Hace poco nos dejó un hombre grande que revolucionó el mundo de la música con su guitarra y recordando
a otro grande del mundo musical que revolucionó con sus letras, me vinó
a la mente esta canción suya que quiero compartir con vosotros hoy.
La Parca, que nunca me ha perdonado
El haberle tocado las narices con mis flores,
me persigue con un celo imbécil.
Entonces, acorralado por los entierros
me pareció oportuno poner al día mi testamento,
regalarme un codicilo:
Moja en la tinta azul del Golfo del León,
moja, moja tu pluma, viejo notario mío,
y con tu más bella caligrafía,
apunta lo que tendría que pasar con mi cuerpo
cuando mi alma y él no estén ya de acuerdo
más que en un solo punto: la ruptura.
Cuando mi alma haya levantado su vuelo hacia el horizonte,
hacia la de Gavroche y de Mimi Pinson,
las de los golfillos y las modistillas,
que hacia el suelo natal mi cuerpo sea traído
en un coche-cama del "Paris-Mediterranée",
última parada en la estación de Sète.
Mi mausoleo familiar, ¡qué pena! no es muy nuevo;
vulgarmente hablando, está lleno como un huevo
y si espero que alguien salga
se puede hacer tarde y no puedo
decir a esta buena gente: "Apretaros un poco"
o dicho de otra forma: "¡Sitio para los jóvenes!"
Justo a orillas del mar, a dos pasos de las ondas azules,
escarbad, si es posible, un agujerito confortable,
una casita, pequeña y buena,
cerca de mis amigos de la infancia, los delfines,
a lo largo de esta ribera de arena tan fina:
en la playa de la Corniche.
Es una playa donde, incluso en sus momentos furiosos
Neptuno jamás se toma muy en serio,
donde, cuando naufraga un barco,
el capitán grita: "¡A bordo mando yo!
Sálvese quien pueda, el vino y el "pastis" primero,
cada uno con su damajuana y ¡valor!"
Y es allí donde, tiempo ha, cumplidos los quince años,
a la edad en la que jugar solo ya no basta,
conocí el primer amorío,
con una sirena, una mujer-pez,
recibí del amor la primera lección,
tragué la primera raspa.
Con todo respeto hacia Paul Valéry,
yo, humilde trovador, insisto;
Que el buen maestro me lo perdone,
y que por lo menos, si sus versos valen más que los míos,
y que por lo menos, si sus versos valen más que los míos,
mi cementerio sea más marino que el suyo,
y que lo entiendan los autóctonos.
Esta tumba, envuelta entre el mar y el cielo,
no dará una sombra triste al ambiente
sino un encanto difuso:
las bañadoras la usarán de biombo
para cambiarse, y los niños
dirán: "¡Guay! ¡un castillo de arena!"
Si no es mucho pedir: en mi pequeña parcela
plantad os lo ruego, una clase de pino,
preferentemente pino-parasol:
sabrá proteger contra la insolación
a los buenos amigos venidos hasta mi propiedad
para saludarme cariñosamente.
A ratos, venidos de España o a ratos de Italia,
repletos de perfumes, de músicas bonitas,
el mistral y la tramontana,
sobre mi último sueño verterán ecos
de villanella un día, un día de fandango,
de tarantela, de sardana.
Y cuando, usando mi colina a modo de almohada,
una ondina venga amablemente para dormitar
con casi nada de ropa,
de antemano le pido perdón a Jesús
si la sombra de mi cruz se tumba un poco sobre ella
para una pequeña felicidad póstuma.
Pobres reyes faraones, pobre Napoleón,
pobres grandes desaparecidos yaciendo en el "Pantheon",
pobres cenizas importantes,
os dará un poco de envidia el eterno veraneante,
que pedalea en la ola, soñando,
que pasa su muerte de vacaciones.
Os dará un poco de envidia el eterno veraneante,
que pedalea en la ola, soñando,
que pasa su muerte de vacaciones...Pompita soplada hacia los dos,
Paco de Lucía y Georges Brassens,
dos maestros, cada uno a su manera,
grandes e inolvidables.
Los dos se fueron en su sesentena, demasiado pronto; pero, y como decía Brassens en otra de sus canciones, hablando de los amigos:
"Su agujero en el agua, jamás se cerrará."
Bellísimo homenaje, Fram. Además, es todo un detalle eso de la traducción de la letra; letra que en sí misma es un poema.
ResponderEliminarUn besazo!!!
Efectivamente, hay agujeros que, incluso en el agua, nunca se cierran.
ResponderEliminarLos grandes permanecen.
Precioso Fram...Los grandes nunca se van, nos dejan su música para que soñemos que siguen estando aquí !!
ResponderEliminarGracias por traducirla.
Buen martes.
Un beso.
