martes, 1 de noviembre de 2011

Ni contigo ni sin ti

Amanece en el espejo con reflejos de atardecer...
Y despues de una noche larga, de pelea y silencio tenso, retoman el hilo de la conversación de la víspera... y de  la semana anterior... y de hace un mes...
Antes tan cómplices... y ultimamente, ya no están de acuerdo en casi nada.

C:  Lo tuyo tiene delito, guapa.

A:  No... si la culpa va a ser sólo mía, no te digo.

C: Ya me lo habían avisado mis amigos: mira que no te conviene, mira que hay otras más dulces y tranquilas.
Lo tuyo es un maltrato sin reconocer por la ley. Tus caprichos, tus fobias y tus filias, tus...
A ti te debo mi úlcera, mis dolores de espalda, mis insomnios.

A:  Y si no es la úlcera son los pies... ya me sé la canción.
Y a mí, me tienes en vilo con tus múltiples manías y tus excesos y tus exigencias y...
Y de los insomnios, mejor no hablemos: estamos empatados.
Además...no siempre te has quejado de mis insomnios.... ni del trote que te dieron... o ¿ya no te acuerdas?

C:  Sí, me acuerdo... Sí... lo hemos pasado bien tú y yo, hay que reconocerlo. Muy bien incluso...

A: Y podemos seguir pasándolo bien... te prometo que... si haces un esfuerzo tú también...

C: No prometas nada... nunca cumples tus promesas y yo... yo, estoy mayor y cansado para más esfuerzos...
...Y como última afrenta, me descuartizarán los tuyos y echarán los restos a la hoguera, porque estoy seguro  que se lo has dicho... o escrito incluso... Te pega.
Eres así desde que te conozco... y mira que hace tiempo... No tienes arreglo.

A: No te metas con mi familia

C: ¡¡¿Cómo no me voy a meter con tu familia, si a ellos les debo todo lo malo?!!... y lo bueno también, hay que reconocerlo.

A: Y no grites tanto que la vieja bicha antipática de al lado, todo lo oye, siempre al acecho.

C : Tienes razón. Esto es algo entre tú y yo...  y nadie más.
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Cuerpo : Es la hora... ¡hala! ¡qué te vaya bien! ... ahí arriba... en tu nube.
Alma : Y a ti, qué te vaya bien también... ¿sin rencor?
Cuerpo: Sin rencor.
Alma : Gracias por haberme aguantado tanto.
Cuerpo: Y tú a mí.
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Alma: Por favor, no te vayas, no me dejes, no soy nada sin ti.
Cuerpo: ¡Mira que has tardado en entenderlo!... y admitirlo.

Alma : ...¿Y si lo intentamos otra vez? ... Otro ratito y veremos.
Cuerpo:  Ya me conozco tus ratitos... Y luego a la primera de cambio, estarás de nuevo con tus cosas raras que me quitarán el sueño y me harán rechinar los dientes y crujir todos los huesos

 Alma: Te prometo que...
Cuerpo : Déjalo ya... me conozco tus promesas...
... Anda, ven... Acércate...
...¿Qué le voy a hacer?...... Yo tampoco soy nada sin ti.
Alma : Tú también has tardado en reconocerlo... ( y la muy tramposa piensa para sus adentros:"Yo, sí, sobreviviré... creo...")

Y se van otra vez abrazados... y la Vieja Maligna de al lado tendrá que esperar... hasta el próximo susto... la próxima pelea...
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"...quand mon âme et mon corps ne seront plus d´accord que sur un seul point: la rupture... "  cantaba el inolvidable poeta cuyo cuerpo se fue...  hizo 30 años el pasado 29 de octubre.
"... cuando mi alma y mi cuerpo ya no estén de acuerdo más que en un solo punto: la ruptura..."

http://www.youtube.com/watch?v=vUbUEUhHe1U&feature=related

Esta humilde pompita para él, el maestro, mi admirado Brassens, cuya alma sigue viva en sus canciones y el recuerdo.

9 comentarios:

  1. Interesante diálogo, no he sospechado siquiera quiénes eran los protagonistas hasta el final. Ciertamente, por más que queramos, no podemos separar el cuerpo del alma hasta que llegue el último día, el día de la ruptura.
    Bonita pompa para Brassens.
    Un abrazo.

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  2. Era evidente que si llevaban tanto tiempo juntos, se necesitaban.
    Buen diálogo, en vísperas de mañana.
    El alma espera sobrevivir...espera.

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  3. Pues yo creo que lo que realmente queda de nosotros al final son pedacitos de cuerpo, que siguen “rulando” por ahí, de mata en mata. El alma es como el pegamento que mantenía unidos esos pedacitos. Al final se diluye, es poco más que cuatro letras de las que, además, una se repite. Poca cosa. Del grandísimo Brassens lo que nos ha quedado son pedacitos de cuerpo en forma de canciones que, en su caso, rulan de antro en antro. Cada cual elige sus lugares de rulamiento preferidos.

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  4. Interesantes puntos de vista, todos. No pensé que un sencillo ejercicio de diálogo os inspiraría tantas cosas que a su vez me inspiran a mí. :)

    Mercedes, a veces, están separados sin embargo o se ignoran en casos patológicos.

    ¿El cuerpo mero sostén material del alma o el alma sólo pegamento de los pedacitos del cuerpo? ¿La materia que se descompone y genera más vida palpable o el alma que sigue viva en el recuerdo de otras almas y genera más vida anímica?

    Se necesitan el uno al otro dices mariajesus y añado: lo uno indivisible de lo otro en todo caso.

