martes, 19 de julio de 2022

Recuerdos particulares y gatunos


 Hay gente (mucha) que mide su recorrido no con la suma de años sino con sus recuerdos y no te dicen: 
“Fue en el año 1988” sino por ejemplo con… sus diferentes casas “ Fue el año que nos mudamos a la calle X ¿Recuerdas?...” 
O bien con sus coches “En esa época tenía yo el X verde de segunda mano…” 
O bien con sus años de estudio: “Estaba yo en segundo de EGB (¿cómo lo dirán ahora?...) 
O bien : “Estaba yo con las prácticas” 
O por sus conquistas: “Ocurrió cuando salía con María (o con Pablo)” 
O por sus hijos “Fuimos cuando la mayor entró en el instituto” o “Esto ocurrió cuando el pequeño perdió su primer diente” 
Todos tenemos nuestros calendarios privados y a veces muy particulares…  

Y yo también. Los anteriormente citados… 

 Y otro: mi calendario de Gatos. 

Desde lo más lejos que recuerde siempre ha habido un gato en mi vida: 
De la primera gata en realidad no recuerdo más que los recuerdos de mis padres: era como mi nodriza, siempre al lado de mi cuna vigilándome desde el sillón. Y no fallaba nunca: en cuanto empezaba yo a moverme o a hacer ruiditos, se iba donde estuvieran mis padres para avisarlos: no existían los “chivatos actuales” con pilas pero ella era igualmente eficaz. 
Y su numerosa prole de años en años, fueron mis primeras muñecas que me enseñaron, mejor que cualquier parrafada adulta, que sólo con el respeto te respetan. Y sólo con tu experiencia aprendes. Nunca me tuvieron que decir. “No le tires del rabo o te arañará” Tiré una vez y aprendí que era mejor no hacerlo…(Normal: a mí no me hubiera gustado que alguien me tirara de los rizos. ) 

Hubo muchos gatos en mi infancia y en mi adolescencia: siguiéndome en mis paseos por el campo como los perros, tumbados entre libros en una mesa de estudio, en todos los acontecimientos familiares, como uno más de la tribu. 
De la mayoría de ellos de esa época no hay fotos. 
Pero de algunos sí: una gata, que no satisfecha con amamantar a sus pequeños, también daba cobijo calentito a un pollito abandonado. 



O de ése, tan blanquito que quedó en los anales familiares por su vicio en ir a frotarse con las bicis y sus cadenas pringosas: el único que he conocido y he visto disfrutar con el champú y la ducha casi semanal (que casi estoy convencida que él provocaba intencionalmente… Era blanco y no debía gustarle su color…)  
(como a mí tampoco me entusiasma esta foto pero es la única que tengo del gato ciclista)



También hubo otros gatos, de aquí… pero ya lo dejo para más adelante ;) 
                                                                                         continuará...

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Pompita gatuna

4 comentarios:


  1. Que cierto es lo de los recuerdos.
    Que belleza de gato y foto linda con el pollito. Sería por ese delicioso baño por lo que le gustaba essuciarse. Me gustan los gatos y es desde que tenemos este último huerto. Salen a recibirnos en cuanto oyen el coche y a restregarse en nuestra piernas. No soy amiga de tenerlos en casa.

    Parece que estamos más tranquilos con el fuego, al menos por aquí porque lo hemos tenido al ladito . El humo nos venía de Candelario y había que tener todo cerrado. Esperemos que no se reavive, fue por un rayo.
    Cuanta tristeza ver lo que está pasando. Víctimas que se podian haber evitado, pérdidas de animales y daños incalculables que tardaran años en volver a ser coco antes. Como a todo canalla que lo provoca le dieran un buen escarmiento se lo pensaba la próxima vez. También da pena ver lo abandonado que está todo, hay camimos y trochas por aquí que no se puede pasar por ellas.
    A pesar de que el tiempo no ayuda mucho esperemos que se puedan ir apagando. Los que están en ello tienen que estar completamente agotados. Agradecidos tenemos que estarles
    Buena noche Fram.
    Un abrazo 🤗

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    1. Es curioso lo de los gatos: o lo quieres o no; no hay actitudes intermedias. Para mí, siempre han sido unos momentos de mi vida. Y aún así me acuerdo de ellos con más motivos que de los años pasados. No eres de tenerlos en casa y yo, lo único que les prohíbo es de subir a las camas. Nunca han entrado en las habitaciones.

      Ya seguimos los incendios por la tv y nos estremecemos de tanta desgracia... Tu entrada lo ha dejado muy claro.
      Tengo varias personas de mi entorno familiar que han sido bomberos y están aterrados de ver las imágenes en la TV. Y es lo mismo en el resto de Europa: la zona de mis padres (Las Landas) está de pena...
      Un abrazo, Laura... todo pasará.

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  2. Es muy bonito tener recuerdos asociados a lugares, personas, épocas o cosas. Entre mis lugares "recordatorios" de momentos muy felices o no tanto están Tánger, la finca de mi abuelo y Mayrena. Personas hay muchas, y épocas también. Entre las cosas, mis bicicletas :) Cada una tiene su nombre, su personalidad y sus recuerdos asociados. A lo que nunca asociaré ningún recuerdo es a los gatos. Sabes que no soy gatero ¡miau! :)

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    1. ¡¡Ay!! Con tus bicis : me acuerdo de ellas... una se llama M2 y está casi jubilada y otra "la sin nombre" que pasó a llamarse (creo) la Corneja (a no ser que la volvieses a nombrar de otra forma...)
      Y ya sé que no eres gatuno :D ... "Nadie es perfecto" :DD (frase de cine... :D)

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