martes, 27 de diciembre de 2011

Uno que se va, otro que viene

Los dos chicos se cruzan en la escalera.
Uno baja:  edad indeterminada, pero joven a pesar de las canas, las ojeras y el andar cansado .
El otro sube: sus rasgos reposados, ojos brillantes y sonrisa ingenua le hacen parecer más joven...  pero probablemente se lleven sólo un año.

Silvestre baja con una bolsa de basura, negra, muy pesada, de las últimas de su mudanza: en pocos días, dejará el apartamento nº 20 del piso 11 que ha habitado durante el último año.
Manuel sube con una cajita de cartón verde que contiene unos pequeños tiestos, la primera de su mudanza: en pocos días entrará en el apartamento nº 20 del piso 12 que habitará durante el próximo año.

Se sonríen. Se saludan.

-¿Tú, eres el nuevo, verdad?

-Sí. Y tú ¿el que se va, no?... Oye ¿cómo son?

- ¿Los demás propietarios? En conjunto... muy bien.. Los mismos que en otras temporadas o casi...
Tenemos, en el bajo, al lado de la tienda de zapatos, una academia de idiomas donde dan hasta ruso, si te interesa, luego una tintorería y un restaurante abierto las 24 horas del día; luego está la churrería: el churrero vive en el primero. Un guasón, ya lo verás. (a todos les ha puesto motes)
Y la profe de mates del segundo, siempre muy ocupada con las flores amarillas de su terraza. Muy discreta ella. Casi no se la oye.
Igual que la profe de lengua (está retirada pero se la sigue llamando Profe) que se dedica a sus plantitas también.
(Es que aquí, ya lo verás, son todos aficionados a las plantas: flores, tomates, fresas, etc... hasta los hay que siembran bellotas, huesos de aguacate o de melocotón... vamos... ni un tiesto vacío.)
En el ático, viven dos artistas, super majas las dos: una es pianista (da clases creo) y la otra toca la batería y tiene horarios raros: a veces está, otras no. Nos alegra la vida con sus trinos.Tiene una gata... se la han traido de Japón, creo...
Sigamos... En el cuarto, hay un abuelete, que anda con bastón: le operaron hace poco de la rodilla. Un tío legal. Le gusta la zarzuela.
En el cuarto también, dos nuevos... uno muy deportista, (creo que es cocinero) y un meteorólogo... brasileño, me parece...También tiene gato. Y se ha propuesto para ser el próximo encargado del bloque.
Y en el tercero, la ornitóloga; se la ve poco: no para en casa, anda siempre cámara en ristre, detrás de sus pajaritos o de sus rosas. Me han contado que ha ganado premios.... Todos gente maja.
A ver... También está la rubia del séptimo, me parece que es noruega o ha vivido allí. Le gustan  las plantas ... de nombre impronunciable y la música romántica. Ella tiene un perro, muy mono.
En el séptimo también, hay una muy madrugadora, que intercambia muchas fotos y mensajes raros con la francesa de la puerta de al lado. Un poco locas las tres, me parecen... a saber lo que fumaran...
En el quinto, un escritor, otro deportista, todo un personaje. Otro que va y viene, no para en casa... pero lo mismo, todos buena gente.
...Bueno, también hay algun gruñón que otro, ya sabes: siempre tiene que haber algun pesado que protesta por todo, no paga la comunidad y se pasa la vida pinchando a los demás vecinos... ya los irás conociendo...

-Ya... pero yo me refería a ... los administradores...ya sabes... El gestor, el presidente... Las reuniones de copropietarios, las cuotas, la limpieza de la escalera ...

-Bueno... eso... el secretario y el tesorero se fugaron hace meses con el dinero de los vecinos.. ya no tenemos chica de la limpieza (no había para pagarla y desde entonces te cruzas a veces con alguna cucaracha) ...han cambiado el presidente de la mancomunidad hace poco más de un mes... ya veremos... a mí, no me acaba de convencer pero la mayoría es la mayoría... también hay fugas en el tejado y grietas en el sótano... y como has podido comprobar, el ascensor no funciona... como hay tanto paro pues... no hay dinero para una derrama para arreglarlo...

- Ya... como en todas partes...
.................

-... Veo que traes unas plantitas... a mí, se me han secado todas este año...


- Sí... son unos pensamientos bonitos para hacerme compañía e inspirarme hasta que llegue el relevo. Intentaré sacar semillas. Es una planta muy agradecida si se la cuida un poco.

- Bueno... yo... voy a  preparar la fiesta de despedida con los vecinos. Seguro que nos vemos allí y si no, pues...

                 ¡Qué te vaya bien , chico del 2012!

- ... Eso espero...          Adios, chico del 2011...

Pompita para mis amigas y amigos
     del " Info-Jardín de las delicias del rincón del desayuno... y de más sitios"   ;)

Feliz Año a todos ellos y a los que nos leen.

martes, 20 de diciembre de 2011

Una carta entre otras



 "" Soy Jaime, el cartero......... Toma, firma aquí...     ...y aquí...  Tu paquete... y las cartas.

¿Oye?¿Tienes un rato?... Te tengo que contar algo y siempre se me olvida.
¿Sabes la de cosas que encuentro a veces en los buzones? Sí, sí... A veces encuentro cosas sorprendentes en los buzones ... si te contara...y más en esta época del año con tantas cartas sin sello ni dirección...si te contara...
¿Tienes un rato?...  Pues te cuento...
El caso es que hace unos meses, al limpiar la saca del buzón, encontré una carta que se había quedado en el fondo.
Y la ví... algo arrugada, el sobre medio roto y casi sin color... no tenía remite, ni tampoco dirección.... 
Entonces empecé a leerla para ver si encontraba algo... ya sabes, para mandarla a su destinatario ... y la leí... confieso que la leí entera...
Y mira, es ésta; y la voy a mandar ahora mismo... espero que no se vuelva a extraviar... Mira, te la voy a leer:

               "  Queridos Papá Noël y Reyes Magos,

       Esta mañana, estaba pensando que tenía que empezar a sacar los adornos de Navidad que pongo año tras año por inercia y siempre en el último momento...
Y me dí cuenta de que hacía tiempo que no os escribía; los años van pasando y a veces descuidamos la correspondencia con los antiguos amigos, la posponemos y llega un momento en que, hasta da reparo volver a aparecer en el buzón como si nada... y encima para pedir un favor.
Pero bueno... nos pasa a todos creo... y creo que me lo perdonareís, en recuerdo de los viejos tiempos.

       Papá Noël, mi preferido, mi amigo de la infancia, empezaré por ti, puesto que por azar de nacimiento,  
mis padres nunca me hablaron de los Reyes más que de refilón, ya que no se estilan donde vivía antes (están incluso muy mal vistos: ya sabes lo que se les hace allí...); y no lo hicieron por precaución para su economía contrarrestando mis posibles "me lo pido" sino más bien por sus ideas republicanas.
Y fue una suerte puesto que siempre me diste la oportunidad de disfrutar de mis regalos durante las vacaciones de Navidad sin hacerme esperar hasta la víspera de la vuelta al cole, como hacen tus tres compañeros.

      Papá Noël, durante algunos años te escribí largas misivas que no debían de llegarte ya que pocas veces me complacías con exactitud; pero eso sí, siempre me sorprendías agradablemente, siempre.
Y por eso seguía escribiéndote y esperándote con impaciencia e ilusión...  aunque muy temprano fuiste mi primer desengaño amoroso (esta duplicidad tuya "Papá y Mamá Noël" ¡ya te vale!)
Pero tan cegada por mi amor estaba, que despues del berrinche te perdoné enseguida, en el fondo muy orgullosa de compartir un secreto con los mayores y seguí escribiéndote, cuidando cada vez más mi letra y mi ortografía por si eran ésas las razones de tus aproximados regalos.(no te aclarabas con los colores: casi siempre te equivocabas.)
De más mayor, te seguí queriendo pero sin escribirte (hay una edad en que el ridículo mata ¿sabes? y encima, me conocías tan bien que no hacía falta) pero siempre eramos puntuales los dos a nuestra cita del 25 por la mañana.
       Luego, por otro regalo tuyo, cambié de país y descubrí maravillada que ahora tenía, no uno, sino cuatro barbudos generosos para susurrarles, una vez al año, mis deseos que eran muchos.
¡qué lujo! y ¡cuánto disfruté y abusé de mi suerte!

