martes, 18 de junio de 2019

Azul

Salió de la consulta del oftalmólogo con semblante preocupado... O ella no había sabido expresar lo que le pasaba o este hombre no la había tomado en serio... Pero ella notaba que los síntomas iban a más... La "cosa" había empezado hacía unas semanas por las flores del paseo marítimo: sí, en efecto había jacarandas y agapantos...



Pero también adelfas... Y nunca antes había visto adelfas azules.
Primero pensó que sería un reflejo o una ilusión óptica debida al cansancio o al sol. O incluso una manipulacion genética de los horticultores.
Y no le dio más importancia.
También le pasó al mirar los escaparates pero... era el color de moda esa temporada.

En los días sucesivos se fijó en los puestos del mercado y la trastornó comprobar que ya no conseguía apreciar a simple vista si la fruta estaba madura o no, pues los albaricoques, limones, manzanas, sandías, cerezas y todas las verduras lucían los mismos tonos azulones también.
Y este hecho era aún más perturbador que lo de las adelfas...
Que el cielo y el mar tuvieran este color era de lo más normal, ya no sorprendía al cabo de tantos siglos pero ¿las frutas?... ya ninguna se parecía a lo que era la habitual sinfonía multicolor tan atrayente de los mercados.

Puesto que ninguno de los especialistas consultados lograba explicarle lo que le ocurría y algunos incluso la miraban con sorna o compasión, decidió poner fin a su peregrinar de consulta en consulta, decidió callar e intentar adaptarse a estos hechos desconcertantes.
Pidió ayuda (de forma solapada) a la hora de combinar sus prendas, apuntó el número de sus barras de labios preferidas, memorizó el orden vertical del destello de los semáforos que ahora parpadeaban en tres tonos de azul de más oscuro a más claro, se guió por el tacto y el olfato a la hora de elegir la fruta. Resumiendo: se inventó un sinfín de trucos como muletas para orientarse en este inquietante mundo uniformado de azul.
Era incómodo a veces pero era también un reto y se acostumbró al desafío diario.

"Color reposado, sobrio, sosegante, sabio" le decían estudios leídos sobre el significado de los colores, la cromoterapia, lo esotérico y más cosas... Explicaciones que no le resultaban del todo convincentes e incluso la ponían más nerviosa.
En contra de los gustos generalizados, siempre le había parecido más que un color tranquilo, un color algo triste que le recordaba el uniforme del colegio encorsetando su imaginación coloreada.

Sin embargo a ratos, se lo tomaba a risa mirando a la gente a su alrededor: " Vivo en un mundo poblado de un ejercito de pitufos atiborrados de viagra" o  "Menos mal que me gusta el roquefort y el curacao"
A ratos, fantaseaba imaginando que compartía la suerte de genios famosos ¿No había tenido Picasso su época azul?
Otras veces, se divertía a costa de sus amigos proponiendo adivinanzas del estilo "¿Cómo se llama la luna llena que aparece dos veces en el mismo mes?" "¿Porqué está triste y azul el gato?" y demás cosas que hacían que terminaban mirándola de forma preocupada...
Se podía haber quedado en una anomalía más, como una desconocida clase de tritanopia al revés pero...
Pero poco a poco, se convirtió en una obsesión y de su boca o sus dedos no salían más que palabras y canciones que contenían todos los matices de su pesadilla: añil, turquesa, cobalto, ciano, aguamarina, lapislázuli, cielo...

Hasta una noche en que viajaba al son de " Blue moon..." que tenia en bucle en el aparato del coche...
Antes de caer al mar desde el acantilado donde florecían nomeolvides, lo último que en el retrovisor vieron sus ojos que empezaban a mutar de negro a azul marino, fueron los destellos amenazadores y azul eléctrico del coche de policía que ululando acudía a la fábrica de rotuladores: desde hacía meses el dueño denunciaba cada cierto tiempo un hecho curioso: el robo de un solo color...
Cuando los buzos localizaron el coche en el fondo del mar, su cuerpo había desaparecido, dejando en el asiento sólo una brillante mancha multicolor en forma de sonrisa...
Pero en el maletero abierto por el impacto de la caída, encontraron su botín de rotuladores y pinturas donde ya acudían medusas... azules por supuesto.

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Pompita monocolor.
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14 comentarios:

  1. Es raro ese final, si como dicen los psicólogos, el azul es señal de serenidad y calma.
    Sea como sea me gusto tu entrada.
    Besos.

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    1. Vale que es relajante el color azul pero puede que quisiera escapar de tanta serenidad y calma, de la uniformidad del paisaje... :D A mí, me pasaría también si el color fuese cualquier otro... ¿Te imaginas todo, absolutamente todo en amarillo o en rosa?... Cansaría ¿no?... :)
      Es un "divagar" y como tal... raro ;)
      Un beso, atento lector amigo :))

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  2. Precioso Agapanto.La flor del amor la llaman.
    Espero que cayera en un mar azul 💙
    Me gusta y serena el azul Fram, mi habitación está en azul y esta 🛵 ya vés Pero no es una obsesión 😜.
    Y como siempre, sabes como engancharnos.
    Buen jueves.
    Un abrazo.

