martes, 9 de junio de 2020

Gramática

Mi gramática de lo imposible.................. de Yves DUTEIL

En mi gramática de lo imposible
Todas las palabras podrían concordar
Desde las más frágiles a las más sensibles
Del plural al más singular.

Quisiera que el masculino
Concordase con el femenino
Que la razón gane por fin
Entre las palabras del genero humano.

Que ninguna se quede al margen
Y que en este mundo imperfecto
Se conjuguen en el tiempo más amplio
Los derechos humanos y su respeto.

Que se conceda el derecho de asilo
A todos los verbos irregulares
A todas estas palabras sin domicilio
Que nos convierten en extraños,

En gente sin esperanza, sin recursos
sin refugio y sin ilusiones,
Sin voz ni ley y sin amor
Fuera de nuestras casas.

A todos los nombres cuyo origen
Se ha perdido en la noche de los tiempos
Y cuyas ramas han echado raíces
En la tierra de sus hijos.

Que se borren de los diccionarios
Las reglas injustas y los acuerdos
Que traen fuego y hierro
Hasta el articulo mortis.

Que nuestros idiomas tan diferentes
Aprendan por fin a escucharse
Y se unan en la tormenta
Hasta los confines de la Humanidad.

Para romper los muros del silencio
En las miradas y los pensamientos,
Que se abran las puertas de la infancia
de par en par al verbo Amar.

En mi gramática de lo imposible,
Donde se pesarían las palabras,
Las mentiras serían expuestas 
A la pena que habrían causado.

Y las sentencias inaceptables
Serían declaradas nulas,
Marcadas con un sello imborrable
Y desterradas hasta la eternidad.

Se acabarían las salidas de tono,
Los fraudes del pensamiento,
Las palabras engañosas que ponen barreras
Al camino de la verdad.

Para mi gramática de lo imposible
Elegí escribir lo mejor
Pero sin esconder nada de lo peor
Ni las lágrimas ni el dolor.

Y sueño con la portada
Del gran libro del porvenir,
Con el capítulo de la aventura
Que nos queda todavía por escribir

Con palabras que nos inspiren
Más allá de los diccionarios
Para empezar a construirnos
En la lengua del universo. 





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Pompita para cantar
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martes, 2 de junio de 2020

Rompiendo una lanza

Me cansan los juicios globales todos y en particular los del estilo de esos antiguos:
"Si ves un coche mal aparcado, seguro que es de una mujer."
 O este otro : " La edad es fuente de sabiduría "
El sexo no tiene nada que ver para el hecho de conducir bien o mal, ni la edad tampoco a la hora de ser o no responsable.

Según podríamos deducir de lo que se ve y oye en los telediarios y más sitios, (con no alcanzo a entender qué fin oscuro), los jóvenes son unos irresponsables, los de la tercera edad unos angelitos y las residencias privadas de la tercera edad un medio de acortar calendarios antiguos y de ahorrar pensiones al estado.

Y no estoy de acuerdo. Me cansa la estigmatización  sistemática por culpa de unos individuos que no representan a la mayoría.
Porque la mayoría de los jóvenes que conozco y trato son responsables con las normas necesarias para luchar contra muchas cosas como el virus y luchar a favor de otros temas como la protección del medio ambiente o la erradicación  de la pobreza y etc...
Cosas que muchos añejos obvian, como si con ellos no fuera la cosa, (cuando no gruñen por el incordio que les suponen las manifestaciones o los pobres que solicitan su ayuda en un semáforo... )
No todos los jóvenes dan este espectáculo penoso de los botellones que preocupa y mucho...
Ni tampoco todos los maduritos o muy maduritos han respetado la distancia de un kilómetro de su domicilio habitual en la fase 0, invadiendo con egoísmo y sin miramiento los pueblos de los alrededores de sus ciudades, ni respetan las distancias de seguridad ahora, ni siquiera para proteger a sus propios hijos o nietos, ni les da la gana a muchos ponerse mascarillas incluso, porque son incordiosas... O las tiran en cualquier sitio,,,
Los miro a todos en mis excursiones a la calle y me asombra que un colectivo vulnerable  (como se les (nos) llama ahora) se salte las normas así por las buenas (por las malas, diría yo).
Deben de pensar: "Con lo que me queda en este convento..."

No podemos generalizar ni para bien ni para mal; ni todos los deportistas son gente sana y respetuosa. Ni todas las residencias privadas son un mero negocio lucrativo donde dejan a los abuelitos tirados de mala manera. Ni mucho menos.
Tres o cuatro cosas entre muchas, sólo ésas y de las cuales no se ve (o no se quiere ver) más que un aspecto y no precisamente el más bonito.
Me cansa este deporte que consiste en fijarse en lo malo del genero humano y sobre todo en tirar piedras al otro sin recordar lo propio.
Hay tantas personas mejores en cualquier sitio y de cualquier edad...

No, una vez más, la edad no tiene nada que ver.

Y como siempre que me encuentro a disgusto con lo que leo, veo u oigo, siempre que me duele el alma, me refugio en las sabias palabras de Brassens.
Y por esto hoy os traigo una de sus canciones, de las mejores.
Siempre lúcido y mordaz, el Maestro Brassens.  Y con sus guiños de humor.
Y más contundente en su vocabulario original ("con" = gilipollas, con todas sus letras) que en la traducción (tonto) demasiado suave a mi gusto.
(traducción que no obstante agradezco al autor de la misma pues por experiencia, sé lo difícil que es el traducir a un genio como él.)


                                  https://www.youtube.com/watch?v=_LoRmD89NmM

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Pompita rompiendo lanzas
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