      Pero, poco a poco me fuí distanciando de vosotros... de los cuatro por igual.
Largo año tras año largo, os pedía un solo regalo, uno sólo, sólo uno, siempre el mismo y que nunca llegaba... Era lo que más ansiaba y nunca me lo encontraba al pie del árbol, de ningun árbol, fuese abeto o pino, natural o de plástico.
Ya sé que siempre andaís muy atareados y que los niños tienen prioridad pero me enfadaba con vosotros, cada día más y más y os dí la espalda.
Asi que (...Esta parte de la carta ha sido tachada para preservar la intimidad de terceras personas...) y encima, fueron obsequios para toda la vida.

      Siempre pensé que os los debía y que me habíais enseñado lo que es la espera y la frustración y la paciencia y la ilusión y la tenacidad para poder apreciar mejor mi suerte futura.

      Luego, tan colmada de felicidad, ya no os pedí nada a ninguno de los cuatro, ya lo sabeís.
Sólo ayudé a mis hijos a redactar sus ilusionadas cartas a las cuales no ponía más sugerencia que las palabras "o", "por favor" y  "gracias".

     Pero últimamente, siento la necesidad de pediros algo. Algo muy importante. Por favor...
No sé si está en vuestras manos pero... por intentarlo que no quede.

      No es muy original lo que os pido: seguro que a diario, recibís más de una carta como la mía pidiendo

                          "Salud, Dinero y Amor"

      Salud...  porque siempre viene bien tener algo de reserva para echar mano en los momentos de escasez, ya que a nuestros años, empezamos a tener algunos achaques, los de mi generación y yo.

      Dinero... bueno, no exactamente dinero... sino algo que se le parece y mucho: Trabajo ... y no es para mí, sino para mis hijos y más gente ... andan escasos ultimamente y no confío mucho en los que se lo podrían dar... A ver si vosotros lo podeís solucionar... sois muy viajados y teneís mucha imaginación.

      De Amor y Amistad, voy muy bien servida así que sólo pediros que no me quiteís nada.

      He sido buena. O por lo menos, lo he intentado... lo prometo.

      Y ya puesta a pedir... Paz también.
Aunque quiero creer que si tuviesemos todos los tres primeros regalos, éste llegaría más facilmente.

      Seguramente, pensareís que me estoy pasando como cuando era pequeña...y lo entiendo... pero sigo confiando en vosotros y espero también que por lo menos me leereís y no mandareís mi mensaje a la papelera como se suele hacer con los de reenvio múltiple, con un clic aburrido de la flechita.

Y por eso, os mando mi carta a papel, como las de antes... como las de los niños...como las de los novios...

De antemano, os doy las gracias. Y si no podeís atenderme... pues... lo intentaré otra vez el año que viene...

      Una soñadora que todavía tiene esperanza.
                                         Besos para los cuatro.

PS Estarán las copitas, los bombones de chocolate y el turrón en el sitio de siempre... pero ¡no vayaís a pensar que os quiero presionar!
Es que, yo tengo suerte (tengo también mazapán en casa) y me apetece compartir con vosotros y brindar por los viejos tiempos."
                                    
Pues yo, el cartero, la voy a mandar certificada y urgente.  Ésta y otras cuantas muy parecidas que he  recuperado en otros buzones de mi ruta...""

Pompita para Jaime, aunque esta carta no la lea nunca.
Es el cartero de mi pueblo, tan parlanchín y tan simpático. :)

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martes, 13 de diciembre de 2011

¡Qué mal empieza el día!

000   ¿A la derecha o a la izquierda?... 
...........................
007... Sean Connery...para mí, el mejor...
........................... 
111    Parecen soldaditos desfilando... ¡Ójala se limitasen a desfilar en los días de fiesta nacional! ... sería un mal menor ... bueno... ayudan en las catástrofes...
..........................
123... ¡Al escondite inglés!...
......................... 
222   Tres patitos... ¿ No eran sólo dos?... 
.........................
444   Como sillas alineadas en la consulta... Por cierto... ¿ A qué hora tengo la cita mañana?... A las nueve y media, creo... Menos mal que todo lo apunto. Hasta en el móvil... que no oigo nunca...
........................
666   El Maligno, Satán, Lucifer, Belcebú   ... como dicen Les Luthiers...
.......................
999   ¡No! ¡Por allí no paso! Las 9:99, esto no existe... ni las 6:66 por cierto ... cosas del demonio..... del demonio del café que me tomé tan tarde y del demonio del despertador que no ha sonado. 


 ... Hoy es martes 13... ¡Qué mal empieza el día!

Tendré que llamar para pedir otra cita... ¡vaya! otra vez la musiquita... no me cogen la llamada... mejor me acerco a la consulta y aprovecho para ir al super... una ducha y me voy...
No puede ser, no me lo puedo creer... ¡otra vez!... ¡otro corte de agua!...
... ¡Hala!...y una rueda pinchada, lo que me faltaba...

Hoy es martes 13... no es por nada...pero...
No soy supersticiosa pero...

                            ¡Qué mal empieza el día!...

Bueno... quedan quince horas para que se arregle ;)

martes, 6 de diciembre de 2011

El árbol de los pájaros

Es un enebro y es un árbol importante del jardín. No es espectacular, ni luce en un sitio privilegiado; lo que le hace especial para nosotros es el nombre que le pusieron mis hijos cuando eran pequeños:

           "El árbol de los pájaros".


Se encuentra en la parte trasera del jardín, en la zona libre, apenas domesticada y es el preferido de los pájaros de los alrededores porque es allí donde, desde el primer momento, les hemos dado de comer en invierno y primavera.
Elegimos éste por su proximidad a la cocina que lo domina desde su medio primer piso y desde donde les podemos observar y poner nombres, los auténticos... y los motes.

Recuerdo con cariño al "Pirata"... era un herrerillo cuya pata derecha se veía seccionada y le quedaba sólo... la pata de palo, sin garras. Lejos de dejarse abatir por sus circunstancias, el "Pirata" era el más atrevido, el más glotón, el rey del barrio que se peleaba por la mínima migaja e imponía los turnos en el comedero.

En el comedero del "árbol de los pájaros", nos visitaron también de forma muy asidua una pareja de carboneros de comportamiento preocupante: no paraban de picotear, volar, volver a picotear y vuelta a empezar; los pobres habían incubado en un seto próximo y estaban alimentando a un intruso: un cuco. Daba pena verles en su afán por criar a un pájaro voraz y más grande que ellos. Hasta nos parecía que tenían ojeras.

Allí también son habituales los rabilargos tan hermosos y de grito tan desagradable; llegando en bandadas de ocho, diez o más, dejan el comedero limpio en un pispás y hasta se atreven a mirar por la ventana por si hubiera algo más.

 
Y sus primas las urracas, tan útiles como antipáticas y escandalosas.
Y los mirlos, muy madrugadores y muy voraces también, a cualquier hora.
Algún petirrojo tímido que nunca sube al comedero por no ser el menú de su gusto, salvo cuando el hambre aprieta en los días nevados, sino que se limita a picotear por el suelo los restos de los banquetes. Vamos... el pariente pobre del jardín.
Y multitud de capuchinos con desparpajo que hasta vuelan del árbol al poyato de la ventana reclamando que se les llene el plato, picoteando en el cristal.
Sin olvidar a los gorriones ruidosos y juguetones y algún pinzón que desdeña la comida casera y rara vez se acerca.
Y por el suelo, pero no atraídas por mi menú especial sino por los insectos y larvas de este jardín sin química, unas raras abubillas tan esquivas que todavía no he conseguido retratarlas.
Y algunas palomas que antes no se acercaban (mi perra les tenía manía...) Y algunas tórtolas que me encantan, tan dulce su arrullo...

 El "árbol de los pájaros"... disfrute mutuo.

Pompita para ellos .... " ¡Chicos! ¡ Menú de hoy:  grasa del jamón con pan duro y manzana! "

martes, 29 de noviembre de 2011

¡Ya estoy aquí!

Está sentado en la orilla de la cama, cabizbajo, pensativo, mirando sin verlos sus pies calzados de marrón oscuro, las perneras del pantalón, marrón más claro, los puños de la chaqueta del mismo marrón y el archipiélago marrón apagado que mancha el dorso huesudo de sus manos.

La cama sin deshacer, sus esquinas blancas bien rectas, paralela a la ventana que da a una calle tranquila donde acaban de encenderse las farolas.
Oye pasos al otro lado de la puerta que se abre rápidamente con un "¡Ya estoy aquí!" risueño.

Se levanta y sonríe a la figura delgada y animosa que acaba de interrumpir sus pensamientos.

"¡Qué joven!" constata otra vez, suspirando.
Así, vestida de blanco y azul pálido, chaqueta fina azul marino, con una cinta blanca en la muñeca y su pelo rubio donde ha plantado un bolí que medio sostiene un pequeño moño, le recuerda a una niña.
Y su familiaridad, su manera de tutear a todo el mundo, con desparpajo.
Y el chicle que no deja de mascar ni para hablar, con esta voz cantarina y a la vez algo chillona que le enternece y a la vez le irrita.

