Me lavo las manos y las miro...
Son feas mis manos.Siempre me han parecido feas, desde lo más lejos que recuerde.
Y todavía, a mis años, tengo este reflejo adolescente de esconderlas a ratos en las mangas del jersey.
Porque no me gustan.
("¿Tienes frío?" - "No... Es... es una manía")
Es una manía...
Esta fijación crítica sobre mis manos, la tengo también con las manos ajenas. Hablan tanto las manos...
A veces, hablan tan claro como (o más que) los ojos.
Algunas personas me han resultado antipáticas de forma instintiva, epidérmica... sólo con "mirarlas a las manos".
No me gustan las manos cerradas.
No me gustan las manos fatuas, las que se exhiben.
Ni las que exhiben lo que tienen más que lo que son. Bueno... en realidad, al hacerlo, exhiben lo que son aunque quieran engañar.
Las manos blandas, sin hueso.
Las manos huecas, sólo hechas para recibir.
Las manos que se escapan como una mirada huidiza.
Todo eso es instintivo, poco generoso: puede que haya otras cosas detrás de esas manos... no sé.
Y un poco tonto también pero... es así.
...Y otras personas me han caído muy bien, así, de entrada, sólo por sus manos también, que rara vez me han engañado.
Y me resultaron atrayentes no por ser bonitas, elegantes y conformes a unos canones de aspecto estereotipado propios de salones de belleza.
No. Esas no me gustan.
Me gustan las manos toscas que conservan la forma
y el calor de la herramienta,
las tormentosas, creativas, de artistas y artesanos,
las cuidadas, sanas, pulcrísimas, hechas para aliviar fiebres y males,
las manos finas, ágiles, nerviosas, comunicativas, de donde brota música,
y las sufridoras, deformes, ancianas o enfermas, que dan ganas de proteger y mimar,
y las manitas de los niños, rosaditas, calentitas, con sus hoyuelos y la avidez de sus dedos curiosos.
Las que, con su calor, acompañan a las palabras o las sustituyen, bailando, ofreciéndose, acercándose, susurrando, revoloteando. Espontáneas. Generosas.
Agarrando a otra y tirando de ella. O agarrándose a otra. Confiadas. Abriéndose.
La mano sobre el hombro. Ayudando. Consolando.
Las manos que aplauden, que animan, que alientan.
Las manos que acarician el cuerpo y el alma.
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Me disgusta el aspecto de mis manos pero en el fondo les tengo cariño por todos los verbos que han pasado por ellas y las han moldeado... tantos verbos.
Por fin me he reconciliado con ellas y ahora las mimo un poco.
Y me pregunto... ¿Qué haría yo sin ellas?...
Pompita de jabón lavándome las manos con ojo crítico.
(¡Pufff!... Mucho destape. Creo que me voy a poner otra vez los guantes.
Pero primero la crema hidratante.)
... (Y ahora... todos estarán mirándose las manos.)
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Por estos destellos que ocurren a veces en la blogosfera,
Clara , la reina del bricolaje y la decoración,
http://muyclara.blogspot.com.es/2013/10/sencillamente-feliz.html
publicó ayer un texto precioso sobre manos con una foto no menos preciosa. Os animo a visitar su casa. :)
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Halaaaaa, y ahora sólo hago que mirarme las manos, y eso que nunca me ha dado por pensar qué tal las tengo. Por cierto, eso de la foto, eso, eso...eso qué es?, una caracola??
ResponderEliminarUna vez puse una autofoto de mi mano escribiendo:
http://valafson.blogspot.com.es/2010/03/jo-mateix-hi-havia-una-vegada.html
Ni me gusta ni me disgusta, es algo así como "vaya, una mano, ¿y?", jajajajaja
Un bEsazo
:) Sí, lo de la foto es una caracola :) Me gusta rodearme de cosas del mar ya que lo tengo lejos.
EliminarAcabo de mirar tu mano jajaja Muy gracioso.
