martes, 8 de noviembre de 2011

Jueves... o... ¡Bendito congelador!

Los jueves, día de Júpiter y Thor, de rayos y truenos, son días de zafarrancho de combate.
Presenten ¡Armas!

Tranquilos... soy pacífica y las armas son aspirador, fregona, plumero y demás... y los enemigos, diminutos y aparentemente inofensivos (siempre y cuando no se les deje demasiada libertad)  los enemigos son: el polvo y las arañas (éstas últimas se han hecho comodonas y prefieren la casa acogedora al campo, más incierto, y deciden invadir el terreno e instalarse en los rincones sobre todo en primavera....)

Los jueves son días de cine también... ¿Por qué de cine? Pues porque en mi casa se les llama "DorisDay" por el nombre de esta chica tan maja y hacendosa  que me ayuda a mantener esto más o menos decente ya que mis lumbares se niegan a ciertos menesteres (yo tengo claro que mi verdadera edad no está en mi zona lumbar pero ella, erre que erre, no da sus vértebras a torcer)

Pero me estoy alejando del tema...Hoy :
" El congelador:  pilar de mi salud mental y física."
...con su apartado:  "Pon un congelador en tu vida"

¿Cuál es el mayor descubrimiento o logro de la Humanidad?... ¿el fuego?... ¿la rueda?... Sí.... vale....
Pero el mejor amigo del ama de casa es, a mi parecer.... el congelador.

¿Quién tiene ganas de ponerse a elaborar menús equilibrados y platitos ricos después de estar toda la mañana librando batallas contra los elementos, por mucha ayuda de Doris, Mister Proper, doña Cris Tasol y demás?
Pues, yo no. Así de claro.
Los años me han hecho muy comodona a mí también, como a las arañas (que también tienen despensa ...)
Y es cuando aparece la Estrella de mi despensa precisamente... mi congelador.


En realidad tiene 4 estrellas y es de clase A y muy bonito, todo blanco salpicado de imanes viajeros y cómodo en su forma de armario, que no de arcón (mis lumbares lo agradecen y por una vez estoy de acuerdo con ellas) y sobre todo, bien surtido gracias a mi trabajo de otros días de la semana. 
Surtido de "titos" (llamados también "sobras") de....vamos a ver... cocido madrileño para 2 (lo pone en la etiqueta) o ... raciones de albóndigas para 6 o 10 o más... (es que cuando me lío con las albóndigas, me lío, me lío y ...) ... o bien... pisto para 1 (¡qué rico el pisto recalentado!) 
Y mi congelador me los entrega puntualmente los jueves (o los días de pereza), según tenemos acordado él y yo, con sólo pronunciar las palabras mágicas:
         "¡Ábrete, Sésamo!"

Y por esto, no quería dejar pasar ni un día más sin dedicarle una pompita agradecida.

PS Ah!...A mis hijos también les encanta mi congelador-cueva de Ali baba, sobre todo si los "titos" vienen individuales y en "tupper" que viajan llenos, de mi casa a la suya y vuelven (¡cuando vuelven! grrr...) vacios desde la suya a la mía.

2 comentarios:

  1. Qué simpático texto. Aquí una muestra de que no hay temas manidos y simples, sino escritores apáticos y sin oficio. Evidentemente, no hay más que venir a tu casa y descubrir que un congelador puede ser de lo más poético y divertido.
    Yo también le tengo mucho aprecio al mío, pero más bien porque odio hacer la compra, así que cada 15 días lo atiborro de todo lo comestible.
    Un abrazo.

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  2. Creo que cualquier cosa o situación se puede transformar en "algo" si te paras a mirarla. Y depende de las gafas que se use. ;)
    La compra también puede ser fuente de inspiración :D... Entre cosas, situaciones y personas... puede resultar divertido y enriquecedor el paseíto obligado.
    Más delicado es hablar de personas.
    No te puedo dar un abrazo: tengo dos bolsas en cada mano. :D
    Un beso.

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