Al principio de la tarde, hablaron del chicle... "que nos hace parecer rumiantes aburridos" dijo él bromeando; él, aficionado también al rumiar... de muchas formas y por varias razones.
Y Rita le confesó que, ella también, lo utiliza como sustituto del tabaco. Desde entonces, él la llama (en su fuero interno) " la ternerita sana".

Ella deja unas cosas en la mesilla de noche y pasa al cuarto de baño. Él oye el chocar de unos frascos sobre la repisa blanca colgada entre el espejo y el lavabo... y el tintinear de las anillas de la cortina blanca de la ducha sobre la barra metálica... y su canturrear al que no consigue poner título.

Ella, sonriente, se acerca. Levanta la mano izquierda imitando un saludo algo burlón delante de su cara y enarca las cejas como preguntando.
Le entrega algo con la mano derecha. Y le sonríe, medio seria, medio tierna; y él, desliza, turbado, una mano en su axila, debajo de la chaqueta .
Está algo incómodo y más incómodo aún por sentirse tan tonto al sentirse incómodo por algo tan tonto.
Y se da la vuelta...
Y durante un buen rato, mira la calle donde no pasa nadie. Ha empezado a llover y unas lágrimas corren sobre los cristales, sin ruido.


Ella sigue trasteando entre las cosas de la mesilla y al cabo de un rato se vuelve hacia él y acerca una mano exigente con la palma hacia arriba, tarareando, con los labios entreabiertos, algo muy rítmico que él desconoce... y le molesta su desconocimiento.
Y ella sigue masticando... "ternerita".
No hace globitos con el chicle: tiene miedo de que exploten y se le queden pegados en la nariz... esto se lo contó también esta tarde, riendo como una niña traviesa.

 Apunta algo y le dice, con la mano ya en el picaporte:

  "Dentro de un rato, pasará tu médico y luego vendrán a buscarte para bajar al quirófano. No te preocupes. Es cosa de poco y mañana me lo cuentas. "

No ha tenido tiempo de contestarle o darle las gracias por los ánimos.

La oye entrar en la habitación de al lado con su alegre

                            "¡Ya estoy aquí!"

Sigue lloviendo.

martes, 22 de noviembre de 2011

El baile

Llevaba poco rato flotando despreocupadamente en la penumbra de esa cálida cueva, cuando empezó a oír hablar de números...

5... 7...  9... 10... días... y un número de teléfono ...
Y más días.
Y más números: "... colesterol, hierro, calcio... bien."...
Se entera de que la cueva es sólo suya y para unos 266 días más o menos...y que será el nº1 o la nº5 en llegar al baile.
Despues de x días entre bastidores (ya ha salido de cuentas), le empujan, le animan... y como no sabe lo que le espera, sale a la pista entre gritos y aplausos.

Y al son que le tocan, empieza a bailar el corro patatero de los números.

Talla, peso, peso, talla... Y los cinco lobitos de las abuelas y una para papá y otra para mamá.
Ayudado (o ayudada) por un abuelo (o dos), sopla velas, cada vez más velas.
Se le atraganta su fracción de pastel pero le regalan un ábaco... y algunas velas más tarde, una calculadora.
"Un diente, dos dientes, tres dieeentes... la Tierra es un diente donde vivo yo" cantan en la tele....
¡Ah! ... no... era "Un globo, dos globos, tres globos"
Bueno, es igual... con soniquete machacón, bolero de Ravel, siguen metiéndole los números en la cabeza ...

La tabla del 5 es facilita, la del 7 se complica, la del 9 tiene truco, la del 10, está "chupao".
Pensando en su futuro, también le marean con el ritmo endiablado de los números en otros idiomas....


 

¡18 años!... Por fin puede votar... y le siguen mareando con pronósticos de porcentajes con sus variables e incognitas, encuestas o en-bajadas de quinielas, resultados resultones o no, ecuaciones y reglas de tres (y de muchos más) de "números 1".

¡18 años!... Por fin, con un número x de clases a x monedas la hora, a la primera o a la segunda, le autorizan a memorizar la matrícula del coche.
Apunta el nº del seguro y del taller; tiene en mente el de la tasa de alcoholemia y el de la velocidad permitida y el precio de la gasolina (número x...)

Pierde el dni pero se acuerda del número... y también del número del carné de la biblioteca...
Lee... capítulo nº x, página nº x... y le quedan x asignaturas para terminar la carrera.
En la entrevista nº x, el puesto es suyo (pero ¡ojo! sólo para un nº x de meses) con número de horas (trueque con otros números en el banco.)
Menos mal, no trabaja en la Bolsa...Y, tic-tac, tic-tac, mira los números del reloj dividiendo su vida y se empeña en la prueba del nueve.

Se casa con el enésimo novio o con la primera novia y memoriza cumpleaños y aniversarios por si acaso la suma dura más de x días con sus x noches.
Se multiplica y cambia de vivienda... nº de calle (con fecha histórica y perpendicular a otra con nombre de rey y números romanos... pero ¡menos mal no vive en Nueva York!)... bloque nº x, portal nº x, piso nº x..... ¡qué bien! la puerta tiene una letra (memoriza o apunta el número del código de seguridad)
Y se multiplca y se divide para seguir bailando el tango del nº de la cuenta del banco, el vals de la tarjeta de crédito y el rock de los números que cuadran o no.
Compra lotería y durante x días le baila en la cabeza un número terminado en x... que no toca porque no es bonito.

Y sigue bailando, un, dos, tres, un, dos, tres... "La valse à mille temps" de Jacques Brel.

Se sabe de memoria números suyos y de los suyos: el teléfono de casa, del móvil, número de zapatos, talla de pantalones o sujetador, recibo de la comunidad o precio del aceite... y así hasta el infinito...
Y apunta el nº de serie del portátil o de la cámara de fotos por si se los sustraen.

Gana volumen (XL o XXL) y los números de sus días se escurren cada vez más veloces por la cintura cada vez más ancha de su reloj de arena... y calcula calorías y se pasa al queso al 0% y reduce la cerveza  al 0,00.
Hace deporte: ... ¿dorsal con número quizás?... o quizá nade en la pecera-piscina, pero sólo en la calle nº x... o bien cuenta las vueltas corriendo en el perímetro del parque.... y sigue contando las calorías y sus pulsaciones.
Cuando pide hora en la consulta, no le hacen repetir x veces su apellido dificil de escribir: directamente a la segunda (o incluso a veces a la primera), le piden el nº de teléfono o del dni o de la tarjeta sanitaria.

Los años se convierten en x decenas... Se siente igual pero le hacen sentirse diferente (reducción x para entradas de cine o en el transporte público)

Muchos, con más experiencia de números, le dan la lata con su fecha de caducidad y un día, toma conciencia de la fecha propia y descubre que, al igual que los guisantes que se conservan tan verdes al abrigo de su fragil bote de cristal, tiene la equivalencia de un código de barras... encima de los labios.
O ¿será el nº del nicho o del hoyo sobre el cual grabarán sus dos fechas... como dos corchetes [.......] ?...pero sin añadir sus gustos en el medio...

Y sus gustos y sus sueños, se suman en una nube...y siguen bailando, agarraditos, indivisibles... como puntitos olvidados en el plano del séptimo cielo....
....."Fly me to the moon"....
....................................................................................................................................................

No los he contado pero obviamente en este escrito hay más letras y palabras que números. Menos mal...
Es un consuelo para los aritmofóbicos.

Bueno... es tarde y necesito mis x horas de sueño para rendir al 100 por 100.

