martes, 27 de agosto de 2013

¡¡¡Las encontré!!!

                                                                                     Aciano  (Centaurea cyanus)               de la red

Ya sé que casi termina la estación veraniega:
están los fascículos en los quioscos (ya he visto de "Ganchillo fácil" y "Pastelería creativa" lo digo por si interesa a alguien); también están las prendas de abrigo en los grandes almacenes.
Y también la vuelta al cole y sobre todo el famoso "síndrome post-vacacional" están en boca de muchos también.
         
    Pero por fin:
                            ¡Encontré a las hadas del verano!

Y ya imagino vuestras preguntas:
"¿Cómo son? ¿Cómo son? ¿Dónde viven? ¿Qué hacen?"

Pues a diferencia de sus hermanas de las otras estaciones que más o menos llevan uniforme, las hadas del verano son todas muy distintas y creo que fue lo que me despistó cuando empezó el verano:
Recordaba vagamente a unas con quienes jugaba en los campos de trigo de mi infancia, con sus cortas túnicas del color de las espigas maduras, estrellas azul cielo de aciano prendidas en su pelo rubio o tostado, grandes margaritas blancas entre los brazos y rojos pendientes de cerezas en las orejas. Cibeles en miniatura. Añoranzas.

Y como donde vivo ahora, no hay trigales... pues eso: me despisté.
Así que, siguiendo vuestros buenos consejos, volví a mirar... Y encontré muchas. Muchísimas.
Y duendes también. (Sí, en mi mundo mágico también existen duendes de cada estación: en otro momento os hablaré de ellos)
Pues sí, hay muchas hadas del verano...Y es más... creo que en esta estación se multiplican, salen de todas partes como pequeños insectos voladores. Enjambres de abejas responsables...


                                                                                                                                                            
... o vuelos erráticos de libélulas pululando por ahí y rara vez quietas.


                                                                                                                                                          

 Miríadas de seres diminutos que se desplazan sin descanso.
(¡Ojo! No las confundáis con los mosquitos, moscas, mosquitas y moscones muy corrientes también en esta estación, y dejad que se os acerquen los duendes y las hadas.)


La primera que encontré es muy pequeñita y discreta.
Y seguro que os encanta.
Siempre vuela con una bolsa en bandolera llena de arena dorada de estrellas. Y las va soplando silenciosamente encima de los párpados de los mortales. Suele aparecer después de la comida estival con tinto de verano...o con cervecita bien fría...Esperando el colofón de la gran sonrisa de sandía.... y el cafetito con las conversaciones que languidecen... Y aprovecha nuestra tendencia a tumbarnos cómodamente a la sombra del nogal o el olivo o en la penumbra del sofá para revolotear alrededor nuestro, dejando otra sonrisa... relajada... en nuestros labios... shhhh...
Estoy segura de que la conocéis todos: es el hada de la siesta.
Y era lógico que fuese la primera en aparecérseme pues de todos es sabido que en Sueño y en Verano, es como mejor se ven a las hadas.

Y lo confieso: así es cómo las vi, desde aquí.

   
                                                                                                                                                        

A otra, la encontré lejos de aquí y me susurró su nombre al oído.
Un nombre fácil de traducir, memorizar y pronunciar a pesar de estar en un idioma incomprensible para mí.
Vive rodeada de ranas de madera que croan sin cesar y no muy lejos de una isla que tiene forma de corazón.
Pero no diré donde: cada uno tiene que encontrar Su isla mágica, Su ilusión secreta.
Y también era lógico que apareciese allí: pues, sí bien la primavera está considerada como la estación del nacimiento del amor, en verano es cuando más florecen los ramos nocturnos de sus fuegos festivos.
Es la época de las celebraciones de las cosechas (el 1º de agosto, según nos cuentan los celtas.)
Sea la cosecha escasa o abundante, siempre es una alegría.

Como os comenté, entre las hadas encontré a unos duendes también:
Unos, con sonrisa pícara y churretones de helado... Otros, mirando pasar a la gente, disfrutando sentados en su silla de enea, en la acera, cada atardecer... Otros, revoloteando de flor en flor con alas irisadas de efímera mariposa... Otros, paseando a la orilla de los lagos, oteando el cielo y sonriendo a las estrellas...


                                                                                                                                                           
...Volviendo a mis hadas: vi a otras, aparentemente más quietecitas: viven en árboles de vetas cálidas de madera pulida o se pierden y se encuentran entre las hojas de otros sueños. Y otras cantan, atareadas debajo de otras hojas, verdes:
verde-flor-de-brécol, verde-pasto, verde-promesa-cumplida-de-huerto...

                                                                                                                                                            
Son todas diferentes: unas huelen a relajante aceite de coco o de zanahoria, otras a aires marinos, otras al sano sudor del esfuerzo campestre; unas brillan como triángulo de verano, otras como bulliciosa discoteca; unas andan heladas de aire acondicionado y otras, aplastadas de calor, bebiendo horchata, granizado de limón o café con hielo.