¿No has pensado nunca en cómo sería tu vida sin manos?... tremendo.
Besotes
Yo también me fijo mucho en las manos. Me gustan las que tienen carácter, morenas de sol. Desconfío de las manos bobaliconas o insulsas sin marcas de guerra, y de esas que parecen moldeadas en cera.
ResponderEliminarLas manos cuentan y explican, rien y lloran.
Besito por tu post manufacturado de hoy Framboise.
Clara, me ha gustado esta coincidencia de entradas :) Tu foto es guapa, guapa y tu texto me recuerda tanto a alguien.
EliminarPues te puedes fiar de mis manos: marcas de guerra no les faltan :la última, una quemadura al pasar la mano entre dos ollas de cocido (parte de ello se fue. Adivina dónde y cómo :D )
Y me imagino tus manos: el bricolaje las deja marcadas muchas veces.
Besito en tupper ;)
No conozco tus manos, pero deben ser calientes como tu verbo, suaves como el amor que le demuestras a la vida, ágiles como esa mente tuya, diáfana y descriptiva.
ResponderEliminarNo te pongas guantes, deja que la fuerza y la luz de tus manos continúen sirviendo de aliento y ternura.
En esta ocasión, en vez de abrazo un apretón de manos con estas.mías ya temblorosas y con nudos de sarmientos.
Pues... calientes casi siempre pero dulces no siempre :(
EliminarA veces dan puñetazos en la mesa. Algo de pronto tienen :((
Me encantan los apretones de manos y me recuerdan una canción de Brassens (algún día os la pongo, si no la conoces ya, seguro que te gustará)
Otro apretón de manos pero con cuidado: los nudos de sarmientos duelen.
Te gustarían mis manos. Y estoy segura, absolutamente segura de que a mi me encantarían las tuyas.
ResponderEliminarPor muchas razones creo que tus manos y las mías son muy parecidas: seguro que me encantarían a mí también las tuyas. :)
EliminarMe has dejado un poco pasmada al decir que no te gustan tus manos, y que no te gustan las personas por sus manos ¿No te gustas?
ResponderEliminarMenos mal que al final me lo has aclarado, y estoy más que convencida de que lo tuyo es simple manía. Tus manos tienen que ser por fuerza las manos curativas de una mamá y las sublimes de una jardinera. Estoy convencida que son maravillosas cuando huelen a tomates rojos recién recolectados ¿Te has fijado el intenso olor que dejan en ellas?
Las mías no me desagradan. Demasiado pequeñas, quizá, o esa fue la excusa que puso el profe de música cuando le dijo a mi madre que yo era negada perdida para la guitarra. Cuando era niña tenía una peca en la izquierda que era la que la identificaba "la mano izquierda es la de la peca", pero con los años se borró.
Una entrada muy bonita, un beso.
Mi relación con mis manos es ambigüa ;) No me gusta verlas porque son feas, insisto, pero me gustan por las cosas que hacen sin protestar (me encanta cuando huelen a tomatera y el polvillo dorado que se desprende de la planta) Soy un desastre a la hora de cuidármelas :D Casi nunca me acuerdo de los guantes.
Eliminar¡qué buen truco lo de la peca! :) y una pena que se borrase. Sería de chocolate y se te cayó en una tarta ;)
Besote, guapa. :)
Un beso
De pequeña me gustaba jugar con la piel arrugada de las manos de mi abuela. Eran una manos de dedo largos, morenas, que incluso descansando hablaban de lo mucho que habían vivido. Con el tiempo descubrí que mi madre tenía sus mismas manos y ahora que mi piel ya está dejando de ser tersa empiezo a jugar con ella como de niña lo hacía con la de mi abuela. quizá por eso me gustan.
