martes, 6 de noviembre de 2018

Y el viaje continúa... 5

... En el reparto de tareas de las Hadas trotamundos, les había tocado cuidar de la Naturaleza libre, alimentando con los secretos que la tierra subterránea les había entregado, al pequeño arroyo y la exuberante vegetación que lo escondía a los ojos de los mortales .
Y las ninfas, entusiasmadas con su suerte, se pusieron manos a la obra...                                      

Pero pasados unos meses... 

Manchada de barro pringoso, rodeada de inmundicias hasta las pestañas y tiritando de frío, miedo e incomprensión, se encontró varada en un rincón, aturdida, asustada y presa de sentimientos inexplicables...


Todo empezó en el subsuelo eléctrico y agotador de una tarde de final de verano... Después de unas noches enfebrecidas de música, rumorosas de las alas de faldas floridas y sombreros de paja que a su alrededor bailaban sudorosos; después de noches entregadas a las estrellas y ajenas a la tormenta que se avecinaba, a lo lejos un relámpago como una premonición, había desgarrado el cielo con su pico de ave, sin más demostración de futuro que una luz cegadora y muda, pronto olvidada...


Pero, de repente, un espíritu maligno transformó los cascabeles de las risas de las hadas Plic en tambores de Ploc, seres indomables y destructivos. 

Arrasaron con todo: gentes inocentes o no, casas humildes o lujosas, coches de cualquier color, marca o tamaño, cultivos a punto de dar sus frutos, derrumbando puentes y pasarelas, arbustos silvestres y árboles centenarios, anegando todo el paisaje y vomitando desolación.
Poco subsistía del paraje risueño donde, no hacía tanto, todos se bañaban despreocupados, donde los niños perseguían cangrejos tímidos en el fondo de sus escondrijos, donde a la noche los grillos tomaban el relevo de los pájaros, rivalizando de alegría, donde trenes blancos y camiones multicolores transportaban ilusiones y trabajo de pueblo en pueblo en unas carreteras ahora inexistentes. 
Con el paso de los días, como si se tratase de la maldición ineludible de un cielo despiadado que les habría echado mal de ojo, las Ploc caían más numerosas y violentas... Parecía que unas brujas enloquecidas las empujaban en un recorrido crecido e incontrolable, tumbando sin miramientos cualquier huella humana a su paso y sembrando tristeza...
A ratos, un sol impotente pugnaba por salir y ayudar a secar el paisaje desolado y el alma encogida de pena de la gente que deambulaba entre las ruinas, sin rumbo, en silencio y con la mirada perdida, oteando el cielo...

Manchadas y arrugadas sus alas de hada Plic y tiritando de agotamiento entre los desechos, una gota de agua se apartó con esfuerzo de los plásticos y el aceite irisado de los coches volcados que la retenían en la orilla. Se elevó en una ráfaga de aire y recorrió el entorno devastado, abrumada... Empezó a sacudir la memoria de unas cuantas Ploc que, al recordar sus raíces de agua sana y el porqué de su existencia, se retiraron, apesumbradas.

Poco a poco, todas recobraron el camino de su cauce habitual; el viento cayó  y amainó la lluvia... 

Pero tiempo tardarían los riachuelos contaminados en cantar de nuevo con voz limpia, brincando alegres sobre rocas cubiertas de musgo o besando las orillas doradas de sol...
    
                                                                                            continuará...
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Pompita de agua.
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10 comentarios:

  1. Te nombraría enseñante de meteorólogos, hada azul de las isobaras y tus predicciones ocuparían el tiempo dedicado a Messi, Ronaldo, políticos "trincones"y demás fauna en los telediarios.
    Me sigue gustando.
    Besos.

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    1. Y yo te voy a llamar Juan El Exagerado :DD
      Aunque...todo bien pensado... aceptaría el cargo siempre y cuando el sueldo fuese a la altura del suyo :D
      Y a mí, me sigue gustando tenerte de lector de mis hadas aunque estén tristes como éstas últimas.
      Besos amigo Juan.
      Ps tengo retraso de lecturas pero espero poder pasarme pronto. ;)

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  2. Juan tiene razón Fram, serían unas prediciones que ganarían audiencia.
    Espero que este loco tiempo no cause de momento más tragedias que bastantes daños ha causado ya. Triste lo que hemos visto esos días, y deseo que Plic y ploc se moderen.
    Bonito relato
    Besos.

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    1. Sí... a veces se pasan en efecto. ¿O será que se cansan del ambiente nada propicio y quieren borrar nuestra presencia de un terreno que consideran sólo suyo? Incomprensibles e incomprendidas.
      Esperemos que se calmen por una parte; y que los humanos reconsideremos la parte que nos toca también. Y que no tarde en recuperarse el paisaje.
      Besos, Laura. :)

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  3. Tus bellas hadas parecen haber sufrido las consecuencias del cambio climático,o algún conjuro del primo meteórlogo de uno que yo me sé.

    Framboise, es que tus hadas se han vuelto alocadas, despiadadas, y hasta parece que poseidas por el despilfarro compulsivo. Ahora nada y ahora mucho de plic y de ploc.

    Una manera preciosa de contar estas lluvias torrenciales que tanto destrozo han causado y sobroe todo las vidas que se han llevado.

    Madrid se ha librado, no sé, es como si las hadas pasaran de largo por la Capital.

    Tampoco nos visitaron las Hadas Nevadas, para mi disgusto, y eso que nevó hasta en Alicante.

    Un placer leerte y disfrutar de tu ingenio.

    Besos,

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    1. Algunas razones habrá en efecto para tal cambio y ver tanta destrucción en tantas partes del mundo... Mira que me gusta la lluvia pero... la de las Plic, la lluvia buena ;)
      En Madrid más tenemos que temer su ausencia que también es preocupante. Hace más de veinte años, aquí, a treinta kms de la capital era normal ver nevar cada invierno y hasta estar varios días parcialmente incomunicados fuera del pueblo pero ahora...poca nieve o nada.
      Creo que las hadas están desconcertadas... a ver si podemos hacer algo.
      Y a ver si las próximas mías son más risueñas... Me pillaron las catástrofes con el lápiz torcido.
      Un abrazo, Tesa. :)
      Ps. Veo que tu pc recobró la memoria y me alegra ;)

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  4. Hoy, casualmente o no, porque llueve torrencialmente en Valencia, y no es cosa de salir a nada que no sea imprescindible, leo su entrada mientras escucho tambores de Ploc, esperando vuelvan pronto las risas de Plic. :)
    Saludos.

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    1. Cuando llueve como lo está haciendo estos días, recluirse en casa es la opción más sensata en efecto (siempre que se pueda). Tampoco se está mal viendo "desde la terraza". Y aprovechando para leer, escuchar música y meditar...
      Un abrazo, Dlt y una sonrisa matutina con sol aquí.

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  5. Un relato realmente bello. Una prosa poética que invita una y otra vez a releer el texto para sacarle todo su jugo.
    Unas hadas locuelas danzando bajo la lluvia.
    Me encanta la lluvias buenas como a ti.
    Besos

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    1. La lluvia buena, la que cae con buenas intenciones, la que canta y nos mece...pero es tremendo como se puede transformar en poco tiempo en algo mortífero también y recordarnos que estamos aquí de prestado ¿verdad?...
      Gracias por leerme y por tus bonitas palabras, Maripaz
      Un beso y una sonrisa :)

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