martes, 24 de mayo de 2022

Ya están aquí...

 Por fin, han llegado. Hace algún tiempo que las buscaba. Sí, las buscaba. Pensé que en un descuido se habían ido por allí.  A ver un sitio de veraneo, por ejemplo...                           Pero no. Han llegado.

Me quedo quieta, imantada por el suelo. No respiro (me parece que me van a oír...) Y las miro. Son muchas. Y se mueven de aquí por allá. Son muchas...                                    Parecen un ejercito,  tan organizadas: unas cargadas y otras sin nada. Sin saber a qué o a quién obedecen...

 Una hilera y otra. Ésta va hacia la valla: sin peligro. La otra va hacia la casa y la sigo. Sube las escaleras: hago lo mismo. Y por fin, llego al punto de partida (o de llegada) que les ha tocado hoy... las miro... las admiro... son tan enternecedoras, tan entregadas.

"Lo siento, lo siento, lo siento"...

Pero me dirijo a la despensa y voy buscando entre cachivaches del año pasado y...            Lo tengo. Una pasadita y ¡adiós a las hormigas! 

Por lo menos durante una semana...

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Pompita con remordimiento