Son todas distintas y sin embargo todas tienen en común su infinito amor al sol, su culto al calimocho o a la clarita con limón, sus risas y sus silencios, su vivir a deshora, entre paréntesis, el cuerpo y la mente ligeros de ropa y de equipaje (por mucho que arrastren  maletas o pesadas mochilas).

He tardado mucho en verlas este año. Pero las encontré.
Quizá por haberme esforzado en la asignatura de Herbología... Será esto seguramente pues, como dice mi amiga Vicky: "El agua de aciano es muy efectiva "para calmar las irritaciones oculares y sirve para fortalecer, aclarar y conservar la vista."
O quizá por haber buceado en grimorios que nos hablan de filtros de flores que hay usar en decocción sobre los párpados para poder mirar las estrellas lejanas a los ojos.

Ya me voy más tranquila: podré disfrutar de charlas con algunos de los duendes y hadas del verano... hasta que se retiren para recuperar horas de sueño; porque lo que más les gusta, ya lo sabéis, es trasnochar... y los fuegos artificiales.
Hasta que tomen el relevo las de otoño o sus duendes.

Sí. Dentro de poco, me voy otro ratito. Os dejo de nuevo. Pero es un ratito. Es un ratito nada más, os lo prometo: las hadas y los duendes del verano me llaman desde la arena y las olas: "¡Ven! ¡Ven!" ...
No me puedo resistir a su embrujo... ¿Me entendeis, verdad?...
Y "re-bolero-que-ando" (sí, ya lo sabéis: me encantan las palabras inventadas; y los boleros), yo les contesto por supuesto:
                      "Si tú me dices ven, lo dejo todo..."


                  ¿Son o no son brujos del verano, ellos también?... ¡Ay!...


Pompita con agua de cebada, fresquita.
O limonada, fresquita también.
O una tacita de gazpacho.
O lo que queráis.
Hoy, os doy a elegir:
digan lo que digan en la tele, todavía es verano entre mis pompitas.

Besos y sonrisas.  Y nos "vemos" a la vuelta.

.

22 comentarios:

  1. Mi desayuno de hoy es mas dulce, al café con leche con avena se han sumado tus hadas y duendes juguetones y traviesos.
    Que bonito ver la vida como un cuento fantástico y traducir lo mas banal al lenguaje de la ilusión como tu lo haces.
    Pásatelo bien, descansa, y disfruta de ese mar y esa arena y vuelve...vuelve trayendo los aromas mas frescos y mas dulces.
    Besitos Framboise

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    1. :) La hora del desayuno es una hora mágica para mí también (con o sin duende). Otro día te cuento mi adicción al desayuno ;)
      Supongo que volveré pero no sé lo que me traerán las olas este año ni sé si me contará algo la arena: lo fascinante del mar es que nunca te ofrece el mismo paisaje.
      Besitos, Clara. Y sonrisas. :)))
      (seguro que tienes hadas en tu madera ;)

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  2. También te deseo que disfrutes y que te diviertas mucho estos días que estés en la playa, aunque tengo la sensación de que te recreas y complaces en todos los lugares en los que estás habitualmente... :)
    Sabes, cuando escribí sobre la polilla pensé en uno de tus últimos post, pensando que habías caligrafiado sobre estos pequeños seres enigmáticos... pero más tarde comprobé que habías autografiado a una pequeña luciérnaga que encontraste en tu vergel jaja.
    Me agrada descubrir el poder y la magia de la naturaleza desde tu visión y tus sensaciones, siempre son amables y armónicas.

    un abrazo

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    1. ¡Ay! Esil... la caligrafía... Depende de muchas cosas y sobre todo de la elección del lápiz. Me gusta escribir con mi "lápiz-tigre", alternando con rotulador lavanda y rotu verde también... pero a veces escribo con el lápiz blanco que no es nada armónico :(
      Y cualquier soporte me sirve: tiene que salir lo que hay dentro.
      Y cualquier lector puede interpretar a su manera la luz verde mágica de la luciérnaga, o grís de lo prosáico del momente o... el enigma de las polillas que revolotean en tu casa ;)
      Lo que existe siempre por encima de todo es nuestro maravilloso libro de la Naturaleza... mágico o prosáico. ¿no?
      Un abrazote. :)

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  3. Disfruta, Fram!!!

    Por cierto, algunas de ellas se dejan ver de las formas más curiosas. Y si no, mira, mira, jajajaja...

    http://3.bp.blogspot.com/-5kMemg0zh4E/UV8Dkjpga7I/AAAAAAAAB0M/2rS1-GHaNIg/s1600/mujerArbolIIG.jpg

    Y ojo, que miraba la info de la foto y no es un montaje.

