Llegó. En silencio. A pasitos insidiosos. Con su gorro de fieltro gris.
Tiñendo ramas, desdibujando a los pájaros, diluyendo el cielo.
Tejiendo grises rayos de sol apagado.
Infiltrándose, impregnando cada resquicio su aliento frío.
Llorando en fondo gris sus gotas diminutas y sin olor que apenas dejan huellas desmayadas de ceniza mojada en los dedos y las ventanas.
Las ventanas, efímeras pizarras de cristal gris donde niños encerrados soplan y dibujan siluetas troqueladas, animales inexistentes,
estrellas de fantasía.
Estrellas que se escurren en el cristal de las ventanas, que se esfuman, que se desvanecen como añorados recuerdos veraniegos.
Tiritando en lo alto del tejado. Destilando melancolía.
Llegó el duende gris de la niebla sin eco que todo lo borra,
lo calla, lo diluye...
Mélancolie
Tiñendo ramas, desdibujando a los pájaros, diluyendo el cielo.
Tejiendo grises rayos de sol apagado.
Infiltrándose, impregnando cada resquicio su aliento frío.
Llorando en fondo gris sus gotas diminutas y sin olor que apenas dejan huellas desmayadas de ceniza mojada en los dedos y las ventanas.
Las ventanas, efímeras pizarras de cristal gris donde niños encerrados soplan y dibujan siluetas troqueladas, animales inexistentes,
estrellas de fantasía.
Estrellas que se escurren en el cristal de las ventanas, que se esfuman, que se desvanecen como añorados recuerdos veraniegos.
Tiritando en lo alto del tejado. Destilando melancolía.
Llegó el duende gris de la niebla sin eco que todo lo borra,
lo calla, lo diluye...
Mélancolie
No me gusta la niebla. La veo como la premonición fría de la ceguera, como el anuncio de una imagen que se difumina y no puedes controlar. Con la niebla siempre ando con cuidado, no sea que el paso siguiente sea al vacío.
ResponderEliminarMelancólica y brillante entrada.
Un abrazo.
Sí, Juan, es como dices: una sensación de inseguridad, de no reconocer el paisaje. Si es leve y brilla el sol en cada gota, es bonita pero si no... inquieta.
EliminarUn abrazo.
PS serán ahora tus pasos más seguros ¿verdad? :) ¡qué siga bien la recuperación! :)
Pues mira, Fram, siendo como es que me encanta el otoño y el clima más bien frío...reconozco que la niebla es un punto y aparte. Bueno, según cómo y me explico. En latitudes más norteñas y de habla inglesa, tienen un nombre muy curioso para la niebla: MISTY. Y el nombre es más que acertado porque entre ella...parece como si hubieras ingresado en los dominios del misterio, de lo ígnoto.
ResponderEliminarAhora bien, reconozco que eso del manto gris y visibilidad casi nula no es para echar cohetes precisamente.
Como Juan, destila melancolía la entrada, pero es francamente brillante (a pesar del duende gris que parece campar por sus respetos en la foto y el texto)
Un besazo!!!
Misty... muy acertada palabra en efecto.
EliminarTuvimos dos días de niebla intermitente y ... pues eso: Mélancolie.
Menos mal, hoy volvió el sol en un retrasado veranillo de san Miguel. :)
Besote de octubre, Valaf :)
PS ¿Queda algo de limoncello-vodka para el día 6? ;)
Eh o qué, Fram????, eeeeeeeeefectivamente, es el 6 y encima SÍ QUE NOS QUEDA DEL BREBAJE. jejeje...
EliminarY mira va, te pongo el remedio a tanta boira (niebla):
https://www.youtube.com/watch?v=tWcvOl0TwCo
Hala!!!, y un besazo al viento!!!!, jajajajajaja...
Consuélate pensando "mañana de niebla, tarde de paseo"
ResponderEliminar:) Así fue, mariajesús, así fue: por la tarde, paseo. ;)
EliminarEs que a veces, el refranero no falla.
No me gusta Fram. Y tú haces con tus letras la haces más misteriosa e inquietante.
ResponderEliminarAquí por suerte apenas la vemos, el frio es muy seco. Un julio viniendo de Oporto hasta casi la frontera nos acompañó, no se veía apenas.
Como dice mariajesus... El paseo de la tarde es seguro:))
Un beso.