Mal año par los artistas consagrados: Felix Grande, Georges Brassens, Paco de Lucía, Alain Resnais.
ResponderEliminarCuando el mundo se debilita y ofrece su peor cara, es lógico que los iluminados abandonen.
Muy sentido y bello homenaje.
Un abrazo.
Framboise, me da que es tan sentida la letra y delicada la traducción, que no sé qué añadir sin llegar a estropearlo...¡¡Exquisito!!
ResponderEliminarB7s...;))
Pero qué preciosidad de entrada.
ResponderEliminarEl mundo se ha quedado un poquito más silencioso. Y es una pena.
Besos
Menos mal que los grandes nunca mueren. Paco de Lucía no tocaba la guitarra, cantaba a través de ella...
ResponderEliminarPrecioso homenaje para dos artistas con mayúsculas.
Un besazo Framboise
Bonitos versos.
ResponderEliminarBonito deseo el de Brassens de descansar así junto al mar. Muchas gracias por la traducción, es realmente preciosa la letra de esta canción.
ResponderEliminarNos quedan sus grabaciones para seguir disfrutando de estos dos grandes maestros de la música. Un bonito y sentido homenaje.
Besos
Hubiera sido impagable una versión de "Trompettes de la renommée" interpretada por estos dos artistas.
ResponderEliminarValaf, mariajesús, Laura, Juan, Mari, Mientras Leo, Clara, jordim, Jara, diego
Eliminar:) Lo mismo que Paco de Lucía era un virtuoso con su guitarra, Brassens lo era con las palabras. Y es un reto y una osadía el traducirlas. (pero soy yo una atrevida con este tema :D ) Traducir es un arte y una gran responsabilidad: se pueden desvirtuar las intenciones del texto o su poesía por torpeza.
Como él mismo dice, espero que "Le bon maître me le pardonne."
Y sí... muchos grandes se van pero también siguen naciendo niños a pesar de la locura de este mundo y prefiero pensar que entre tantos, seguro que hay futuros genios de la guitarra, de las letras o de lo que sea. ¿no?...
Nosotros tenemos la gran suerte de vivir en una época de tecnología que nos conserva la magia del sonido y por eso, para nosotros, no se van del todo. ¿verdad?
Abrazotes a todos y cada uno.
PS Diego, no me provoques, no me provoques :D (de hecho, tengo a medio hacer la traducción de "Las trompetas de la fama" desde hace tiempo :D Es genial!!!... bueno... como todas ;))
El hombre se va, el legado permanece. Esa es la premisa que todos aplicamos cuando se nos van nuestros seres queridos, amigos, conocidos...
ResponderEliminarBss.
Muy cierto Mar...
EliminarBesetes :)
Cuando sea el momento, yo también quiero una tumba envuelta entre el mar y el cielo.
ResponderEliminarQué hermosa, Fram, esta letra nunca se irá.
Besos grandes y gracias por compartir maravillas.
Pues a mí, esto de estar encerrada aunque sea a orillas del mar y el cielo, no me atrae. Procuraré que me soplen al aire para seguir viajando.
EliminarGracias a ti, Patricia, por disfrutarla.
Besosss
La única revolución es intentar mejorar uno mismo esperando que los demás también lo hagan.
ResponderEliminarG. Brassens
Lástima por todas las despedidas que en los últimos meses hemos sufrido. Son las más dolorosas.
un abrazo
De acuerdo con Brassens (como no!) pero con algunos "demás" no es suficiente esperar :(
EliminarCada día se va alguien importante, conocido o no, Esil. Pero si los recordamos, se van un poco menos. ¿no?...
Un gran abrazo para ti y los tuyos. ¡Ánimo! Y pronta recuperación.
Ha sido una gran alegría conocerte personalmente en un espacio tan reivindicativo y popular como el de esta mañana soleada en el Paseo de Recoletos. Hasta los dioses de la meteorología se han puesto de nuestro lado. Besazos, Framboise.
ResponderEliminarPues sí, koncha :) Una mañana doblemente soleada y con la alegría de comprobar que la cultura tiene tirón a pesar de... este invierno en el que nos quieren congelar.
EliminarBesotes grandes para todos :))
Gracias a tu traducción de la canción de Braseens he podido ententerla y saborear su letra tan exquisita.
ResponderEliminarEl día que me llegue el momento de partir yo también quiero algo parecido.
Besos un poco tristes
Me alegra que te haya gustado la canción, Viento de lebeche. :)
EliminarPero no me gusta el haberte entristecido...
Besotes grandes grandes y nos vemos pronto ;)
Bellísima entrada. Hacía mucho que no pasaba por aquí y por ningún lado. Pero he retomado muchas cosas y esta ha sido muy reconfortante y placentera.
ResponderEliminarSaludos!
Me alegra que te haya gustado Brassens, Eva :)
EliminarUn saludo.