1ºPS Es lo que pasa cuando se calcula la cantidad exacta de agua y jabón... sale una laaaaarga ecuación de pompitas cuadradas... o cúbicas :-)

2ºPS Siento si ha sido tedioso leer hasta el final pero... tediosas eran para mí, las clases de mates y desde el instituto, tenía una cuenta pendiente con un profe. :D

3ºPS..... ¡¡no hay!!  :D  Ya está bien de números ¿no?

martes, 15 de noviembre de 2011

Sopas

 
La sopa de puerro-patata, la más humilde, la más sencilla y rápida de hacer pero no por eso la menos sabrosa.
La sopa de berros, crema fina verde-pradera con su flor blanca de nata líquida que la cuchara no se decide a cortar.
La sopa de setas, con recuerdos de paseos por el bosque o la de espárragos silvestres, tan untuosas las dos y con el contraste de sus picatostes crujientes.
 ................ las sopas..............
La sopa de calabaza de alegre color, festiva y sofisticada, coqueta perfumada de azafrán.
La sopa de cocido: caldo nutritivo por excelencia, con sus fideos, sus hojas de menta y su chorrito de fino para los mayores, o con el alfabeto desordenado de sus letritas en el poema líquido de los niños aprendices de escritores que buscan su firma.
La sopa de leche con tapioca, muy socorrida y suave, para estómagos delicados, y que hay que vigilar sin cesar por su caracter desbordante.
 ................las sopas...............
La sopa de ajo de la abuela castellana, plato completo, contundente, alegría del pimentón.
La sopa de cebolla: primero, complemento humilde, y pronto, lujo de trasnochadores, al abrigo de sus capas de queso gratinado o derretido, según los gustos.
La sopa de no-se-sabe-exactamente-qué-ingredientes, oasis de sabor y textura reconfortantes y potentes, de otros países, su nombre sonoro evocador del desierto a la luz de la hoguera y de la media luna o de la luna llena.
...............las sopas................
La sopa de pescado de la abuela francesa, de sabor atlántico o mediterráneo (vino blanco o "pastis"), siempre a merced de la faena marítima, siempre distinta y sorprendente, tomates y romero, tomillo y punto de azafrán, hilos de queso y tostada de pan de campo frotada de ajo...  paladeado sinónimo de los reencuentros  familiares a orillas del mar...

El ritual de los ingredientes... pasear por el mercado o la huerta, examinar, sopesar, comprar o recolectar, lavar, pelar, trocear, dorar, pochar, sazonar, probar, rectificar, colar, triturar, calcular cantidades con generosidad y tiempos con amor.

El agua y la sal, las hierbas aromáticas y el arroz, el marisco y las cabezas de pescado, las verduras variadísimas y el hueso de jamón... formas, colores, texturas, aromas, recuerdos...

El recipiente donde se elabora y madura la alquimia de la mezcla, olla lenta o rápida que destila y conserva la magia de la esencia de los ingredientes y susurra música de hogar.
El recipiente donde llega a la mesa: cacerola de diario o sopera de porcelana fina de los días festivos.

Y precedidos por su aroma insinuante y prometedor, el plato, el tazón o la cazuela de barro en los cuales, por fin, la sopa se acerca de forma tentadora al comensal...
... y el hechizo de la primera cucharada... los labios soplando un beso... los labios que se abren a la vez que los ojos se cierran de puro placer...
... y el sentido que se pierde en la cresta de las olas gustativas...
... y el suspiro de satisfacción...
... y la sonrisa agradecida hacia la cocinera...

                         "¡Qué sopa más rica!"

La sopa: alimento ancestral, primitivo, básico en la primera edad  y de deleite a cualquier edad... si gusta.

La poción mágica de las cenas otoñales e invernales de mi casa.

Pompita para mis compañer@s del
           "Círculo de los Soperos Empedernidos" ;)

martes, 8 de noviembre de 2011

Jueves... o... ¡Bendito congelador!

Los jueves, día de Júpiter y Thor, de rayos y truenos, son días de zafarrancho de combate.
Presenten ¡Armas!

Tranquilos... soy pacífica y las armas son aspirador, fregona, plumero y demás... y los enemigos, diminutos y aparentemente inofensivos (siempre y cuando no se les deje demasiada libertad)  los enemigos son: el polvo y las arañas (éstas últimas se han hecho comodonas y prefieren la casa acogedora al campo, más incierto, y deciden invadir el terreno e instalarse en los rincones sobre todo en primavera....)

Los jueves son días de cine también... ¿Por qué de cine? Pues porque en mi casa se les llama "DorisDay" por el nombre de esta chica tan maja y hacendosa  que me ayuda a mantener esto más o menos decente ya que mis lumbares se niegan a ciertos menesteres (yo tengo claro que mi verdadera edad no está en mi zona lumbar pero ella, erre que erre, no da sus vértebras a torcer)

Pero me estoy alejando del tema...Hoy :
" El congelador:  pilar de mi salud mental y física."
...con su apartado:  "Pon un congelador en tu vida"

¿Cuál es el mayor descubrimiento o logro de la Humanidad?... ¿el fuego?... ¿la rueda?... Sí.... vale....
Pero el mejor amigo del ama de casa es, a mi parecer.... el congelador.

¿Quién tiene ganas de ponerse a elaborar menús equilibrados y platitos ricos después de estar toda la mañana librando batallas contra los elementos, por mucha ayuda de Doris, Mister Proper, doña Cris Tasol y demás?
Pues, yo no. Así de claro.
Los años me han hecho muy comodona a mí también, como a las arañas (que también tienen despensa ...)
Y es cuando aparece la Estrella de mi despensa precisamente... mi congelador.


En realidad tiene 4 estrellas y es de clase A y muy bonito, todo blanco salpicado de imanes viajeros y cómodo en su forma de armario, que no de arcón (mis lumbares lo agradecen y por una vez estoy de acuerdo con ellas) y sobre todo, bien surtido gracias a mi trabajo de otros días de la semana. 
Surtido de "titos" (llamados también "sobras") de....vamos a ver... cocido madrileño para 2 (lo pone en la etiqueta) o ... raciones de albóndigas para 6 o 10 o más... (es que cuando me lío con las albóndigas, me lío, me lío y ...) ... o bien... pisto para 1 (¡qué rico el pisto recalentado!) 
Y mi congelador me los entrega puntualmente los jueves (o los días de pereza), según tenemos acordado él y yo, con sólo pronunciar las palabras mágicas:
         "¡Ábrete, Sésamo!"

Y por esto, no quería dejar pasar ni un día más sin dedicarle una pompita agradecida.

PS Ah!...A mis hijos también les encanta mi congelador-cueva de Ali baba, sobre todo si los "titos" vienen individuales y en "tupper" que viajan llenos, de mi casa a la suya y vuelven (¡cuando vuelven! grrr...) vacios desde la suya a la mía.

martes, 1 de noviembre de 2011

Ni contigo ni sin ti

Amanece en el espejo con reflejos de atardecer...
Y despues de una noche larga, de pelea y silencio tenso, retoman el hilo de la conversación de la víspera... y de  la semana anterior... y de hace un mes...
Antes tan cómplices... y ultimamente, ya no están de acuerdo en casi nada.

C:  Lo tuyo tiene delito, guapa.

A:  No... si la culpa va a ser sólo mía, no te digo.

C: Ya me lo habían avisado mis amigos: mira que no te conviene, mira que hay otras más dulces y tranquilas.
Lo tuyo es un maltrato sin reconocer por la ley. Tus caprichos, tus fobias y tus filias, tus...
A ti te debo mi úlcera, mis dolores de espalda, mis insomnios.

A:  Y si no es la úlcera son los pies... ya me sé la canción.
Y a mí, me tienes en vilo con tus múltiples manías y tus excesos y tus exigencias y...
Y de los insomnios, mejor no hablemos: estamos empatados.
Además...no siempre te has quejado de mis insomnios.... ni del trote que te dieron... o ¿ya no te acuerdas?

C:  Sí, me acuerdo... Sí... lo hemos pasado bien tú y yo, hay que reconocerlo. Muy bien incluso...

A: Y podemos seguir pasándolo bien... te prometo que... si haces un esfuerzo tú también...

C: No prometas nada... nunca cumples tus promesas y yo... yo, estoy mayor y cansado para más esfuerzos...
...Y como última afrenta, me descuartizarán los tuyos y echarán los restos a la hoguera, porque estoy seguro  que se lo has dicho... o escrito incluso... Te pega.
Eres así desde que te conozco... y mira que hace tiempo... No tienes arreglo.

A: No te metas con mi familia

C: ¡¡¿Cómo no me voy a meter con tu familia, si a ellos les debo todo lo malo?!!... y lo bueno también, hay que reconocerlo.

A: Y no grites tanto que la vieja bicha antipática de al lado, todo lo oye, siempre al acecho.

C : Tienes razón. Esto es algo entre tú y yo...  y nadie más.
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Cuerpo : Es la hora... ¡hala! ¡qué te vaya bien! ... ahí arriba... en tu nube.
Alma : Y a ti, qué te vaya bien también... ¿sin rencor?
Cuerpo: Sin rencor.
Alma : Gracias por haberme aguantado tanto.
Cuerpo: Y tú a mí.
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Alma: Por favor, no te vayas, no me dejes, no soy nada sin ti.
Cuerpo: ¡Mira que has tardado en entenderlo!... y admitirlo.