ResponderEliminarSon muy expresivas las manos, en sus movimientos, en su forma, en su limpieza o en su falta de ella. Pero sobre todo es increíble su capacidad para transmitir sentimientos: amor, ánimo, la alegría, consuelo, confianza, amparo... (mejor lo dejo que me embalo)
¡Cómo no van a gustarte unas manos capaces de todo eso!
Una aplauso para esta entrada
Besos
;)... ¿Te lo digo o no te lo digo?... Ya te lo puedes imaginar ;)
EliminarSí, son muy habladoras las manos. Y es bonito que las tuyas te recuerden a tu abuela. :)
Gracias por tus bonitas palabras.
Besos, Jara. Y sonrisa.
Ps las mías están inquietas e impacientes ;) Y mañana no estaré en casa cuando pase el cartero... :(
Me habías asustado... aunque sé que eres un poco de Venus no te imaginaba yo con unas manos como las de la foto... ¡menos mal!
ResponderEliminarYo creo que las manos nunca son feas, el que es "feo" es el que las maneja. Me quedo con tu división entre malas y buenas. Me han encantado las de la foto de tu amiga Clara (gracias por el enlace): esas son las que de verdad te enseñan el camino que hay que seguir.
Por cierto, que difícil has puesto hoy escribirte un comentario, uno no para de mirarse las manos y así es imposible darle a la tecla... ;)
¡Besazos, Fram!
Tienes razón, LuisMi, las manos no tienen la culpa de cómo se las trata u orienta.
Eliminar:) ¿Verdad que son encantadoras las manos de la foto de Clara? A mí, me recuerdan a las de una personita querida que se nos fue (digo personita porque era muy pequeñita ella) y daba casi apuro rozarlas por temor a romperla.
Uyyy!! ¡Deja de mirarte las manos: queremos ver lo que de ellas brota ;)
Besote grande de sierra soleada.
Para no gustarte tus manos, has reflexionado mucho sobre ellas. Es un tratado de manodiagnostico.
ResponderEliminarY una poesia sobre las manos. Me encanta.
Un abrazo
Creo que precisamente porque su aspecto no me gusta, me he fijado en ellas. Y una es un poco obsesiva ;)
EliminarMe gusta mi nariz, así que tranquilo: no intentaré emular a Cyrano. :D
Un abrazo, murcianico.
;)) Framboise, me da que las manos, tengan el aspecto que tengan, son el tacto de nuestra alma...;)
ResponderEliminarTe copio un poema de Miguel Hernández:
"Dos especies de manos se enfrentan en la vida,
brotan del corazón, irrumpen por los brazos,
saltan, y desembocan sobre la luz herida
a golpes, a zarpazos.
La mano es la herramienta del alma, su mensaje,
y el cuerpo tiene en ella su rama combatiente.
Alzad, moved las manos en un gran oleaje,
hombres de mi simiente.
Ante la aurora veo surgir las manos puras
de los trabajadores terrestres y marinos,
como una primavera de alegres dentaduras,
de dedos matutinos.
Endurecidamente pobladas de sudores,
retumbantes las venas desde las uñas rotas,
constelan los espacios de andamios y clamores,
relámpagos y gotas.
Conducen herrerías, azadas y telares,
muerden metales, montes, raptan hachas, encinas,
y construyen, si quieren, hasta en los mismos mares
fábricas, pueblos, minas.
Estas sonoras manos oscuras y lucientes
las reviste una piel de invencible corteza,
y son inagotables y generosas fuentes
de vida y de riqueza.
Como si con los astros el polvo peleara,
como si los planetas lucharan con gusanos,
la especie de las manos trabajadora y clara
lucha con otras manos.
Feroces y reunidas en un bando sangriento
avanzan al hundirse los cielos vespertinos
unas manos de hueso lívido y avariento,
paisaje de asesinos.
No han sonado: no cantan. Sus dedos vagan roncos,
mudamente aletean, se ciernen, se propagan.
Ni tejieron la pana, ni mecieron los troncos,
y blandas de ocio vagan.
