nuestros nombres,
abajo, en un pergamino

                                        https://www.youtube.com/watch?v=jzmQcdw9IPU


Pompita para Pupchen que le inspiró esta canción (entre otras) 
                                           y para el Maestro Brassens.
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martes, 2 de octubre de 2018

El final del verano

Nunca he padecido esta, para mí, extraña enfermedad que llaman  "síndrome postvacacional".
No pongo en duda su existencia y me compadezco de quien la sufre pero... soy inmune.

Soy inmune y desde siempre: cuando estudiaba o cuando trabaja fuera de casa disfrutaba de las dos cosas por igual. De los once meses y del mes tan esperado. De forma diferente pero con la misma ilusión...
Pero sé de algunos que no lo resisten: les sienta mal la transición... se deprimen, suspiran, gruñen, refunfuñan...hasta enferman de melancolía algunos.

Y para ellos quiero empezar el otoño con una canción que a mí siempre me ha servido en los momentos menos fáciles.
Vale... lo sé, un poco trasnochada quizás... Pero me gusta.
Como me gusta la gente dinámica, optimista, la que mira el lado sonriente de la vida y procura andar sobre o entre los cantos rodados o puntiagudos de la playa fijándose sólo en sus colores, sus formas, el camino que dibujan o imaginando los mensajes que encierran de tan viajados...
O los que podrían escribir sobre ellos aunque sea sólo con la caricia de la mirada.
Mensajes más resistentes, más perennes, menos efímeros que los dibujados en la arena de las vacaciones.

Así que os regalo estas piedras que me gusta seguir en la playa cuando paseo en ella.
No sé a dónde me llevan (y más de una vez me he perdido durante un rato, levantando la mirada y preguntándome: "Upppsss ¿qué hago aquí?"...) pero no me importa si en el paseo disfruto, que lo hago siempre.





Y esta canción a los que la necesitan para resistir.

          https://www.youtube.com/watch?v=MCZQN7MT3Gk

Y a los que no la necesitan, pues mi enhorabuena y una gran sonrisa cómplice.

El final del verano puede ser maravilloso también ¿verdad?... como cada estación ya que es principio de algo nuevo, diferente e ilusionante.
Como cada día también. Con sus chinitas o pedruzcos en el zapato o no.

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Pompita de final de verano y principio de otoño con ilusión.
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