martes, 29 de octubre de 2019

Historia de un árbol

Vivía alejado de las sendas forestales
No era en absoluto un árbol de oficio.
Jamás había visto la sombra de un leñador
este gran roble de orgulloso tronco.

Habría conocido días de oro y seda
sin sus vecinos cercanos, de la peor ralea,
unos juncos malpensados, ni siquiera bambúes,
que se entretenían en sacarle de quicio.

Desde por la mañana hasta el anochecer, estos brotecitos
(justo cañas de pescar, apenas mirlitones)
giraban a su alrededor cantando enterita
la historia del roble y el junco.

Y a pesar de ser de madera (entre los robles es lo corriente)
la fábula no le dejaba indiferente.
Ocurrió que cansado de ser blanco de burlas,
se resignó al exilio.

Con esfuerzo, sacó sus grandes pies del alcorque
y se fue, sin darse la vuelta ni poco ni mucho.
Pero yo que le conocí, bien sé lo que sufrió
al dejar su ingrata tierra.

En la linde del bosque, el tenebroso roble
trabó relación con dos enamorados:
"Gran roble, déjanos en ti grabar nuestros nombres."
El gran roble no se negó.

Cuando agotaron su gran mochila de besos,
cuando de tanto besarse sus picos se desgastaron,
escucharon entonces, reteniendo lágrimas,
al roble contando sus cuitas.

"Gran roble, ven con nosotros, encontrarás la paz.
Nuestros juncos tienen educación y nada de insolencia.
Tendrás entre nosotros una agradable estancia
regado cuatro veces al día."

Dicho esto, los tres se ponen en camino
cada enamorado con una raíz en la mano.
¡Qué contento parecía! ¡Qué feliz parecía
el roble entre sus enamorados!

A la puerta de su choza lo hicieron plantar.
Fue entonces cuando empezó a diluirse la magia.
Pues a modo de riego, no tuvo más que la lluvia
de los perros levantando la pata.

Cogieron todas sus bellotas para alimentar a los cerdos,
con su bella corteza hicieron tapones,
con cada sentencia de muerte
a él, en herencia, le tocaba el ahorcado.

Después, esa mala gente, consumados vándalos,
lo cortaron en cuatro tablones y se hicieron una cama.
Y como la horrible harpía tenía un montón de amantes,
envejeció antes de tiempo.

Al final, en un triste día, esa pareja sin ley,
cogió el hacha y lo echó al fuego.
Como madera de caja, amargo destino,
pereció en la chimenea.

El cura de nuestro pueblo, apocado santito,
duda que su humo se eleve hasta Dios.
¿Qué sabrá él? ¡Menudo burro! 
¿Y quién le ha dicho que no hay robles en el paraíso?
¿Que no hay robles en el paraíso?...

 EL  GRAN  ROBLE...........Georges Brassens.

                              https://www.youtube.com/watch?v=4lmtkCaxCXo

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Me reúno a menudo con Brassens. Y cada año por estas fechas, comparto una de esas citas con vosotros.
Este año me apetecía rendirle homenaje a través de un árbol ya que ellos aparecen en muchas de sus canciones y de muchas formas...
Espero que os haya gustado.

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Pompita para todos los enamorados de los árboles...
¡Ojo! Para los verdaderos, no como los de esta canción ;)
.

12 comentarios:

  1. Ese árbol hecho cenizas, ya no podrá hablar de noche con la luna, ni acariciar con sus hojas pajarillos, ni adornará con latido de alas las habitaciones de sus nidos.
    Ni permitirá que los poetas-al igual que Brassens- sigan `plantando árboles en el Paraíso.
    Besos.

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    1. Y para muchos un paraíso sin árboles sería menos paraíso.
      Impensable para mí.
      Un abrazo, Juan 

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  2. Se dice que en esta vida hay tres cosas que cada persona tendría hacer durante su vida... Tener un hijo, plantar un árbol y escribir un libro. Bueno las dos primeras están hechas, lo de escribir ya es más peliagudo, si vale lo del blog, "pos" bueno 😂.
    Triste como engañaron al Gran roble Y sí más que burro el cura, su humo se levantará hasta el cielo.

    Me encantan los árboles Fram y los abrazo, me da que transmiten sensaciones. En el huerto hemos sembrado algunos que viviran más que nosotros
    Buena semana.
    Un abrazo.