Alma : ...¿Y si lo intentamos otra vez? ... Otro ratito y veremos.
Cuerpo:  Ya me conozco tus ratitos... Y luego a la primera de cambio, estarás de nuevo con tus cosas raras que me quitarán el sueño y me harán rechinar los dientes y crujir todos los huesos

 Alma: Te prometo que...
Cuerpo : Déjalo ya... me conozco tus promesas...
... Anda, ven... Acércate...
...¿Qué le voy a hacer?...... Yo tampoco soy nada sin ti.
Alma : Tú también has tardado en reconocerlo... ( y la muy tramposa piensa para sus adentros:"Yo, sí, sobreviviré... creo...")

Y se van otra vez abrazados... y la Vieja Maligna de al lado tendrá que esperar... hasta el próximo susto... la próxima pelea...
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"...quand mon âme et mon corps ne seront plus d´accord que sur un seul point: la rupture... "  cantaba el inolvidable poeta cuyo cuerpo se fue...  hizo 30 años el pasado 29 de octubre.
"... cuando mi alma y mi cuerpo ya no estén de acuerdo más que en un solo punto: la ruptura..."

http://www.youtube.com/watch?v=vUbUEUhHe1U&feature=related

Esta humilde pompita para él, el maestro, mi admirado Brassens, cuya alma sigue viva en sus canciones y el recuerdo.

martes, 25 de octubre de 2011

Viernes

Todos soñamos (o ¿no?) con encontrar una isla desierta, lejos de todo y de todos, perdida, sin más fronteras que la línea del horizonte, sin más cercado que la espuma depositada por las olas en la orilla, con sus tesoros de conchas donde escuchar los cuentos submarinos.

La isla de Robinson Crusoe... las horas de lectura de un verano largo, donde, en el refugio-isla del fondo del jardín, desaparecía con delicia y de donde salía a duras penas al oír la campana avisadora de la cena ( recurso familiar para llamar a los niños desperdigados por el campo donde no alcanzaba la voz.)

No era la isla de "Naúfrago" con sus cajas repletas de cosas prácticas, ni la de "Perdidos" tan inquietante.
No. Era una isla de sueños, de soledad... pero poblada de héroes y sonora de las palabras de los innumerables libros que me llevaban lo mismo en compañía de Viernes que del capitán Nemo o de los Cinco, de Alicia o de Scheherazade.




Esta isla de ensueño, que no consta en ningun mapa, ni tiene su club de submarinismo, ni su poblado de falsas chozas, esta isla existe...
Existe cada vez que abro un libro y me zambullo entre sus páginas.

Pompita dedicada a mis amigos-libros de la infancia: Sophie, Aladino, Mamou, Colmillo-Blanco, las hermanas March, Viernes, Crin-Blanc y .... muchos más.


martes, 18 de octubre de 2011

Paralelas

Desde hace unos días, me machaca el cerebro la cancioncita pegadiza de un antiguo anuncio de bolígrafos.

"Bic, Bic... Bic, Bic, Bic... Bic naranja, Bic cristal"

Es de los 60 o 70 creo ... y el anuncio mostraba dos bolis escribiendo, dibujando a la vez y de forma paralela.

"Bic naranja escribe fino, Bic cristal escribe normal"

Normal... normal... habría que saber lo que es "normal"... De todas formas, lo que ya no es tan normal es soñar con esto:

Dos bolis que se persiguen sobre una hoja blanca sus dos trazos paralelos si uno se acerca el otro se aleja y si uno dibuja una curva el otro también y siguen corriendo todo recto y se vuelven gigantes y a punto estoy de quedar aplastada por una marca negra que me deja un doble tatuaje recto encima de las manos como las huellas paralelas de las ruedas de un coche asesino e intento huír pero me envuelven unos rizos de tinta que bailan juntos...
"Dos escrituras a elegir . Bic, Bic... Bic, Bic, Bic..."
Y me despierto... uufff!!!

"Bic, Bic..."

Se vuelve repetitivo, rayando ya lo preocupante. Rayas del pantalón, paralelas finas en la camisa, paralelas gruesas del trapo de cocina. Estaba planchando, tan tranquila y volvió la musiquilla.

"Bic, Bic..."

Y sigue la obsesión: mire por donde mire, veo paralelas por doquier: hileras de hortalizas en su bancal, soldados desfilando, las vías hermanas de la autopista, las rayas del paso de peatones, los hilos pegados del cordón de alimentación, las paralelas trópico de Capricornio, ecuador, trópico de Cáncer, un pentagrama, el código de barras de la lata de guisantes, las huellas de unas suelas en el paseo campestre...

"Bic, Bic..."

 Y en mi insomnio, me siguen y me persiguen, dibujadas en el techo de láminas de madera, obsesivas rayas paralelas como en la película de Hitchcock "Recuerda" donde a un amnésico (y atractivo) Gregory Peck le cruza la mente algo muy importante gracias a los dibujos paralelos de un tenedor encima del mantel o las rayas de la colcha.
A media tarde, me llegan más detalles de la película: paralelas en el tejado blanco, un hombre se esconde detrás de la chimenea, una pista nevada en la sierra, una rara rueda de bicicleta... Gregory Peck se va acordando ...

 
¿Tengo que acordarme de algo?... No veo...
Tenedor... tenedor... Ya tengo la comida preparada...
Colcha... colcha... La cama está hecha también...
No veo... No se me da bien interpretar los sueños.
No veo...

"Bic, Bic..."

Me obsesiona esta musiquilla pero en realidad, me gusta: es divertida, fresca, alegre, sencilla, tierna en comparación con los anuncios actuales.
Y como ha venido, se irá.... y hasta la echaré de menos.
Pero de momento, me deja preguntas; no preguntas vitales pero preguntas sin respuestas y molestas como una chinita en el zapato:

¿Hay paralelas naturales? Quiero decir: ¿hay paralelas en la naturaleza? ¿Paralelas que no sean obras del hombre?... No veo...
En la naturaleza, veo curvas algodonosas en el aire, arabescos vegetales, puntos en el cielo nocturno, manchas en los animales, remolinos líquidos, espirales de semillas, líneas minerales casi rectas que se juntan y se cortan... pero no veo paralelas.
En la naturaleza, todo se mezcla, se enreda, se enmaraña, se cortan los caminos sinuosos, se unen durante un tramo y se vuelven a separar para volverse a unir más lejos o alejarse definitivamente.

No encuentro paralelas en la naturaleza y llego a la conclusión que es otro invento humano engañoso.
Para que las líneas no se crucen, como imanes que se atraen y se pegan o se repelen siempre a la misma distancia, para que las líneas se eviten sin perderse de vista, para que se observen guardando las distancias y no se encuentren más que en la ilusión óptica del punto de fuga... allí lejos... en el infinito.


"Bic, Bic... Bic, Bic, Bic...."

Espero no haberos contagiado la musiquita... y dejo esta "rayada"... perdón, quería decir: esta pompita rayada de preguntas para los expertos en geometría.

martes, 11 de octubre de 2011

Acuarela

Tarde de otoño... Para su décimo cumpleaños, su tío le ha regalado una caja con frasquitos de tinta de diferentes colores (algunos con nombres raros), varios pinceles, platitos blancos de plástico y unas hojas de papel con dos caras distintas que evalua con la punta de los dedos... una cara más lisa y otra más rugosa.

Trae un vaso de agua y sobre la mesa, coloca una hoja, apaisada y por el lado rugoso.
No sabe qué pintar... mira a su alrededor buscando una idea... le gustan los colores de un cuadro que tiene su padre y decide inspirarse en él...


Elije el frasco de tinta azul, su color preferido. ("El azul cobalto se llama así porque es el azul de los duendes de las minas" le explicaron. No lo entendió del todo pero le gustó la explicación: él está aún en la edad de los duendes.)
Deja caer unas gotas en uno de los platitos blancos y moja el pincel nuevo en el vaso de agua, dando vueltas al líquido transparente, pensativo...

Acerca el pincel, dibuja tímidos arabescos con la tinta, en el lateral del platito... Duda un momento y luego, empapa bien el pincel, respira hondo y despues de unos segundos de indecisión, se atreve y empieza a acariciar la hoja.

Y en la hoja blanca, nace un mar de un color cobalto suave que le da confianza. Tras cada caricia del pincel, crecen las olas.
A cada momento, más seguro de sí mismo, el niño se entusiasma con el resultado.

Moja de nuevo el pincel en el vaso de agua y observa cómo ésta se tiñe de azul celeste.
Aparta el dibujo, deja el mar a medio subir y se entretiene jugando a añadir más y más gotitas azules al agua que se va tornando más y más color cielo... y hace volar el pincel en lo alto de la hoja blanca.