    "Poco más que cuatro letras y una se repite"... y mira por donde, la que se repite es la A y una se encuentra al principio y la otra al final ;) Principio y fin... alma... (en francés no... me anticipo, que te conozco :DD)

    Y todo esto obviando interpretaciones religiosas (o por lo menos de la religión mayoritaria de aquí), limitándome a preguntarme cosas...¿cómo todos no?

    Me quedo con una frase de una filósofa actual: "El alma va más allá de la religión que profeses: está formada por todo lo bueno que hay en ti." ... Diego ¿te suena esta filósofa? :D :D

    Me estoy enrollando, lo sé, pero... referente a Brassens... que se me corrija si me equivoco pero el término "antro" se me antoja peyorativo si me rijo por la definición del Drae.
    Y Brassens no fue sólo el de los "antros", el de "Le gorille" o "Fernande" por no citar más que éstas. Brassens fue un canto mucho más amplio, un canto al amor, a la poesía, a la amistad, a la ternura, a la libertad en todas sus facetas, a la generosidad, a la vida (y por esto tantas canciones haciéndole burla a la muerte)...
    Me emociono cuando hablo de Brassens. El era muy modesto y le habría incomodado lo que voy a decir (le bon maitre me le pardonne) pero para mí, nadie como él para hacerme creer en la inmortalidad del alma... es que... Brassens es Brassens y no hay nada que añadir.
    PS procuraré ser más breve la próxima vez... pero... Brassens...

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  5. Framboise, me conoces (creo) Sabes que admiro a Brassens casi tanto como tú. Es irrepetible por su estilo, sus canciones, su poesía. Y su golfería. Nadie puede escribir una canción como "Le gorille" o "Fernande" sin ser un poeta con una enorme sensibilidad (y sentido del humor)y sin resultar burdo. Cuando hablo de antros me refiero a los lugares en los que le gustaba cantar y a los que en más de una ocasión se refiere en sus canciones. Antro, para mí, es un lugar cerrado, lleno de humo y de alcohol, y en el que hay la misma gente que en plena naturaleza, buena, mala, regular, sensible, poeta. Es como Sabina, otro rey del antro y maravilloso poeta. No me los imagino cantando esas maravillas sin estar impregnados de ese "toque" de golfería que los ha hecho grandes. Insisto, de antro en antro.

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  6. Por un momento pensaba que hablabas de nosotros, tan parecidos y tan diferentes, pero complementarios.
    Si que me he quedado con tu homenaje a Brassens, sabes que para mí ha sido un maestro, siempre quise ser como el cuando fuera mayor, y sólo nos parecemos en el cariño a los gatos. Siempre he dicho que la gente a quien le gustan los gatos, no puede ser mala gente.
    Un día debería hablar de lo que me ha supuesto conocer a Brassens.. gracias a tí.

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  7. A ver... por orden de entrada:

    Sí, Diego, sé cuánto admiras a Brassens y lo bien que le conoces y sé lo que quieres decir con lo de "antro" (me gusta provocarte :D siempre picas :DD) pero lo dije a próposito, porque demasiada gente conoce a Brassens muy poco, de forma superficial y se fija sólo en el lado golfo (que lo era, ya hablaremos de otros títulos tú y yo ;))... sus canciones son tán difíciles de traducir y hacen referencia a tantas cosas que sólo quien las ha "mamado" desde siempre alcanza a captar todos los guiños ( y vuelvo a lo de siempre: "Maldita torre de Babel")... y sí también en lo de Sabina (no dirás que siempre te llevo la contraria :DDD ) pero yo conozco mejor a Brassens que a Sabina (asignatura pendiente)
    Y sabes que pierdo la perspectiva cuando hablo del maestro ... ¿En paz? ;) Ya buscaremos otro tema para discutir :DDD

    A ver... Miguel, brassensiano de mi alma ;)... esta discusión... ¿parecida a las nuestras?... luego te contesto en privado, no vaya a ser que discutamos :DDDDDD
    Efectivamente, ni llevas bigote, ni fumas en pipa y la guitarra... ¿ande andará? ¡golfo! jaja
    Y sí, tienes razón... la gente que entiende a los gatos, no puede ser mala gente sino gente con una sensibilidad especial...

    PS ¡Haya paz! :DDD los que entienden a los pájaros también ;)... el caso es tener alma sensible y abierta para entender a todos.

    PS A quien más cuesta entender es al ser humano...

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  8. La meditación y el encuentro del alma


    Un día cualquiera empezó la búsqueda. Buscó en partes inverosímiles para la mente humana, subiendo, bajando, horadando las montañas de la vida, en intentos de llegar hasta lugares inquietantes.

    En un momento se paró, descansó y entonces surgió la pregunta; qué buscaba.

    Pregunta y búsqueda se unieron transcurriendo por laberintos interminables y tortuosos para hallar el qué y el dónde.

    Con agitación y sin descanso seguía inspeccionando los caminos.

    A punto estuvo la mente de jugarle la mala pasada del descenso al mas allá. Del descenso hasta los suburbios del mundo, de los que es muy difícil volver.

    El cansancio del cuerpo rezumando tristeza le llevó a una calma con neblina, como envuelta en papel gris arrugado. Le vino el silencio del cuerpo, la calma de la mente, la quietud y el sosiego. Desapareció el peso de las manos y de las piernas, inspiró tratando de hundirse en la total levedad.

    No había nada aunque existía todo. Unos segundos, unos minutos, inexistencia del tiempo y del cuerpo.

    En ese momento de quietud infinita, surgió un halo etéreo, como un suspiro indescriptible que expandiéndose le inundo cada rincón del Cuerpo.

    Sintió paz, sintió gozo; había encontrado El Alma.



    Viento de Lebeche

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  9. Gracias por tu aportación, Anónimo-desconocido Viento de Lebeche.

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