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    1. "Tener un hijo, plantar un árbol y escribir un libro" Yo también tengo las dos primeras cosas hechas pero lo del libro... (¿Valdría una recopilación de cuentos de quinceañera?...)
      Con esta intención de dejar algo más hecho, empecé este blog con esta frase precisamente ;)
      A mí también me encantan los árboles y si su tamaño lo permite los abrazo Aunque no todos se dejan jaja Vi en Sicilia uno llamado "palo borracho" (Ceiba speciosa) cuyo tronco está lleno de pinchos poco amistosos. Con este, seguro que los enamorados de la canción no se habrían hecho una cama :D
      Poca cosa más esperanzadora hay como plantar un árbol y verlo crecer...
      Un abrazote y una sonrisa.

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  3. Me ha gustado mucho naf, seguiré mirando otras entradas tuyas y me lo pasaré bien con tus poemas y traducciones.

    Beso Mey.

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    1. Jaja qué gracioso! Te estaba contestando a tu mensaje de "allí" mientras tú estabas aquí ;)
      Cuando quieras, solete. Esta ventana está siempre abierta para las amigas (y más si les gusta Brassens y los gatos :D)
      Un abrazote

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  4. Ya me imagino que abrazas a los árboles :)
    Se lo merecen.
    Hice las tres cosas pero el árbol se murió. El libro está en un cajón y los hijos ya volaron.
    Un saludo.

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    1. Se merecen abrazos y cuidados y mimos pero no el maltrato que le da el hombre tantas veces, tal como denunciaba Brassens, ya hace años.
      Enhorabuena por las tres cosas que hiciste :)
      Puedes sacar el libro del cajón (no es su sitio) y plantar otro árbol: vi ayer que te gustan las castañas con lo cual si plantas un castaño, seguro que los hijos que ya volaron (ley de vida) volverán a posarse un rato para compartir castañas contigo.
      Gracias por tu visita, Alfred y en un rato me paso por tu "casa"
      Un abrazo y una sonrisa :)

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  5. Pues yo ni he plantado un árbol, ni tengo un hijo ni he escrito un libro...
    ¡Pobre de mi!
    Lo único que he hecho ha sido abrazar a los árboles como tú.
    Me fascinan los árboles. Me trasmiten un cúmulo de sensaciones maravillosas.
    Pobrecito el árbol de tu bello poema.
    Solo he sentido alivio escuchando a Brassens.
    ¡Mavilloso!
    Besos.

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    1. No has hecho estas cosas más corrientes, MariPaz, pero plantas sonrisas con ternura a diario en tus escritos (un blog es como un libro: relatos por entrega que los lectores esperan y disfrutan ¿no?...) y cuidas de tus amigos y de tus compañeros de cuatro patas con mucha dedicación.
      Rica de vida MariPaz, no pobre. ;)
      A mí también me fascinan los árboles (prueba de ello los muchos que he plantado y la de veces que hablo de ellos... Soy un poco insistente en este tema :D y con el tema de Brassens también :DD)
      En esto también, nos unió nuestra amiga MariaJesús en su vergel :)
      Un montón de besos y un abrazo con todas mis ramas.

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  6. He plantado más de un árbol, algunos con la pretensión de que pasadas las Navidades y sometidos a luces, espumillones y calefacción, consiguieran remontar con sus raices a la virulé. La verdad es que dejé de comprar árboles vivos para Navidad, pero me consuela que alguno sobrevivíó.

    He tenido dos hijos, y he escritos algunos libros. Ahora retirada ya de mandatos y tareas me dedico a cuidar a los hijos de mis hijos, a leer mucho libros y a admirar los árboles, a escuchar sus murmullos, los toco, los abrazo... y me enrabio cada vez que cortan uno en mi barrio por no cuidarlo. Veo enfermar a la acacias y como nadie lo remedia.

    Qué grande Brassens, que hermosa tu historia.

    Un abrazo,

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    1. No sé de dónde sale este dicho de "árbol + hijo + libro" pero me parece una fórmula muy bonita para prolongar la Vida (aunque existen otras muchas, obviamente: por ejemplo la de protegerlos a todos) y enhorabuena, a ti Tesa, por haber cumplido tu parte para con la Humanidad. :)
      Yo tengo pendiente lo del libro pero a ver si Brassens intercede para que me canjeen (no sé dónde) todos los árboles que planté por un libro de cuentos (de papel reciclado por supuesto :)
      ¡¡Ay!! los árboles de ciudad... me dan pena la verdad y me maravilla su empeño en crecer... ¿de dónde sacarán substancia nutritiva con el subsuelo que les ha tocado en (mala) suerte?... un misterio. 
      Te imagino, cualquier día, cual cierta Tita de tu barrio, encadenada a las acacias de tu calle, con tu nieta en un brazo y protestando con un libro (¡cuál?...) debajo del otro, cantando esta canción (más bien himno)
      https://franpompasdejabon.blogspot.com/2014/07/y-asi-fue-como.html 
      Eso sí, en invierno ya que no aguantas el calor ;)
      Abrazote y :)

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