Le gusta su acuarela y decide añadir una duna verde, cubierta de vegetación difuminada. Coge otro plato, vierte unas gotas de tinta verde y ya con paso firme, pasea el pincel con un movimiento amplio, verde pradera, verde oliva, verde musgo, color esperanzador, sedante, hipnótico...
Y enjuaga el pincel en el vaso de agua azulada.

Quiere añadir un tono más cálido, más alegre y elige el frasquito de tinta anaranjada. Otras gotitas en otro plato y moja el pincel en el vaso de agua azul verdoso.
Y da vueltas en el plato blanco con el pincel manchado de azul y verde.
Y mira decepcionado cómo la tinta ocre brillante se vuelve "sienna".
No le gusta este color, no recuerda porqué se llama así, lo ve apagado y le parece aburrido a pesar de su calidez.
Frunce el ceño con fastidio y termina tirando el vaso de agua sucia al fregadero.
Pero se tranquiliza: sus enfados nunca duran mucho tiempo. Reflexiona.

A pesar de su habitual templanza y su constancia que raya a veces con la obstinación, se ha dejado llevar por un impulso excesivo que le ha traido desilusión.

Se ha dejado llevar por la aparente y engañosa facilidad de la acuarela.

Cree entender lo que hizo mal: hay que cambiar de vaso y de pincel y usar cada color con tiento y mesura para obtener la luz transparente y delicada de una acuarela....

Lo intentará otra vez...Ya tiene otra imagen en la mente...
No tira el dibujo esbozado a la papelera, lo aparta de momento...
Y acaricia otra hoja de papel con la punta de los dedos...

martes, 4 de octubre de 2011

La chaqueta-de-estudiar

Es una chaqueta de lana fina, gris, suave, amplia, desgastada en los puños, clareando en los codos, suave, con su cuello alto, con su cremallera que se atasca... suave...


Suave... como los recuerdos dulces que evoca...

El sitio donde se compró, la mueca mía poco convencida por su mala calidad, la sonrisa interior para con el entusiasmo que despertó...
Las manchas de la Nocilla de las meriendas del estudiante-goloso-concentrado...
Las tretas mías para raptarla y lavarla de vez en cuando... su olor a suavizante de lavanda cuando lo conseguía o a ... olor corporal, cuando no.
Las manchas de tinta negra de la pluma anacrónica del estudiante-poeta-soñador...

Recuerdos agri-dulces de los días de morriña cuando me la ponía... ilusión de acercamiento cuando el estudiante estaba lejos...

Intentos míos absurdos y equivocados de "jubilarla".
Intentos felizmente infructuosos gracias a tu empeño :

  "¡La chaqueta-de-estudiar, ni tocarla!"

Y te la seguiste poniendo cada noche al terminar la carrera y empezar a trabajar, tan ilusionado.
Y te la llevaste a tu casa, iniciando una nueva página de tu libro.
Y te la sigues poniendo, fuente de inspiración en tus nuevos caminos, "glorioso guerrero" ;-)

Por muchas chaquetas nuevas que te compres, no la jubiles nunca.
¡Qué te siga arropando e inspirando la chaqueta-de-estudiar!

Esta pompita para ti ..... con agua y woolite y ...
PS ... Por cierto... ¿cuánto tiempo hace que no la lavas?...

martes, 27 de septiembre de 2011

Llegando con retraso

2 de septiembre. Primer amanecer en el apartamento de esta playa que me gusta tanto.
A la mitad del desayuno, algo llama mi atención en las baldosas de la enorme terraza-ático. Ha llovido anoche y están mojadas, brillando al sol temprano.

Y es cuando lo veo... un caracol.

¿De dónde viene? ¿A dónde va?

Primero va recto, siguiendo el camino que le marca la junta de las baldosas, sin filosofear, ( no tiene tiempo: tiene que avanzar... a su ritmo), sin preguntarse nada. (¿Acaso se preguntan algo los caracoles?)


A su izquierda, un murete de ladrillos enfoscados color arena, desde donde veo (él, no) el aparcamiento prácticamente vacío.

Luego cruza de una baldosa a otra. ¿Por qué?
No lo sé. Lo sabrá él... (¿Lo sabrá él?)

 

Se dirige hacia su derecha, hacia el sur. Allí tiene (tenemos) el mar, oloroso, rumoroso (está subiendo la marea) y salpicando de espuma salada el estrecho paseo peatonal que nos separa del agua.

Cambia otra vez de parecer, y sin prisa pero sin pausa, "mi" caracol vuelve a avanzar tranquilamente, a su ritmo, hacia el este, hacia otra barandilla que se asoma a duna, adelfas, retamas, palmeras, final de la urbanización bordeada por un camino donde no pasan más que ciclistas y demás deportistas madrugadores que se saludan con un gesto cómplice.
Hace unos años, asfaltaron ¡qué pena! el sendero bonito de nombre bonito "Alcaraván", bonito como todos los nombres de todas las calles del barrio ( codornices, ruiseñores, zarapitos, chorlitos, alcaudón...)
Sin prisa, (los caracoles, ya se sabe, no van estresados... o lo disimulan muy bien), sigue sin pausa dirección "Alcaraván", hacia el este, hacia el sol que ya calienta.



Un caracol tozudo, pertinaz, seguro de su camino a pesar de la distancia y el esfuerzo que le supondrá llegar a su meta... ( ¿Cuál es su meta?...)
Los caracoles siempre me recuerdan a alguien... y me recuerdan también una poesía de Jacques Prévert que empieza así.....

Al entierro de una hoja muerta
Dos caracoles van.
Tienen la concha negra
Un crespón en los cuernos.
Se van por la tarde
Hermosa tarde de otoño.
Pero ¡qué pena! cuando llegan
Ya es primavera:
Todas las hojas muertas
Ya resucitaron
Y los dos caracoles
Decepcionados se quedan...

..........................

Hay que llenar la despensa para nuestro paréntesis de días de playa y nos vamos al mercado del pueblo.

Y cuando volvemos... ha desaparecido.

Cuando salga este texto, ya será otoño... ya es otoño...

¿Habrá llegado mi caracol a tiempo para su cita con Prévert?
¿Habrá encontrado a su compañero de poema?
¿Se habrá perdido?....... Nunca lo sabremos.......

¡Qué lejos quedan el mar, su espuma sobre la arena salpicada de conchas y la calle Alcaraván!...

....Ya es otoño............

Pompita para alguien que .... Lo siento... no lo puedo remediar... veo un caracol y me acuerdo de ti y de tu fobia :-D :-D :-D ... ¡ con lo monos que son! :-D :-D

Y sé que te gusta Prévert. ;-) ...

martes, 20 de septiembre de 2011

Cumpleaños.......

Cumpliría años ahora... si no fuese porque un día sus piernas decidieron pararse.

Su pelo blanqueó a la vez que sus ojos grises se llenaron para siempre, de un brillo especial... agua que se escurría entre sonrisas al evocar a su compañero de viaje que la dejó viuda tan joven.
Pañuelo blanco oliendo a lavanda inglesa.

Blanca también la blusa, o azul pálido, o gris, "alivio de luto" acompañando la falda o el pantalón negro.
Al cuello, según la estación, lana o seda... color y olor lavanda... siempre.

Última de una familia numerosa de varones pero no por eso la mimada, como podría serlo ahora... más bien lo contrario... por su condición de mujer: sin horario, pocos estudios, pocos juegos y mucho ayudar en las tareas de casa. Ni la época, ni su madre, ni su padre muy atareados, trabajando de sol a sol, se prestaban a los mimos.

De sol a sol trabajó también ella, desde muy joven, una niña aún.

Tuvo una hija, tres nietos, siete bisnietos... y un tataranieto que no llegó a conocer.

Y una gran amiga de toca impoluta, una cabeza loca con alas de gaviota... Su mejor cómplice en el hospital donde trabajó desde que enviudó hasta su jubilación, era una monja, algo "atípica" también. Entre las dos montaban espectáculos divertidos o improvisaban fiestas de disfraces o cantaban canciones pasadas, pasadísimas de moda, para el deleite y el olvido de males de la sala de los niños allí atrapados y que ella llamaba  "mes poussins"..."mis polluelos".

Nos cambiaba el nombre a todos cuando le apetecía.
A mí, su primera nieta, me llamó de varias formas dulces o irónicas según el color de mis años. Mi último y ya definitivo apodo cariñoso fue Framboise... nos gustaba a las dos y en recuerdo a ella, es mi nombre en el "idioma de pompitas"....
.... Primera bisnieta... ¿te acuerdas de "Pimprenelle"?...  Y de tu prima rebautizada "Froufrou" y de  la pequeña  "Charlotte aux fraises"....y así tenía para todos.

