A veces me repito más que el ajo, lo sé... ¿qué se le va a hacer?...
Cosas de la edad.
Y hay una frase que repito y repito más que otras:
" El desayuno es la comida más importante del día."
Y me gusta desayunar. Por un montón de motivos. Dietéticos y anímicos.
No sólo desayuno con croissants y café con leche como algunos podrían pensar... En realidad, casi nunca... Hombre, no lo voy a negar: me encantan los croissants. ¡Ojo! los auténticos, los de panadería de barrio, los de toda la vida, no las malas imitaciones de supermercado.
Y si me los como en Francia, de ésos de "pur beurre" pues mejor que mejor (para mi alma porque para mi colesterol... En fin... dejémonos de cosas tristes que con los telediarios estamos más que servidos...)
Y como se puede desayunar de forma tan variada ¿porqué privarnos de la diversidad que tenemos a nuestro alcance?...
Y me encanta descubrir desayunos distintos, en cualquier región o de cualquier páis. Y si algún día me encuentro en marte o en la luna estoy segura de que algo nutritivo descubriría.
Recuerdo algunos desayunos sorprendentes y que han dejado huella en mi memoria y algunos en mis costumbres matutinas...
Salmón ahumado en Noruega y una nata agria sobre pan negro... una pasada de original y delicioso.
Copos de avena más té más huevos revueltos más tostadas más mermeladas varias más bacon más pastelitos caseros más... un montón de cosas que apenas cabían en la mesa de un B&B de Irlanda. ¡Agotador! pero todo tan delicioso y presentado con tanta amabilidad... Menos mal que fue corto el viaje y fuerte mi resistencia a las provocaciones.
Los churros con chocolate de Madrid... ¡Ay!... mi perdición...
Unas tostadas de mollete con zurrapa en Málaga, acompañadas de un zumo de naranja inmejorable.
Unas copiosas ensaladas con tomates, pepinos, aceitunas negras, frutos secos variados y queso fresco en Cappadocia... desayuno de ensueño en un lugar de ensueño y con las mejores cerezas que he comido en mi vida.
Y para una amantísima del queso como yo, no podía faltar en mi lista de recuerdos "desayuniles" la maravillosa torta del Casar de Cáceres con su cuenco de fruta fresca al lado.... puffff ... otra pasada de desayuno no casero (pero que procuro obviar en casa... con pena... por el maldito colesterol)
Pero si hay un desayuno que tomo con frecuencia y mucho placer es
el pa amb tomaca que descubrí hace años en Cataluña y que adopté enseguida: un flechazo.
Una delicia que procuro preparar al modo de Manuel Vázquez Montalbán (o casi):
Receta copiada de uno de sus libros (vía Wiki ;)
" Oprimiendo con dos dedos los cantos de la rebanada para que el aceite empape bien la totalidad... (...) Es un prodigio de koiné cultural que materializa el encuentro entre la cultura del trigo europeo, la del tomate americana, el aceite de oliva mediterráneo y la sal de la tierra que consagró la cultura cristiana. Y resulta que este prodigio alimentario se les ocurrió a los catalanes hace poco más de dos siglos pero con tanta conciencia de hallazgo que lo han convertido en una seña de identidad equivalente a la lengua o a la leche materna... (...) y adoptamos el pan con tomate como una ambrosia que nos permite la integración. "
Y yo también lo he adoptado. Como cualquier receta que me gusta, de cualquier región o de cualquier país.
Y me da igual que el pan sea de mi pueblo o del de al lado, el tomate de Murcia o de mi huerto, el aceite de Jaén o de Italia. (aunque por supuesto tengo mis preferencias gustativas como todo el mundo)
Y nadie va a poner fronteras ni banderas ni etiquetas a mis desayunos ni a mis gustos ni a mis amistades. Nadie.
Es más: ahora mismo he desayunado con pan amb tomaca, aunque sólo sea para llevar la contraria a algunos que lo piensan vetar de su mesa, al igual que otros muchos platos y productos, sin analizar que van a perjudicar a todos... empezando por ellos mismos.
La diversidad es lo más sabroso de la vida. En todas sus facetas.
Y yo no pienso perderme nada por la tozudez y la estupidez de unos pocos, del color que sean.
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Pompita a la hora del desayuno... y después de leer el periódico.
Creo que ésta es una costumbre que se me va a quitar...
Desayunar ¡Noooo! ;)... Leer el periódico.
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