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    1. :)) Me encantan los agapantos pero no sabía que los llamaban así también :) Y me gustan precisamente por ser azules porque si bien abundan otros colores como el amarillo o el rojo entre las flores, hay relativamente pocas en azul.
      A mí, el azul... me da frío :D ya me conoces :DD Y más bien prefiero rodearme de tonos cálidos como los ocres o naranja ;)
      (Tranquila: se cayó en un mar azul por supuesto pero...dejó colores variados para los peces tropicales :DD
      Besotes... multicolor :)

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  3. Final inesperado, como dice Juan, y así debe ocurrir en cualquier relato que se precie. Y con varias interpretaciones en su desenlace: ¿la ladrona de rotuladores era la protagonista del relato?, ¿se diluyó en el agua marina convirtiéndose en multicolor?. Yo pensaba, al leerlo, que al final la protagonista descubría que llevaba puestas sus gafas de cristales azules. Pero este final es previsible, lo contrario que debe ocurrir en un buen relato.

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    1. Sí, sí...la protagonista era la ladrona (creo que para poner fin al progresivo cambio del panorama) Y creo que lo que se diluyó fue la capa de pintura azul que empezaba a cubrirla a ella también...:D Pero no me hagas mucho caso: en realidad sólo ella lo sabe :)
      No, no, Dieguito: lo de las gafas no era posible: los oftalmos se lo habrían dicho... creo... :D

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  4. Uy, he seguido tu relato con tanto interés, que al final ya veía todo color azul identificándome con la protagonista de tu relato. Hasta mi gata Leticia que andaba agazapada a mis pies, la he visto de color azul como ese otro famoso gato de Roberto Carlos. Mientras iba leyendo pensaba que tendría cataratas en color azul. No hace mucho me he operado de ambos ojos, aunque no tenía nada que ver mi poca visión con el color azul. Una ladrona del color azul muy audaz. Yo ti tuviera que robar colores, lo haría del color rojo. ¡Que bonitas las jacarandas...en Sevilla había muchas. Un abrazo de color azul te envío.

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    1. ¿Cataratas de color azul?... Las mías eran normalitas y grises :( Y es un gusto recuperar el mundo como es ¿verdad? :)
      De poder elegir rotuladores robados tampoco estaría mal pintar el paisaje de rojo aunque... mejor que luzcan todos los colores y podamos elegir ;)
      Gracias por el abrazo azul, es refrescante y viene bien ahora.
      Otro para ti, del color que más te guste y una sonrisa :)

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  5. Me ha parecido un relato maravilloso, original, divertido e inquietante... Muy bien narrado y con un final inesperado a lo Thelma y Louis.

    Me ha chiflado, de verdad.

    Me gustan muchísimo las palabras que nombran los distintos tonos y variedades de azul, pero nunca llevo ropa de color azul, de ninguna clase de azul, ¿será porque también asocio ese color con los uniformes del cole y con otros uniformes...o con los Partidos Políticos de derechas? ja, ja...

    Que pases un verano estupendo. Nos leemos en Otoño.

    Un abrazo,

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    1. Ay!! pero qué perspicaz eres Tesa! jajajaja Pues sí... uniformes y uniformados PPensamientos azules fueron los que me inspiraron en un primer impulso :DDD...que desembocó luego en "esto" que has leído: preocupación, rebelión soterrada y...apagar la tele que me quita el sueño tantas veces :(
      Pero mis sueños de colorines permanecen ;)
      Tu mención a tus prendas no-azules me ha hecho ver una contradicción mía: curiosamente, yo sí tengo bastantes cosas azules en el armario, no sé porqué...será porque no me miro demasiado en el espejo y las elijo más por su forma o comodidad que por su color :D
      (tengo mucho más en naranja y verde :D pero sin ninguna explicación tendenciosa:D son colores que me gustan desde siempre ;)
      Lo que sí me gusta oír (sin ser una fanática) son los gritos de los deportistas franceses "Allez, les Bleus!!!" jajajajajaja
      Que descanses a orillas del mar (...azul jaja) huyendo del calorazo que este año se ceba contigo más que nunca.
      Un abrazote y nos leemos a la vuelta, bonita. :)

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  6. Me pregunto si la protagonista de esta historia, será una princesa de sangre azul y habitará en un palacio en el fondo del mar azul en el que ha desaparecido.
    Monocromáticos saludos.

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    1. ¿Como una sirenita que no se adaptó a la vida fuera del mar?... ¿Entonces sería ella la que pintaba todo de su color preferido?...
      Podría ser el principio de otro cuento... :)
      Un abrazo, Dlt, del color que más te guste :)

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  7. Buen relato. Bien construído. Sugerente. Felicidades

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  8. Gracias por tus palabras, Desconocid@ :)

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