Hacía cosas poco corrientes para una mujer de su época y su edad: por ejemplo, pescar truchas con mosca en medio de torrentes de los Alpes, (mono-botas de goma gris con tirantes en los hombros y un viejo sombrero de tela azul desteñido) .... o recorrer en velomotor (mucho antes que su nieta quinceañera), nada más salir de su guardia nocturna, los 40 kilometros que la separaban de la casa de sus hijos y nietos, sin olvidar traer algun dulce para el desayuno (comida que consideraba básica y a la que me aficionó...)

No se pintaba ni ojos ni boca ni corazón y siempre olía a polvos de arroz y lavanda de Yardley.




No le gustaba cocinar pero siempre nos preparaba platitos suculentos con nata líquida... como buena casi normanda que era , no concebía cocinar de otra forma... taponándose las arterías domingo tras domingo sin saberlo...
No le gustaba coser, bordar o hacer punto como hacían las abuelas "al uso" pero jamás he visto calcetines tan primorosamente remendados (un huevo de madera de boj...)
Libros, libros y más libros... crucigramas y juegos de letras en la tele, y dar de comer a los gorriones (todos con motes por supuesto) visitantes de su minúsculo balcón... desde el sillón donde pasó sus últimos años.

Me dicen que también tenía defectos... lo dudo... aunque... "Nadie es nunca todo blanco o todo negro" es una frase que heredé de ella.
Sea como sea, para mí, tenía una gran cualidad : sabía preguntar y sabía escuchar y sabía responder y las dos, nos comunicábamos saltándonos alegremente la barrera de la distancia y de los años...

Un día de mayo, no supe interpretar un escalofrío y dejé para el día siguiente el llamarla por teléfono... y al día siguiente... se había cortado la comunicación.

Pero, a poco que relea uno de los libros que me dejó o vea torrentes con pescadores de truchas o desenrosque el tapón de su último frasco de colonia ...  la veo... y sonrío... y la oigo...
        ..."Framboise ¿ tienes el último libro de Robert Sabatier?"...

.

 

martes, 13 de septiembre de 2011

La niña del cubito azul

El cubo es azul, con una cenefa de pececitos blancos. 
El cubo es pequeño, la niña también.
Bañador verde con ribetes azules. Ribetes de sal y arena en la piel. Pelo rebelde, sus rizos morenos recogidos por una cinta de raso verde con gatitos naranja.

Se pasea a orillas del mar, sola, con el semblante serio, concentrado, muy atenta la mirada.
No mira el mar que de ola en ola le lame los pies.
No mira los pájaros que alborotan cerca, ni a los demás niños que gritan y se salpican.
Mira las huellas de unos pies que dibujan un camino delante de ella. Y las sigue.
Mira las conchas ocres que cada ola deposita delante de ella. Y las sigue.
De vez en cuando se agacha y recoge una de esas conchas y la guarda en el cubo. Y despues de estudiarlo con ojo crítico, sonríe a su tesoro.

Y sigue su camino de huellas de pies desnudos.
Y sigue su camino de conchas doradas.




............................

Al otro extremo de la playa, una mujer. Bañador azul con ribetes verdes. Ribetes de arena y sal en la piel. Pelo moreno recogido con una goma naranja y una estrellita.
Sola, la espalda apoyada en una roca, el semblante serio, concentrado, muy atenta la mirada.
No mira el mar ni los pájaros.
Sigue las huellas de unas palabras, sigue el rumor de un tesoro de conchas doradas: está leyendo.
 
De vez en cuando, levanta la mirada hacia el cielo y el sol. Les sonríe.
Sin mirarlo, sus dedos acarician el punto de lectura: una cinta de raso verde con gatitos naranja.
Y recuerda aquel lejano día en que, según le contaron sus padres, se perdió en la playa.

Sonríe y se levanta. Guarda el libro en la bolsa, recoge la toalla y regresa, caminando a la orilla del mar que le lame los pies de ola en ola.
 .................................


Las dos se agachan a la vez para recoger la misma concha dorada.
Y se sonríen dejando que la ola se la vuelva a llevar... Saben que la volverá a traer...
 


martes, 6 de septiembre de 2011

Los animales son gente maravillosa

Hay que reconocer que , a no ser que seas un "bichólogo" empedernido, los documentales sobre animales no son siempre apasionantes... sobre todo si se emiten a la hora de la sobremesa y en verano.... Por mucho que te interesen las técnicas de caza de las arañas o la vida sexual del caballito de mar pues.... terminas investigando posturas de siesta en el sofá. ( Lo que podría dar pie a un documental también... sobre el "Comportamiento del Homo Ibérico después de su ritual alimenticio"  último capítulo de la trilogía , siendo los dos anteriores : "Antes de..." y " Mientrás...")

Pero este documental que quiero compartir hoy con los que no lo conocen, me parece sencillamente.... maravilloso.

Música clásica, humor, imágenes sorprendentes... lo tiene todo para olvidarse de la siesta.




https://es.wikipedia.org/wiki/Los_animales_son_gente_maravillosa

Una pena no haber encontrado de la versión española, más que extractos. Si alguien la tiene localizada enterita... que me lo diga, por favor....:-)

Pompita para mis amig@s "bichólog@s", para mis hij@s y sus amig@s que de pequeñ@s tantas veces la vieron y tantas veces disfrutaron con ella.

martes, 30 de agosto de 2011

Conversar...

Conversar... ¿de pie, tumbados o sentados?... Sí, para mí la postura tiene su importancia.

Conversar de pie... de entrada, al cabo de un rato, cansa ver y/o participar en el baile de los que intercambian.... poca cosa en realidad; es la charleta de los que pasaban por la calle y se han topado con conocidos... "conversación" que termina siempre por un :" A ver si nos vemos, tomamos algo y charlamos un rato"

Conversar tumbados... en la alfombra, en la arena o en el cesped:  conversación ligera, amigable, entrecortada, intranscendental, de cotilleos o de confidencias, a media voz, amodorrada...

Conversar tumbados ... en la cama... ¡Ay! esas conversaciones... esos intercambios y sus puntos suspensivos...
( Aquí viene una línea de puntitos suspensivos para que cada uno la rellene a su gusto)

..........................................................................

Bueno.... volvamos a lo nuestro.

Conversar sentados... Sí, pero sentados ¿dónde? ¿cómo? etc...etc... ¿Silla, sillón, frente a frente , al lado de, con mesa de por medio, sin ella? ¿qué clase de mesa?... ¿de trabajo, de restaurante?

En el restaurante por ejemplo: una mesa cuadrada... cuatro lados que llamaré A,B,C,D ( en orden de las manillas del reloj) y dos comensales que llamaré X e Y.
Pues bien, los asientos AB o BC son sitios que favorecen el conversar de X e Y:  ningún florero dificultando las miradas como en AC o BD, las manos pudiendo tocarse sin derramar el salero ( que es siempre un incidente desagradable, siendo supersticioso o no) ...
No está mal... pero siempre corta la conversación el camarero con un  :"¿Los señores tomarán café?"

Buscando, buscando esa postura ideal para una conversación, creo que el asiento que más me gusta es algo que en francés se llama "une causeuse" ( de "causer" = conversar) y en español "un confidente", meuble corriente en los salones románticos (Bécquer hace referencia a una "causeuse" de terciopelo azul, no recuerdo dónde...)

No sé dibujar pero se parece a algo así... ahí va...



Bueno.... lo avisé... no sé dibujar ... pero con algo de imaginación... o mejor ... algo así...



 Creo que ha quedado claro..... no estoy muy segura... en fín...

Me gusta, porque cada uno mira en la dirección que le apetece en ese momento ( esto de mirar siempre en la misma dirección... no sé... falta diálogo visual a mi gusto)... mirando en la dirección que apetece a cada uno, pero sin estar adosados ( "dos à dos" es decir "espalda a espalda") que es como estar frente a frente (enfrentados) pero además peor... sin miradas.

Y me gusta porque ninguno de los dos invade el territorio de las posaderas del otro.

Y me gusta porque, sin embargo, con poco esfuerzo de cervicales y/o tronco, se puede leer en los labios, se pueden mezclar las miradas y/o las manos.

Sí... creo que es mi asiento ideal para poder conversar... durante toda la vida.