    Un besazo

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    1. :) Gracias, Valaf! :)
      Y doblemente: por tus buenos deseos y por la foto. Una foto donde se aprecia el ojo del fotógrafo. Seguro que es un duende especial con gafas especiales para ver hadas donde otros no verán más que madera con hojas.
      Ya conocía este árbol bailarín; y es más... bueno... en otro momento te cuento: ahora no tengo tiempo: estoy de preparativos jejeje
      Besotes para los dos y feliz vuelta a la rutina. :)

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    2. ;)) ¡¡Están en la terraza!!...Me da, sin embargo, que mis tres chicarrones las espantan cuando se lían -y se pican- a hacer el bestia con la gimnasia...jaja.

      ¡¡Feliz descanso, Framboise!!
      B7s...;))

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    3. :)) ¡Tienes en la terraza hadas (¿en las jardineras? ;) y también duendes-trasgos! ¡qué bien! :D:D
      B7s, ¡guapa! :)

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  4. Jo, has hecho una entrada preciosísima. De verdad, preciosa!!!
    Y sí, el otoño llega con los coleccionables.
    Besos
    PD. Buscaré hadas

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    1. :D ¡Los dichosos coleccionables! :D:D
      Siempre me producen desazón al principio, como si fuese un bicho raro por gustarme más septiembre que agosto pero llego frente al mar y me doy cuenta de que a las olas y a mí... nos da igual. :D
      Busca, busca ;) En realidad, no es tan difícil encontralas: cuestión de gafas, como siempre ;)...
      Te doy una pista para encontrar más, siguiendo un hilo de princesas o de hadas... "un fil" o Phil...: Philippe Lechermeier ;)
      Besos y sonrisa lectora.

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  5. Aterrizo por aquí en un breve paréntesis para celebrar que te hayas reencontrado con tus hadas veraniegas y con los duendes. Te han soplado una entrada dichosa y muy refrescante.
    Yo en estos días las veo en todas partes bajo todas esas formas en las que te las has encontrado. Aún no quiero pensar en el inicio del nuevo curso, aún me quedan olas por navegar y helados esperándome.

    ¡Nos vemos en la cresta de una ola!

    Besos y pompita de agua de mar.

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    1. :) ¡Disfruta, Jara! Yo pienso hacer lo mismo en breve, muy breve. :))))

      Besos y hasta que la ola me vuelva a traer entre riscos de la sierra :)

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  6. Elijo limonada y elijo un mundo mágico! Quedan días para septiembre, y la tormenta parece acercarse, el tiempo se vuelve más gris y frío, pero tus hadas y tus sonrisas han dado sol una vez más al verano que aún no acaba, quién sabe, igual las hadas se quedan y nos acompañan un poco más para iluminarnos.
    Preciosas fotos,por cierto, un abrazo fuerte!

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    1. :) ¡marchando una limonada con hielitos mágicos, para la mesa "238"! ;)
      Sol y olas es lo que voy a buscar: queda verano todavía. Aunque no me disgusta la lluvia y la tormenta en el mar: el mar es siempre precioso. :)
      Un abrazo fuerte para ti también, Patricia y una sonrisa. :)

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  7. Es la primera vez que visito tu blog y me encuentro con un post adorable y magico.
    Ya me voy a buscar hadas.
    Felices vacaciones!!
    Jorgelina

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    1. :) Bienvenida, Jorgelina :)
      ¡Busca, busca! es muy refrescante hablar con ellas.
      Ya se acabaron las vacaciones... :( pero al regresar al mundo conectado nos esperan otras cosas :) de momento, saludar a la gente conocida y por conocer y cotillear sus casitas ;)
      Un abrazo

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  8. Bueno, que verano mças bien aprovechado. No todo el mundo tiene el don de poder ver y hablar con las hadas y duendes del verano, para ello hay que querer verlos con mucha fuerza e ilusion y estar en el sitio adecuado.
    muy bonito, estoy deseando que llegue el otoño.
    Un abrazo.

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    1. Sí, fue variopinto mi verano... pero mis hadas madrinas me otorgaron el don de la ilusión y el tesón... aunque no siempre el del sitio o el momento adecuado.
      A mí también me gusta el otoño. :)
      Un abrazo hacia tu castillo, tetealca. :)

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  9. Espero que tus variopintas hadas de verano te sigan acompañando y no te dejen en paz... ¡Ay, la de la siesta! Esa es, para mí, de las cuatro estaciones...
    ¡Besazos, Fram!

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    1. Como le comentaba a tetealca, efectivamente fueron variopintas las hadas este verano y paz... hubo poca. Salvo los momentos otorgados por tu hada preferida :D que a mí, me visita sólo en verano.
      Besotes grandes, LuisMi.

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  10. Bufff, para ganchillo estoy yo, no tengo tiempo casi ni de respirar.

    Espero y deseo que hayas tenido un verano genial en todos los aspectos. Me voy a poniendo al día en los blog amigos.

    Besicos.

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    1. :) Respira, ana, respira por favor. :)
      Y el ganchillo puede esperar.;)
      Gracias por tus buenos deseos. Fue tutti-fruti mi verano pero pronto empieza el otoño, mi estación favorita. :)
      Besicos

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