Empuñan crucifijos y acaparan tesoros
que a nadie corresponden sino a quien los labora,
y sus mudos crepúsculos absorben los sonoros
caudales de la aurora.
Orgullo de puñales, arma de bombardeos
con un cáliz, un crimen y un muerto en cada uña:
ejecutoras pálidas de los negros deseos
que la avaricia empuña.
¿Quién lavará estas manos fangosas que se extienden
al agua y la deshonran, enrojecen y estragan?
Nadie lavará manos que en el puñal se encienden
y en el amor se apagan.
Las laboriosas manos de los trabajadores
caerán sobre vosotras con dientes y cuchillas.
Y las verán cortadas tantos explotadores
en sus mismas rodillas.
Me da que me gustarían tus manos...;))
B7s
Mari... siempre trayendo alimento nutritivo. :))
EliminarYa sabes dónde irán a abrigarse esas manos de Miguel Hernández ¿verdad? En el cuadernito de los tesoros. :)
"Las manos son la herramienta del alma" Y las tuyas se pasean sobre el teclado con música.
Pero ¡qué bruja eres!! :)
B7ssss
Tus manos no son feas. Y a veces se convierten en alas protectoras y cobijadoras. Eso sí, suelen estar cubiertas de tierra del huerto.
ResponderEliminar:D Sí, es cierto lo de la tierra del huerto :D
EliminarEs que dicen que el barro es muy bueno para la piel... o el chocolate también :D
También a veces escribo en la izquierda una palabra sin sentido que utilizo de lista de la compra acronímica :D
Dudo mucho que tus manos sean feas, lo que seguro están es llenas de vida y de recuerdos, de líneas que permiten leer los caminos que has recorrido y las personas queridas que han estado en ellos. Tus manos eres tú. A mí también me parecen algo importante, si la cara es un espejo del alma las manos son el soporte. Coincido en lo que escribes de forma tan preciosa, touché con este texto!!! A mí no me entusiasman las mías, pero yo que escribo, dibujo, pinto, y me paso el día trabajando con ellas en mis estudios, les tengo un cariño enorme y las intento cuidar, sobre todo ahora que me achacan dolores en ellas. Por eso tengo ciertos "tics" o movimientos que no puedo evitar hacer con ellas. En realidad me gusta la gente con pequeños tics, te hace muy tuyo, ¿no? En fin, que me enrollo querida Framboise. Cuida como lo haces tus manos, que son un tesoro y también lo que nos ayuda a desenterrarlos y sacarlos a la luz (a los tesoros) :) Mil besos.
ResponderEliminarYo también les tengo cariño Patricia, pero esto no quita que de tanto maltratarlas tengan un aspecto... Ahora las trato algo mejor (más que nada por los achaques también :( )
Eliminar:) Son un tesoro es cierto: hace un año, me quedé sin poder andar durante meses por una operación y ¡menos mal que tenía mis manos! :))
Besotes, guapa.
Efectivamente las manos hablan sobre las personas. Hay varias formas, tamaños, surcos...
ResponderEliminarTe he quedado muy lindo y sincero, me agrada como te expresas.
Formas, tamaños, surcos, color, temperatura... Muy parlanchinas, sí. :)
EliminarGracias, Sarah.
Un abrazo y una sonrisa.
Soy una de esas personas que cuando estoy a gusto, tranquila y seguro muevo mucho las manos, es inconscientemente; en ocasiones, cuando me he visto grabada en algún vídeo, he sentido algo de ridiculez al ver mis manos bailar jaja. Sin embargo, cuando estoy incómoda, al acecho y vigilante en un grupo mis manos se quedan inmóviles... de modo que mis manos hablan y explican mucho sobre mí, por eso me gusta fijarme en las manos de los demás.
ResponderEliminarun abrazo
Todo nuestro cuerpo habla y las manos no iban a ser menos ;) Tus manos se quedan inmóviles y las mías... en el jersey ;)
EliminarUn abrazo con sonrisa.