Pompita para un desconocido que utilizó la expresión "dos à dos"...  y me inspiró, esta noche, este conversar entre yo y... yo ...   (monólogo pues mi interlocutor habitual ya se ha ido a la cama, aburrido de mi divagar.... tendré que comprar una "causeuse" ... o ...)

martes, 23 de agosto de 2011

Cada ranita a su charca

Érase una vez una rana pequeña y marrón que vivía en una charca pequeña y verde: esta charca era su casa.    Y ella estaba a gustito, nadando, cazando mosquitos y libélulas, tomando el sol en la orilla entre los juncos y croando sin parar...
( sí, Rodrigo, croar es cómo hablan las ranas)
...croando sin parar y  jugando al escondite con sus hermanas y sus primas, debajo de las florecitas de agua.




 Una vida fantástica para una rana de primavera.

Pero, llegó el verano y cada día el sol se bebía un traguito del agua de la charca y la rana le croaba más y más a la luna, contándole su pena.: "Croa, croa, se seca, se seca, croa, croa...."

Los humanos oyen a las ranas y a algunos (los poetas) les gusta el croa-croa, sobre todo en las noches de luna llena.
A otros, en cambio, les molesta (sobre todo cuando quieren dormir porque se preguntan lo que quieren decir las ranas y como no saben contestar, dan vueltas y vueltas en la cama)
Pero en general, a los humanos, todo este croar les parece igual ..... Aunque en realidad, cada familia de ranas tiene su forma de hablar-croar y ...

( -¿Cómo lo sabes?
-Me lo ha dicho un pajarito.
-Los pájaros no hablan.
-Pues yo conozco uno que habla. Y habla mucho. Y me lo dijo él...Otro día, os cuento la historia del pájaro parlanchín...
- O la de los duendes del jardín de Tato, los duendes de la campanilla.)

...En la charca, los días pasaban, todos iguales... No, todos iguales, no: de vez en cuando "algo" grande y gris pasaba entre las ranas y el sol. A veces, bajaba del cielo esta sombra grande, una especie de libélula enorme, blanca y negra con unas patas naranjas y un pico muy grande
(- ¡Es una cigüeña y se comen a las ranas!  - ¡Sí, muy bien Rodri!)

Cuando se acercaba la cigüeña, las ranas mayores dejaban de croar y saltaban  plof! plof! plof! a lo más profundo de la charca donde se escondían en el barro.Y las ranitas pequeñas plof! plof! plof!  las imitaban: las ranitas pequeñas saben que hay que hacer siempre lo mismo que las ranas mayores...
(-Sí, Gonzalo, tienes razón ..." fumar es feo" ... entonces vamos a decir... "casi siempre")
Las ranitas pequeñas saben que tienen que hacer ... casi siempre... como las ranas mayores.

... A veces, otras sombras grises, unas grandes y otras más pequeñas, se acercaban a la charca y parecía que se iban a caer el cielo y la tierra entera del ruido que armaban.
Las sombras pequeñas tiraban rocas enormes a la charca que parecía un mar con olas gigantescas y las sombras grandes hacían unos ruidos raros: "¡Niños!...¡venid aquí!"

("Son los humanos y croan así, decían las ranas mayores, mejor callarse cuando están cerca.")
(-Croa, croa, croa, croa.....
-Sí, Paula, así hacen las ranas para decirnos que no les gusta nada que se tire piedrecitas a su charca)

Pues resulta que un día de verano, con el sol que picaba y mucho calor, como hoy, las ranas decidieron viajar en busca de otra charca porque la suya se estaba secando...
-¿A dónde fueron?
-No sé a dónde irían las otras, pero la ranita preguntona  ( Sí, como tú, Gonzalo) se vinó a nuestra piscina...





-¿Nos la quedamos?
-No, no nos la podemos quedar. El agua de la piscina tiene cloro y...
-Y pica los ojos.
-Y a mí, no me gusta bañarme con bichos en la piscina.
-Mañana, la llevaré a la charca grande ¿Vale?
-Vale.

Una enorme pompa de besitos de rana para mis sobrinos-nietos y sus papis ;-)

martes, 9 de agosto de 2011

Las tumbonas nuevas y... el melonero

¡Por fín! Despues de varios intentos, ya tenemos tumbonas nuevas para disfrutar despues de la piscina.

Son ideales, con sus 6 posiciones progresivas: una para leer, otra para charlar, otra para soñar mirando el cielo, otra para dejarse acariciar por el sol ( los ojos al abrigo de la cortina anaranjada de los párpados), otra para caer en la tentación de una media siesta, otra para tumbarse, tipo lagarto, boca abajo,  y caer en la tentación de una siesta entera...

Son fuertes, de un color discreto, con tela... ( no recuerdo lo que ponían en la etiqueta)... tela que no guarda la humedad y resiste años de sol intenso ( espero que no me hayan engañado, no me gustaría tener que irme otra vez de "excursiones" en busca de la tumbona ideal, dentro de pocos años...y volver a gastarme ... lo que me gaste: una burrada)

Las colocamos, a pocos metros del agua : una al sol y la otra a la sombra, una mirando hacia el oeste y la otra ha cia el este (cada uno tiene sus manías ... y en eso de las tumbonas también.). Sonreímos.
Nos instalamos, disfrutando anticipadamente de una tarde de tranquilidad y lectura y modorra ( ventajas de quedarse en casa en agosto)
Nos sonreímos y cada uno se enfrasca en su libro.

Cantos de pájaros... vuelo de las golondrinas que, como todas las tardes, vienen a beber ahora que hemos salido del agua... risas lejanas de niños jugando al balón en la pradera... un perro ladrando sin convicción, unas calles más allá, lejos... Modorra...

..... Y ¡de repente, esta burbuja de paz estalla!

"¡El melonero! ¡Oiga! ¡El melonero! ¡Melones de Villaconejos! ¡El melonero a la puerta de su casa!¡El melonero! ¡Oiga!"

Y así durante diez minutos o más.... el paso del tiempo es muy subjetivo...

La furgoneta pasea su altavoz por las calles de la urbanización...... como todos los veranos.
Por el sonido, nos entretenemos en apostar por qué calle andará: conocemos su recorrido y sus pausas de silencio más o menos largas, que dependen del estado de la despensa de nuestros vecinos... Hoy, poca gente quiere melón: los silencios son pocos...
Ya está cerca e insistente... da la vuelta por la plaza .... y se aleja.... Cada "¡El melonero! ¡Oiga!..." baja de intensidad....

Sonreímos e intentamos volver al punto mágico donde estábamos...




Pero se rompió el encanto... Se ha levantado algo de aire, las golondrinas han desaparecido, una nube viajera se acerca, se interpone entre el sol y mi tumbona, he perdido mi página y ni me acuerdo de por dónde andaban los protagonistas de mi libro.

Te pasa lo mismo y te levantas ...
-"¿Quieres tomar algo?"
-"Sí... Algo de fruta si me haces el favor"
Vuelves con un vaso de zumo de tetrabrick.
-"Es que, como llevamos dos días sin salir de casa, casi no queda fruta: un par de melocotones poco maduros y poco más..."
Rompemos a reír - "¡Podríamos haber comprado melones!"

La próxima vez que venga el melonero, mis vecinos disfrutarán de unos momentos de silencio.
No sé si han comprado tumbonas nuevas...

martes, 2 de agosto de 2011

Un disco...

... Un disco, para mí, entrañable... con él descubrí la voz de Serrat, aprendí  "par coeur"... con el corazón, como se dice allí (de memoria que se dice aquí) poemas de Machado,  con este disco, intenté pulir mi pronunciación, con él soñé en la distancia y la espera ... y esta canción me inspiró el nombre de este rincón...





Esta pompita para quien  me lo regaló... hace...... muchos años..... pocos años...
Y seguimos andando el camino... verso a verso.

martes, 26 de julio de 2011

El día sin nombre


Según el calendario gregoriano que rige de forma mayoritaria, las semanas constan de 7 días en todos los paises del mundo, creo.

Con sus arranques de lunes algunas, de domingo otras, con sus días festivos en rojo regulados por las religiones la más de las veces ( sábado para algunos, domingo para otros ) con su santoral a veces y sus fases de la luna a veces también.

Semana llena de mojones que organizan actividades más allá del trabajo, día de compra en el super para algunos, día de las clases de -lo-que-sea para otros, día otro lo-que-sea para otros.

La vida en cuadritos, en parcelitas, en porciones...

Y siempre falta un día: el día sin nombre, sin nombre de planeta, ni nombre del señor (el que sea), el día no "tengo-que...", el día paréntesis.

Lo mismo que al día siempre le falta una hora (o más) para atender todas las obligaciones o seudo-obligaciones, creo que a la semana, le falta un día, un día para no programar, un día en suspenso, un día siempre disponible, un día "tierra de nadie ni de nada", para llenarlo de la forma que sea, o simplemente no llenarlo y quedarse parado... en suspenso...soñando... o sin soñar... viviendo, sin más...