Pufff, Laura... en carretera es lo que más temo también. Aquí tampoco suele haber pero cuando se instala y además es fría, a mí me baja las pilas. (es que uso pilas solares :D)
EliminarY sí, hubo paseo. ;)
Beso de cielo despejado hoy. Con sol, el otoño es una preciosidad. :))
Como buena amante del otoño y del invierno, me gusta la niebla, excepto circulando por una carretera. Me gusta el paisaje desdibujado y la luz que filtra y el misterior y la melancolía y.... en fin que le doy mi mas sincera bienvenida al duendecillo que nos traído esta niebla.
ResponderEliminarBesos
Pues a mí, este duende no siempre me gusta, Jara :) La niebla forma parte del otoño y es muy poética y el paisaje es precioso y... todo lo que quieras :) Pero a veces nos apaga un poco el ánimo ¿verdad? sobre todo cuando llega tan temprano como fue el caso este fin de semana pasado.
EliminarBesos, romántica :))
Framboise, te cuento que la niebla...¡¡No me gusta nada!!...jaja.
ResponderEliminarSí el otoño, sin embargo esa humedad que se cierne sin terminar de llover, no me gusta -O sí...¡¡Estando en casa!!...;)))
B7s
En efecto, Mari, la niebla es "un sí no es".
EliminarYo también prefiero algo más claro, definido, como la lluvia.
Y esto de quedarse en casa... en pleno invierno vale pero ¡¡ahora!! tan cerca el verano... fue brusco el contraste :D Me sentó mal tan de repente.
B7s con sol.
En principio, me gusta cualquier forma de presentarse la vida, cualquiera de sus caras me sorprende y me maravilla. eso si, mientras no se ponga pesada.
ResponderEliminarLa lluvia, el viento, la niebla, la nieve, el sol, calquiera de estos días puede ser magnifico y sorprendente, ahora muchos días seguidos cansa.
Tus textos si que no me cansan.
Un abrazo.
Me pasa como a ti, Tetealca. Cada manifestación de la naturaleza es preciosa pero si se prolonga cualquiera, sea calma o tormenta, sol o lluvia, termina cansándonos la rutina, es cierto.
Eliminar;D Como te cansaría leerme a diario :D pero gracias por el cumplido, majo :)) Hoy, con tus palabras, se ven colmadas las necesidades de mimo de mi "ego" ;)
Abrazote de día soleado en la sierra madrileña.
Parece que no soy la única que se ha ensombrecido de este nuevo aliento gris. Lo has descrito de una forma tan bella, te lo digo muchas veces pero es que me reconforta leerte, es como si tuvieras un diccionario de palabras balsámicas que combinan perfectamente.
ResponderEliminarLas ventanas, efímeras pizarras de cristal gris donde niños encerrados soplan y dibujan siluetas troqueladas, animales inexistentes,
estrellas de fantasía.
Muy Machado, mucha nostalgia, mucho amor por lo que has escrito.
Beso grande entre la niebla suave Framboise :)
:) ¿Sabes, Patricia? La región parisina (donde me crié) es tierra de bosques de caducifolios y de niebla pertinaz en otoño. Y como me he acostumbrado al sol pues... eso ;) cada vez que aparece aquí... me invade la nostalgia (o me sale de desde dentro) y la Mélancolie de Duteil es su banda sonora.
EliminarY he sido (y sigo siendo :D) una niña que sopla en los cristales para dibujar. Como muchos ¿no? ;)
Besos con más sol que niebla. :))
Buena semana...Volveré:))
ResponderEliminarUn beso.
:D No sé lo que pasó pero cuando respondí a Patricia, no estabas aquí Laura :D
EliminarO fue por la niebla ;) y se mezclaron las palabras.
Pues qué pases una semana fantástica, disfrutando del Atlántico, de Oporto y del oporto a partes iguales jeje pero insisto ¡ojo al cruzar la calle!
Y por supuesto estaré pendiente de tu reportaje. Oporto una ciudad muy bonita también aunque la recuerdo muy cansada con tantas cuestas (preciosa la estación en azul :))))
Besos y hasta pronto.
Me gusta la niebla, excepto en viajes por carretera. Me hace ejercitar la imaginación en busca de todo lo que esconde, contornos desdibujados, líneas difuminadas, misterio, romanticismo. Cuando desaparece la niebla, encuentro en la naturaleza una explosión de color, los azules, los verdes, los amarillos, avivados por rastros de humedad, me parecen más vivos, más radiantes.
ResponderEliminarBesos otoñales
:D ¡¡Mira si había niebla por aquí que no te vi llegar!! ;)
EliminarSi una preciosidad... cuando desaparece y vuelven a lucir todos los colores del arcoiris ;)
Besitos al Viento :))